¿Por qué el crecimiento del 2.4% en El Salvador puede ser una oportunidad para invertir?

Si sos emprendedor, empresario o parte de la diáspora, este puede ser un buen momento para planear invertir a largo plazo en El Salvador.

La demanda interna: el verdadero motor económico

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), El Salvador crecerá un 2,4 % en 2025 y podría alcanzar el 2,7 % en 2026. Aunque se trata de un ritmo moderado, hay razones de fondo que lo sostienen y que vos podés aprovechar para invertir.

Tres factores internos están moviendo la economía salvadoreña:

El aumento del salario mínimo, el acceso más amplio a crédito y un fuerte empuje a la inversión pública y privada en sectores estratégicos. Estos elementos están haciendo que el consumo local se mantenga dinámico y que más gente tenga capacidad para comprar, emprender o invertir.

Te puede interesar: Aumentar la inversión privada será un reto para el Consejo de Trabajo

Además, el turismo, especialmente el de playa, sigue creciendo gracias al reconocimiento internacional de destinos como El Zonte o El Tunco. De hecho, en 2024 llegaron 3,9 millones de visitantes internacionales, un 17% más que el año anterior.

Según la Organización de las Naciones Unidas Turismo (ONUT), los ingresos por turismo en el país crecieron 206 % entre 2019 y 2024. Este sector se consolida como un verdadero motor de ingreso para miles de familias y negocios locales.

Y no hay que olvidar las remesas. En 2024, los salvadoreños en el exterior enviaron $8,480 millones de dólares, equivalentes al 24% del Producto Interno Bruto (PIB). Aunque el crecimiento fue más bajo que en 2023 (2,5% vs 5,8%), los flujos se mantienen sólidos.

Un dato interesante es que el 1% del total fue enviado a través de criptomonedas, una tendencia a observar. En el primer cuatrimestre de 2025, las remesas sumaron $3,076 millones de dólares, con un crecimiento interanual del 15,2%.

¿Cómo se compara con los vecinos?

En el mismo informe de la CEPAL, se proyecta que Guatemala crecerá 3,6%, Honduras 3,5%, Costa Rica 3,5%, Nicaragua 3,2% y Panamá liderará en la región con un 5,4 %. En ese contexto, El Salvador será el país centroamericano con el crecimiento más bajo en 2025.

Sin embargo, esta diferencia tiene matices. Mientras otros países enfrentan mayores presiones inflacionarias o incertidumbre política, El Salvador muestra estabilidad en precios y un entorno relativamente predecible para hacer negocios. En pocas palabras: aunque el crecimiento es más bajo, el terreno puede ser más firme para quien apuesta con visión a largo plazo.

Presión fiscal, pero con disciplina

El Ministerio de Hacienda (MH) proyecta que el déficit del sector público no financiero —incluyendo pensiones— será del 3,3% del PIB en 2025.

Aunque hay presión, el dato se considera manejable si se mantiene el control del gasto. Fitch Ratings, por su parte, estima que el déficit del gobierno central podría bajar del 3,9% en 2024 a 3,1% en 2025, lo que refuerza la idea de un compromiso con la estabilidad fiscal.

Además, el déficit en cuenta corriente —que mide las transacciones del país con el mundo— rondará entre el 2,0% y 2,5% del PIB.

Exportar, invertir y oportunidades clave

El comercio exterior ha tenido altibajos. En 2024, las exportaciones de bienes sumaron $6,447 millones de dólares, lo que representó una caída de 0,8%.

Esta baja se debió a una menor demanda desde Estados Unidos, afectando especialmente las exportaciones tradicionales como el café y el azúcar, que retrocedieron 4,6%. En contraste, las exportaciones no tradicionales crecieron 1,5%.

La industria maquiladora enfrentó una caída del 11,7%, particularmente en textiles como ropa de cama y suéteres. Sin embargo, hubo aumentos destacados en cables eléctricos (29,5%) y calzado (25,5%).

Las exportaciones hacia Estados Unidos pasaron de representar el 35,6 % en 2023 al 33,1% en 2024, aunque se observó un crecimiento relevante hacia Nicaragua (14 %) y Guatemala (8,6%).

En los primeros cuatro meses de 2025, las exportaciones crecieron un 5 % interanual, lideradas por el café, mientras que la maquila retrocedió 20,1%. Las importaciones también crecieron: 2,1% en 2024 y 10,4% en el primer cuatrimestre de 2025, generando un déficit comercial acumulado de $2,700 millones de dólares, mayor que en el mismo período del año anterior.

En términos de inversión extranjera, los flujos netos en 2024 alcanzaron los $639,6 millones de dólares (1,8% del PIB), impulsados por la reinversión de utilidades. Las principales áreas receptoras fueron la industria manufacturera (31,1%), el comercio (28,5%) y los servicios financieros y de seguros (22,5%).

Inflación baja y sectores con potencial de invertir

La inflación proyectada será de entre 0,5% y 1,0%, la más baja de Centroamérica, favorecida por la reducción de precios internacionales del combustible y subsidios sostenidos al gas y electricidad.

Sectores como turismo, energía renovable, tecnología y servicios financieros ofrecen espacio para crecer. Para vos que estás viendo dónde emprender o invertir, El Salvador tiene potencial donde importa: en la estabilidad, el consumo interno y las oportunidades reales.

Si sos parte de la diáspora buscando regresar o invertir, o si estás en el país con ideas y visión, el 2025 puede ser el año para sentar las bases de un proyecto sólido. El crecimiento puede ser bajo, pero las oportunidades están ahí para quien sepa verlas y tenga claridad para actuar.