Salario mínimo 2025: Manual para empresas ante el aumento del 12%

El incremento al salario mínimo genera incertidumbre entre pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, con un análisis financiero adecuado y una planificación estratégica, esta coyuntura puede convertirse en una oportunidad para reorganizar procesos y fortalecer la sostenibilidad del negocio.

Nicol García, asesora financiera y CEO de KOIN, y Milagro Menjívar, gerente de producto en NOVA EdTech, comparten puntos claves prácticos para que las micro y pequeñas empresas en El Salvador enfrenten este reto con inteligencia financiera, sin necesidad de recurrir a medidas drásticas como despidos o aumentos excesivos de precios.

Revisión de costos, planificación y decisiones inteligentes

Lo primero que toda empresa debe hacer ante un aumento al salario mínimo es revisar su estructura de costos laborales. Es fundamental identificar cuántos empleados se verán afectados, calcular el impacto mensual y anual del ajuste y proyectar cómo afectará al margen de ganancia.

“Un aumento sin estrategia puede dañar toda la operación si no se adapta con inteligencia.” —Nicol García, asesora financiera

Uno de los errores más comunes, según ambas especialistas, es reaccionar emocionalmente: realizar despidos abruptos, aumentar precios sin análisis o continuar con el mismo presupuesto anual como si nada hubiese cambiado.

Te puede interesar: Café, pasión y éxito: plática con Leyla de Quirós, mente maestra de The Coffee Cup

La recomendación clave es reformular el presupuesto anual para reflejar los nuevos costos. Esto incluye revisar no solo los sueldos, sino también las proyecciones de ingresos, flujo de caja y márgenes de utilidad. Con esto, las decisiones se toman con base en datos y no desde la improvisación.

“Una reforma salarial implica un cambio estructural; el presupuesto debe ajustarse por completo.” —Milagro Menjívar, NOVA EdTech

Alternativas antes del despido: ajustes, financiamiento y formación

Antes de pensar en reducir personal, existen varias estrategias viables: automatizar procesos, mejorar el control de gastos, capacitar al equipo para más eficiencia, usar talento freelance o reorganizar funciones.

También se pueden negociar mejores condiciones con proveedores, como pagos más largos o descuentos por volumen. En cuanto al financiamiento, existen líneas de crédito especiales para pymes, programas como los de CONAMYPE, BANDESAL, FONDEPRO, así como incubadoras y plataformas como CRECE Academy, que conectan a emprendedores con soluciones financieras y mentorías.

Nicole García también sugiere tener un “colchón de emergencia” pero advierte que debe usarse con cautela, como parte de una estrategia clara para no quedarse sin liquidez.

Ambas coinciden en que este momento puede ser una oportunidad para crecer. El aumento salarial puede forzar una reestructuración positiva, fomentar la formalización, mejorar procesos internos y hacer más rentable el modelo de negocio.

Y para quienes buscan fortalecer su conocimiento, se recomienda adoptar herramientas de educación financiera como Excel, apps de control de flujo de caja, cursos básicos sobre presupuestos, punto de equilibrio y análisis de costos.

Las micro y pequeñas empresas tienen frente a sí un desafío importante. Pero si reaccionan con estrategia, información y apertura al cambio, el aumento del salario mínimo no tiene por qué ser una amenaza. Al contrario, puede ser el impulso que necesitaban para modernizarse, formalizarse y crecer de forma más sólida y sostenible.