Café salvadoreño supera al azúcar en exportaciones tras 13 años

El café de El Salvador recuperó su liderazgo en el comercio exterior agroindustrial al superar los ingresos generados por las exportaciones de azúcar, algo que no ocurría desde 2012. Entre enero y septiembre de 2025, el grano de oro generó $157.31 millones, levemente por encima de los $157.22 millones obtenidos por el azúcar, según datos del Banco Central de Reserva (BCR).

Históricamente, el café fue el principal producto de exportación agrícola de El Salvador, con un rol protagónico en la economía nacional durante varias décadas del siglo XX. En la década de 1970, el país se posicionó entre los mayores proveedores de café a nivel mundial. Sin embargo, el panorama cambió a partir del ciclo 2012-2013, cuando la roya afectó severamente los cultivos y provocó una caída abrupta en la producción y las exportaciones. Desde entonces, el azúcar ocupó el primer lugar en el ranking de exportaciones agroindustriales.

Repunte de ingresos, no de volumen

El incremento en los ingresos responde principalmente al alza de precios en el mercado internacional. En este periodo, el precio promedio del quintal de café exportado se ubicó en $295.3, un aumento de $67.5 respecto al mismo lapso de 2024, cuando el promedio fue de $227.8. Aunque el volumen exportado experimentó una ligera caída del 0.9 %, pasando de 537,200 a 532,600 quintales, el valor total de exportación aumentó en $34.9 millones, lo que representa un crecimiento interanual del 28.5%.

Este repunte en los ingresos no está vinculado a un aumento en la producción, sino a una mejora en los precios internacionales. Esta situación resalta la sensibilidad del sector cafetalero salvadoreño ante las fluctuaciones del mercado global, donde factores como el clima, la demanda internacional y los niveles de inventario influyen directamente en la cotización del producto.

Precios internacionales impulsan al sector

El mercado internacional ha sido clave en este repunte. Durante 2025, el saco de 60 kilogramos superó los $400 en bolsa, impulsando el valor del café salvadoreño. Esta cotización es una de las más altas registradas en los últimos años y ha favorecido a varios países exportadores, incluidos aquellos con una producción más limitada como El Salvador.

El BCR detalla que, pese a la reducción en el volumen exportado, el crecimiento en los ingresos evidencia una mayor rentabilidad por cada quintal enviado al extranjero. Este comportamiento se alinea con la tendencia global de especialización en cafées diferenciados, de origen y con alto valor agregado, que suelen obtener mejores precios en nichos de mercado especializados, como el café de especialidad.

Dinámica de las exportaciones agroindustriales

El repunte actual del café marca un cambio en la dinámica de las exportaciones agrícolas del país. La última vez que el café lideró las exportaciones del sector agroindustrial fue en 2012. Desde entonces, el azúcar había mantenido el primer puesto, respaldado por una producción más estable y por condiciones de mercado favorables en ciertos ciclos.

En 2025, sin embargo, el café vuelve a destacar, impulsado por una combinación de precios internacionales altos y una oferta orientada a segmentos de mayor valor. A pesar de que el volumen exportado disminuyó levemente, la competitividad del producto salvadoreño en mercados exigentes como el de Estados Unidos, Europa y Asia ha permitido capitalizar mejor cada unidad comercializada.

El BCR no detalla los destinos específicos de las exportaciones en este informe, pero en años anteriores, Estados Unidos ha sido el principal comprador del café salvadoreño, seguido de Alemania, Japón y otros países que valoran el café de altura y de origen.

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Consideraciones para el futuro del sector

Aunque el crecimiento en ingresos es significativo, la leve caída en volumen exportado sugiere la necesidad de continuar fortaleciendo la capacidad productiva del sector cafetalero. Factores como la renovación de fincas, el acceso a financiamiento, la asistencia técnica y la adaptación al cambio climático seguirán siendo determinantes para mantener la competitividad del café salvadoreño.

El sector cafetalero representa no solo una actividad económica, sino también un componente cultural e histórico del país. La recuperación parcial de su protagonismo en el comercio exterior podría generar un nuevo impulso a las cadenas de valor vinculadas, incluyendo empleo rural, servicios logísticos, cooperativas y exportadores.

Según datos del Consejo Salvadoreño del Café, actualmente más de 20,000 productores forman parte del ecosistema cafetalero, muchos de ellos organizados en pequeñas fincas familiares. La diversificación de mercados y el posicionamiento de cafées especiales continúa siendo una estrategia para mejorar sus ingresos y garantizar la sostenibilidad del rubro.