El Salvador tiene la canasta básica más barata de Centroamérica

El costo de la canasta básica en El Salvador es actualmente el más bajo de toda la región centroamericana.

Con un precio promedio de $253.05, el país se posiciona favorablemente frente a sus vecinos, como Costa Rica ($505.35), Guatemala ($448.89), Nicaragua ($349.40), Honduras ($306.64), Panamá y República Dominicana (ambos con $290.05), según los últimos datos del Consejo de Ministros de Integración Económica (COMIECO) y la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia y del Consumidor (CONCADECO).

La CONCADECO es un organismo regional del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) que se encarga de tutelar los derechos de los consumidores en Centroamérica y República Dominicana. Su objetivo principal es armonizar las políticas públicas y esfuerzos de los gobiernos en materia de protección al consumidor, además de promover planes, políticas, programas y proyectos conjuntos en beneficio de los consumidores.

Este dato no solo refleja una diferencia significativa en términos de accesibilidad alimentaria, sino que también plantea un entorno atractivo para quienes desean emprender, reducir costos operativos o establecer bases logísticas en el istmo.

Comparativa de precios 2023–2025: cómo evolucionó el costo en El Salvador

En enero de 2023, la canasta básica urbana costaba aproximadamente $245.02, y en enero de 2024, había subido a $256.74, lo que implica un incremento interanual de $11.72, es decir un aumento del 4.8%.

El promedio anual de 2023 cerró con la canasta urbana alcanzando su nivel más alto en dos décadas: $252.40, mientras que en el área rural fue de $189.42.

Aquí algunos datos recientes de los últimos dos años, para hacer el comparativo de precios:

• Diciembre 2023: canasta urbana a $257.06, rural a $186.07.
  
• Diciembre 2024: urbana $246.06, rural $178.99, lo que representó una reducción interanual del 4.2% en lo urbano y del 0.3% en lo rural.
  
• Enero 2025: urbana bajó a $246.64, rural a $179.97, representando una reducción del 3.93% en lo urbano respecto al mismo mes de 2024.
  
• Marzo 2025: urbana en $246.64–$247.60, mostrando una reducción de alrededor del 3.38% comparado con promedio de 2024.
  
• Febrero 2025: urbana a $247.60, rural a $181.05.
  
• Marzo 2025: urbana $245.89, rural $178.12, con bajas mensuales de $1.71 y $2.92 respectivamente.
  

En suma, el período 2023–2025 muestra una tendencia a la moderación y estabilización de los precios en torno a los $246‑$247 en zonas urbanas, luego de los picos observados en 2023 (cerca de $257), mientras que en zonas rurales se mantiene en torno a $179‑$181.

Sin embargo, en contraste con estos datos, una encuesta realizada por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) detalla cómo la población salvadoreña evaluó la situación del país a finales del año 2024 y revela que más de la mitad de los hogares enfrentó dificultades económicas, entre ellas, adquirir productos de alimentación básica.

Ese año, el 51.5% dejó de comprar algunos alimentos por el incremento de precios, el 35.2% de las familias tuvo que adquirir nuevas deudas, y un 39.2% tuvo que pedir dinero prestado a otra persona para cumplir con los compromisos del hogar. Estos porcentajes reflejan un escenario complejo, donde el endeudamiento y los sacrificios en la alimentación se consolidan como mecanismos de supervivencia frente al alza de los costos.

En cuanto a las estrategias específicas para afrontar el encarecimiento de los alimentos, el sondeo de la UCA apunta que el 35% de la población encuestada redujo la cantidad de alimentos que compraba, mientras que el 65% señaló que no lo hizo.

Por otra parte, un 34.4% admitió haber cambiado a marcas de alimentos más baratas, frente a un 65.6% que continuó comprando las mismas marcas. Estas cifras evidencian que, aunque no toda la población modifica sus hábitos de consumo, una proporción considerable sí se ha visto obligada a ajustar tanto la cantidad como la calidad de lo que lleva a su mesa.

Emprender en El Salvador: más que bajo costo, estabilidad

Para los emprendedores locales, el bajo precio de la canasta básica se traduce en un menor costo de vida y, por ende, mayor capacidad de reinversión. Gastar menos en alimentos significa liberar recursos para capital de trabajo, adquisición de insumos o incluso para expandirse a mercados vecinos.

Además, con la implementación de reformas pro‑emprendimiento, como el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes (que reduce trámites fiscales y facilita la formalización de negocios), El Salvador ha enviado señales claras de que busca posicionarse como un hub de negocios en la región.

Por otro lado, la estabilidad del dólar estadounidense como moneda oficial desde 2001 sigue siendo un factor atractivo para inversionistas internacionales, eliminando riesgo cambiario y facilitando las transacciones en comercio exterior.

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¿Qué incluye la canasta básica salvadoreña y por qué es más barata?

La canasta incluye arroz, frijoles, leche, huevos, pan francés, azúcar, aceite y verduras básicas. El gobierno ha mantenido políticas de control de precios en productos esenciales, especialmente desde 2022.

Además, la cercanía con los Estados Unidos, su principal socio comercial, y la infraestructura portuaria modernizada en Acajutla permiten un abastecimiento más eficiente de alimentos importados y materias primas.

Según cifras del Banco Central de Reserva (BCR), en el primer trimestre del año, El Salvador mostró una inflación alimentaria inferior al 3%, una de las más bajas de la región. Esto contribuye a mantener estable el costo de la canasta básica, incluso en un contexto global volátil.

Valor agregado para inversionistas extranjeros

El bajo costo de vida también representa ventaja competitiva para inversionistas interesados en sectores como manufactura, tecnología o agroindustria. Un entorno con menores costos básicos permite atraer y retener talento con menos presión salarial, sin sacrificar calidad de vida.

Algunas startups tecnológicas que han migrado operaciones a San Salvador destacan que pueden mantener equipos locales a una fracción del costo de otras capitales latinoamericanas, sin comprometer productividad ni desempeño.

Comparativa regional: ¿cuánto más caro es emprender en otros países?

Si se compara con el resto de la región:

• En Costa Rica, una familia gasta más del doble que en El Salvador.
  
• En Guatemala, la canasta cuesta alrededor de un 89% más.
  
• Incluso en Honduras, país similar, el costo es un 29% mayor.
  

Este diferencial permite a El Salvador convertirse en un punto estratégico para operaciones regionales, logística o manufactura ligera.

Una ventana de oportunidad para emprender o expandirse

El bajo costo de la canasta básica no solo alivia el bolsillo de las familias salvadoreñas, sino que es un indicador clave para cualquier inversionista que evalúa costos estructurales antes de lanzar un proyecto. Ya vivás en el país o estés en la diáspora considerando regresar o invertir, El Salvador hoy ofrece una combinación poco común: bajo costo, estabilidad macroeconómica y entorno pro‑emprendimiento.

Para quienes buscan emprender con visión regional, este podría ser el mejor momento para aprovechar las ventajas que El Salvador pone sobre la mesa.