Remesas en El Salvador: el motor silencioso que sostiene a millones de hogares
El 86.3% de salvadoreños en EE. UU. envía remesas con regularidad, convirtiéndose en el principal sustento económico para el 43% de los hogares receptores.
Por
Evelyn Alas
Publicado el 06 de diciembre de 2025
Las remesas familiares siguen siendo una columna vertebral de la economía salvadoreña. Según el Banco Central de Reserva, el 86.3 % de los migrantes en EE. UU. envía dinero a sus familias, y para el 43 % de los hogares receptores representa su única fuente de ingresos. Estos fondos son esenciales para cubrir necesidades básicas como alimentos, servicios, salud y educación. Además, cada vez más migrantes usan plataformas digitales y mantienen productos financieros en el país, fortaleciendo el vínculo económico con El Salvador. Este fenómeno refleja una oportunidad para impulsar el desarrollo financiero y productivo a nivel nacional.
Las remesas familiares siguen siendo uno de los pilares económicos más importantes para El Salvador. Según la octava encuesta a salvadoreños en Estados Unidos elaborada por el Banco Central de Reserva (BCR), el 86.3 % de los 1.5 millones de migrantes salvadoreños envía dinero de forma regular a sus familias, convirtiendo esta práctica en una fuente vital de ingresos para miles de hogares.
Un ingreso clave para la estabilidad económica
El BCR subraya que "las remesas representan un apoyo directo que contribuye a la estabilidad y al sustento de miles de familias salvadoreñas". Este flujo constante de recursos se traduce en alimentos, servicios básicos, salud y educación para quienes lo reciben. De hecho, para el 43 % de los hogares que reciben remesas, estos envíos son su principal o incluso su única fuente de ingresos.
Este respaldo económico es aún más relevante en zonas rurales y municipios con escasas oportunidades laborales. Ahí, las remesas no solo alivian la pobreza, sino que también impulsan pequeños negocios familiares y fomentan el consumo local.

Quiénes envían y cómo lo hacen
La encuesta del BCR revela que los remitentes tienen una edad promedio de 44 años y se desempeñan principalmente en sectores como la construcción (26.3 %), servicios de limpieza (16.3 %) y restaurantes (12.8 %). Estos trabajos, aunque exigentes, permiten generar ingresos suficientes para mantener un vínculo económico activo con El Salvador.
Un dato interesante es que el 17.3 % de los migrantes utiliza plataformas digitales para enviar dinero, lo que evidencia una creciente digitalización en el uso de servicios financieros entre la diáspora. Este cambio representa una oportunidad para fintechs y bancos locales interesados en ofrecer soluciones más eficientes y seguras.
Te recomendamos: Todo listo para el Festival del Chorizo en Cojutepeque: comida, cultura y tradición
Más allá del envío: productos financieros y conexión con el país
El 20.2 % de los salvadoreños en Estados Unidos mantiene algún producto financiero en instituciones del país. Esta cifra, con una participación casi equitativa entre hombres (53.3 %) y mujeres (46.7 %), refleja un interés sostenido por conservar lazos económicos con su tierra natal.
Este vínculo financiero puede representar una oportunidad para el desarrollo de productos de inversión, ahorro o crédito dirigidos a la diáspora. Además, abre la puerta para que muchos salvadoreños en el exterior participen en iniciativas productivas o emprendimientos familiares en el país.
Las remesas no son solo un alivio económico, sino también una palanca de desarrollo. Su impacto en el consumo, la educación y el fortalecimiento del sistema financiero salvadoreño merece atención y estrategias a largo plazo que potencien su efecto positivo en la economía nacional.
TAGS: BCR | Remesas familiares
CATEGORIA: Dinero y negocios | Entorno económico
