FOTOS: La afición respondió en gran medida para el juego de la Selecta ante Honduras

Los salvadoreños no se hicieron esperar en el Estadio Cuscatlán y lo colmaron para el partido de esta tarde ante Honduras. Historias de todo tipo en el Coloso de Monserrat...

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El enmascarado hecha porras en la fila para animar a los asistentes. Foto EDH/ Jonatan Funes

Por Varinia Escalante con fotos de René Quintanilla, Jonatan Funes y Menly Cortez

2021-09-05 4:49:29

La afición sigue demostrando su amor por la Selecta y no solo porque estemos en el mes de septiembre, sino porque el partido ante la selección de Honduras se mostró con una enorme cantidad de personas que colmaron el Estadio Cuscatlán, aunque levemente menor al partido ante los Estados Unidos.

No había manera en que no volvieran a cumplir. Los salvadoreños regresaron a donde son felices: a apoyar a la Selecta, en el estadio Cuscatlán. Y ayer, no fue la excepción.

FOTOS: Así es el ambiente en el estadio Cuscatlán previo al partido entre la Selecta y Honduras

Nadie se quería perder el segundo partido de la Azul de local, esta vez ante Honduras. El ambiente, impecable. En todos los sectores, el Coloso vibró con la hinchada. El apoyo a cada uno de los jugadores, desde las afueras, era una fiesta de eliminatorias completa.

Los salvadoreños hicieron de todo para mostrarse en el Coloso de Monserrat, con sus camisas azul y blanco, pintacaritas con la bandera nacional, hasta pancartas para saludar a los familiares en el exterior se hicieron ver en el mundialmente conocido como "Coloso de Monserrat"

Los registros de cartillas de vacunación y documentos, por parte del Ministerio de Salud, se efectuaron con normalidad. Pero aunque todos completaron el esquema de vacunas, el distanciamiento no existió en los graderíos. Todos ahí eran felices.

La reventa volvió a aparecer, aún y cuando se vendieron boletos el día previo y el propio del juego, en el estadio. Algunos cobraron el general al doble de su precio, ya que vendían los soles a $30. También, el resto de localidades aumentaron los costos con la excusa de estar “ya sacadas”.

Familias y hermanos lejanos, que llegaron el jueves, repitieron el combo en la visita dominical. No podían perderse la oportunidad de ver jugar a esta selección que los ha hecho ilusionar. Hubo algunos como los Morales, donde el padre es salvadoreño y la madre hondureña, que llegaron desde Nueva York. El hijo Luis lució la doble camiseta, para un apoyo al estilo "corazón partido".

Los hondureños no se quedaron atrás, y viajaron un día antes o por la madrugada para apoyar a su equipo. Fueron minoría, pero también metieron su aliento.

Y el recibimiento a la Selecta fue un lujo, tal y como se presagiaba de nuevo la entonación del himno. Todo el compromiso estuvo con el equipo nacional, en cada jugada, en cada llegada colectiva que entusiasmó. Sin duda, la fidelidad a la Azul estuvo fina. Intacta. Tal y como a los seleccionados inspiran a seguir adelante.

La afición desde tempranas horas se puso a jugar su partido ante la selección de Honduras, con la mentalidad positiva en que se dé el ansiado resultado para la Azul y Blanco, que los mantenga en la zona alta del Octogonal Final de Concacaf.