LIMA. Está agotado, pero ha hecho un esfuerzo grande para continuar viviendo con intensidad su historia panamericana. Hace un tiempo para contar, una vez más, su sentir por convertirse en el primer medallista de oro del físicoculturismo en los Panamericanos.
Es Yuri Rodríguez, un atleta de 35 años forjado a base de muchos esfuerzos, pero alguien quien siempre afirmó que iba a ganar la de oro y lo consiguió. ¿Cómo tuvo certeza siempre de eso? Contó: “(Risas) Me siento feliz. Decía como comentario: tenía que estar a la altura de mi boca, porque de lo contrario iba a ser un bocón. Había prometido que le íbamos a hacer compañía a la medalla de Cristina López (marcha 2007), y misión cumplida”.
“No solo lo disfrutamos mi familia y yo, sino todo el país, porque hicimos ayer historia. Pasamos del medallero de una posición muy baja a la 15 en cuestión de tres horas. Como sorpresa, físicoculturismo obtiene las únicas dos medallas y las gana El Salvador. El himno nacional sonó dos veces. Yo prometí que iba a hacer sonar el himno más bonito del mundo y gracias a Dios lo cumplimos”, agregó.
Rodríguez acepta que su convencimiento de ser campeón lo quería “exteriorizar, porque tenía demasiados obstáculos en la preparación, no tenía apoyo casi de nadie, sirvieron muchas personas de piedras de tropiezo”, dice. “Para mí, fue como mi lanza deciles: ‘No importa lo que suceda, yo voy por esa medalla, estoy seguro de que estoy trabajando a la altura y un poco más, y no me voy a permitir que ningún obstáculo se interpongan entre esa medalla y yo’”.