El nadador Marcelo Acosta cuenta como vive la cuarentena por el coronavirus en Estados Unidos

El nadador nacional ha parado sus entrenamientos en EE.UU., donde reside, debido a la pandemia. Continuará preparándose para buscar un boleto a los Juegos Olímpicos 2021.

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El tritón salvadoreño, Marcelo Acosta, peleará por otra medalla para su país. Foto EDH / Varinia Escalante

Por Varinia Escalante | Twitter: @VSkalanT

2020-03-30 7:27:36

Como el planeta entero, el nadador salvadoreño Marcelo Acosta también vive la pandemia por el nuevo coronavirus (Covid19). Chelo reside en Kentucky, EE.UU., donde estudia Administración en Deportes, pero ha parado sus entrenamientos en el agua, aunque sigue haciendo físico y continúa yendo a su centro académico en la Universidad de Louisville, porque sigue “completando las horas del internado”, ya que solo le falta un semestre para graduarse.

Consultado sobre cómo está su vida de atleta, contó: “La semana pasada, tuvimos chance de entrenar un par de días más en la piscina, porque ya habían cerrado nuestra piscina de la Universidad, el sábado (anterior). Pero encontramos la forma de entrenar en un club, donde hay una piscina de 50 metros, y entrenamos por tres días, pero ya la cuarentena estaba”.

“Pero desde el jueves de la semana pasada, ya no hemos podido tocar agua. Lo único que hemos podido hacer es nuestro circuito, que normalmente yo tengo mi equipo en casa, saltacuerdas, mancuerna, un par de pesas, y he podido ir al parque a hacer ejercicios, solo para mantenerme activo. Ir al parque y sudar un poco, en este frío, es lo mínimo que se puede hacer ahora”, recalcó.

Si lo afecta o no el hecho de no estar nadando, se sincera: “Es difícil, pero lo es más para los nadadores de distancia, porque los de velocidad pueden no estar tan fuera de ritmo, porque su poder viene de su fuerza del gimnasio, de levantar pesas. Pero los de distancia somos los que nos metemos primero a la piscina y salimos de último. Estamos más tiempo ahí. Nuestro ritmo, nuestra fuente de la fuerza, viene del ritmo de la piscina, de saber cómo jalar el agua”.

“Nos afecta bastante, porque una semana sin entrenar en el agua tiene el mismo efecto que un mes desperdiciado. Es la realidad. Se pierde mucho tiempo, incluso con un día, se siente fuera de ritmo, y ya una semana es bastante difícil regresar”, confesó.

El salvadoreño Marcelo Acosta, celebra al final de los 400 metros libres masculinos en la natación de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018 en Barranquilla (Colombia).

Chelo, sin embargo, reitera que cuando pase la pandemia el plan debe ser paulatino, para retomar el nivel. “Cuando todo vuelva a la normalidad, es de tomarlo poco a poco, porque el ritmo es muy importante para todos los nadadores. (…) Lo más importante será hacerlo despacio, con tranquilidad, volver al ritmo poco a poco. Tomarlo con calma y buscar las competencias más cercanas, para buscar ese ritmo de competencia también”, señaló.

En cuanto a que los Olímpicos se trasladaron a 2021, y siendo un nacional en busca de la clasificación, el tritón dijo: “Tiene sus ventajas y desventajas. Las desventajas son que uno se está preparando ahorita, uno ya estaba listo para poner la marca, y clasificar por la puerta grande y estar listo para este verano. (…) Incluso la moral, aunque uno no la admita, para un atleta de cualquier deporte, se baja un poco y es como que la motivación se va. Es difícil salir de la situación metal, más que todo, no es tanto el ritmo o lo técnico”.

“La ventaja, el punto bueno de vista, es que ahora tenemos un poco más de tiempo para prepararnos, para hacer marcas. (…) En mi caso, tendré chance de bajar más mis tiempos, de no solo clasificar, sino con un tiempo en el cual me pueda poner en una mejor posición, en un mejor heat, para tener un chance de estar en una final olímpica”, manifestó.

El fondista sigue en contacto con su familia, y se siente tranquilo por las medidas que se han tomado en el país, respecto al Covid19. “Con mi familia, siempre estamos hablando, tenemos tiempo, en la noche hago facetime, hago vídeollamadas con mis papás y mis hermanos. Estamos en contacto, y todos están bien. Y en el país, lo mejor es que la situación está controlada. El Salvador ahora es un país a seguir, un ejemplo para las potencias, y estoy orgulloso de ser salvadoreño”.