Puerto de La Unión: obras, cifras y plan de reactivación

En los últimos años, el puerto de La Unión ha sido objeto de una serie de transformaciones operativas e inversiones estructurales que han comenzado a reflejarse en indicadores cuantificables. A partir de datos de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) y documentos institucionales, es posible trazar una evolución concreta de su desempeño y capacidades.

Contrato y plan de inversión

En 2024, CEPA anunció oficialmente un acuerdo con la empresa internacional Yilport Holding para operar los puertos de La Unión y Acajutla bajo una sociedad de economía mixta. 

Este acuerdo contempla una inversión total de $1,615 millones, distribuidos en distintas fases, con el objetivo de modernizar la infraestructura portuaria, ampliar su capacidad de carga y rehabilitar sus canales de acceso.

La primera fase, según CEPA, asigna aproximadamente $74 millones al puerto de La Unión. Esta etapa se centra principalmente en el dragado del canal de acceso, una acción necesaria debido a la acumulación de sedimentos que, con el tiempo, redujeron la profundidad del canal de los 14 metros originales a aproximadamente 7 u 8 metros. Esta condición limitó el ingreso de buques de gran calado durante varios años.

Además del dragado, se prevé la adquisición de nuevo equipamiento logístico y la mejora de la infraestructura operativa, incluyendo áreas de carga, patios de contenedores, accesos viales y zonas de seguridad. Estas acciones forman parte de un plan integral que busca posicionar a La Unión como un nodo logístico regional.

Estadísticas de actividad operativa

De acuerdo con la memoria de labores de CEPA de 2023, el puerto de La Unión movilizó 11,505.66 toneladas métricas de carga, lo que representa un crecimiento de aproximadamente 65% con respecto a las 6,970.94 toneladas métricas registradas en 2022. Este aumento está vinculado a la reactivación de operaciones, la llegada de nuevos buques y la diversificación del tipo de carga recibida, como maquinaria, vehículos, fertilizantes e insumos industriales.

En el periodo comprendido entre 2010 y 2023, CEPA reporta que el puerto movilizó un total de 248,893.66 toneladas métricas. Durante esos 14 años, se recibieron 346 buques. Estos datos reflejan un nivel de actividad bajo si se comparan con el puerto de Acajutla, que en 2023 por sí solo movilizó más de 5.5 millones de toneladas métricas. En términos relativos, La Unión manejó cerca del 4.3% del volumen operado por Acajutla.

Por otra parte, desde 2013 y hasta fechas recientes, el puerto de La Unión no registró movimiento significativo de carga en contenedores (TEUs), según las estadísticas oficiales. Esto indicó una dependencia de la carga a granel y rodante, lo que a su vez limitó la diversificación logística del recinto.

Aspectos institucionales y modelo de gestión

CEPA, como entidad responsable de la gestión de la infraestructura portuaria nacional, mantiene un plan de reactivación para La Unión que abarca mejoras tecnológicas, fortalecimiento del capital humano, y atracción de operadores especializados a través de la sociedad Unión Portuaria del Pacífico (UPDP), en la que Yilport Holding tendrá participación mayoritaria.

Según CEPA, la implementación del nuevo modelo de operación portuaria permitirá agilizar la recepción de buques, reducir costos logísticos y mejorar los tiempos de despacho de mercancías. El esquema de inversión contempla también la integración de sistemas digitales de tráfico, seguridad y monitoreo, alineados con estándares internacionales de eficiencia portuaria.

Asimismo, el pliego tarifario oficial actualizado por CEPA en 2024 establece nuevas condiciones para el uso del canal de acceso, atracaderos, servicios logísticos y operaciones auxiliares, lo cual podría facilitar una mayor competitividad frente a otros puertos de la región.

Proyecciones y condiciones necesarias

La sostenibilidad del desarrollo portuario en La Unión dependerá de varios factores: la ejecución efectiva de las obras de dragado, la instalación de infraestructura moderna, la captación de nuevas rutas comerciales y el fortalecimiento de la conectividad terrestre con el resto del país y de Centroamérica.

También se requiere una política comercial que fomente la utilización del puerto por parte de empresas nacionales e internacionales, así como un marco regulatorio que garantice seguridad jurídica a los inversionistas.

El monitoreo permanente de indicadores como volumen de carga, frecuencia de buques, tiempos de despacho y costo logístico permitirán evaluar de forma objetiva los avances logrados y ajustar las acciones futuras.