La historia de superación incansable de Paulina Zamora, medallista de oro en Juegos Panamericanos

La fisicoculturista relató antes de viajar a Lima, que había llegado a este deporte tras varias lesiones que la alejaron de la gimnasia, en Perú cumplió su sueño dorado

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Paulina Zamora con su medalla de oro en los Juegos Panamericanos Lima 2019. Foto EDH/ COES

Por Josué Navarrete | Twitter: @JNavarrete_EDH

2019-08-11 10:16:32

Paulina Zamora se convirtió en la segunda mujer salvadoreña que se lleva una medalla de oro en los Juegos Panamericanos, luego de conquistar la categoría Fitness femenino, superando a una atleta mexicana y una chilena en la final.

Pero la historia de esta atleta está marcada por la lucha y la superación, de acuerdo al relato en primera persona que realizó antes de viajar a los Juegos, por medio de su cuenta de Instagram.

Zamora explicó que comenzó en la gimnasia olímpica, pero que sendas lesiones de ligamento cruzado, la alejaron cuando tenía quince años. “Dediqué en cuerpo y alma 10 años de mi infancia a la gimnasia olímpica, un primer amor por el que me desviví con la intensidad de una adolescente abnegada, y que me rompió el corazón tan dolorosamente que pensé que jamás lo iba superar”, publicó.

Nina es maestra de Pole Fitness y fundó su escuela en esta disciplina. Foto EDH/ Jessica Orellana

Luego de no haber cumplido su sueño en la gimnasia, a pesar de haber regresado en dos oportunidades a la práctica de la gimnasia, dejó de lado el deporte para enfocarse en su vida personal en el continente europeo, cuando comenzó a practicar el Pole Dance.

“De forma inesperada, como llega todo buen amor, conocí el pole. Me volví a enamorar, los pedacitos de aquella Paulina soñadora fueron regresando a su lugar, sentí cosas que había olvidado que yo podía sentir, el pole me sanó. Por el pole retomé la danza y la gimnasia, y eventualmente, el fitness coreográfico llegó a mí sin yo buscarlo. Ahora, 15 años después, de la forma en que menos imaginé, el sueño se va cumplir. Nada de lo que viví fue por gusto“, comentó.

Desde 2017, reside en el país, a donde, junto con la ayuda de su madre, fundó la academia Peace and Pole by Nina, a donde da clases por las mañanas y las noches. Ella entrena sus rutinas en medio de esto, y los sábados practica danza contemporánea. Es más, posterior a Lima 2019 viajará a Estados Unidos para una competencia de Pole Dance, cumpliendo su faceta integral en ambos deportes.

La salvadoreña estará ahora en los libros de la historia junto a Cristina López como las mujeres ganadoras de medallas de oro, gracias a un deporte que en Lima 2019 tuvo su debut, convirtiéndose en la primera campeona panamericana de la historia del Fisicoculturismo femenino de las Américas. El esfuerzo ha dado frutos.