La historia de Niña Blanca: los artes marciales después de los 50

Blanca Estela García de Chávez decidió aprender un arte marcial para estar lista en caso de un asalto, y ser adulta mayor jamás fue un impedimento. Ahora tiene el nivel de cinta azul en el exigente deporte del taekwondo

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Foto: EDH | Mauricio Cáceres

Por Mauricio Cáceres

2019-04-22 8:57:08

Blanca Estela García de Chávez tenía 26 años viajando en bus, de madrugada, desde Ciudad Merliot hasta San Vicente, y en ese trayecto y tiempo se encontró con peleas, asesinatos, asaltos y robos en las unidades del transporte público, además de faltas de respeto de los jóvenes a las personas mayores como ella, que supera los 55 años. Hasta que un día, decidió aprender artes marciales, específicamente el taekwondo, y así aprendió a vencer sus miedos.

Todo lo que vivió cuando se trasladaba a su trabajo le motivó para ingresar a la escuela de Taekwondo Warrior, para aprender defensa personal y estar preparada si se diera el caso. Ahora, ella es cinta azul con grado. “Al inicio fui al gimnasio sólo para aprender, pero poco a poco me fui entusiasmando a ir subiendo de cinta y me propuse a disciplinarme y someterme a los exámenes”, dice Blanca, quien aspira a la próxima cinta roja.

Ella es trabajadora social en un juzgado de San Vicente y su labor es de campo, porque tiene que visitar comunidades fuera de la ciudad, algunas de alta peligrosidad, muchas veces a pie y en otras ocasiones en vehículo. Pero ya no tiene temor.

“No hay límite de edad para poder hacer un deporte, lo cual es de beneficioso para nuestra salud y en algún momento sirve para defensa personal. A mí me ha dado seguridad en mí misma y hoy soy mas flexible”, dice Blanqui, como es conocida dentro de la escuela, donde recibe sus clases rodeada de muchos jovencitos.

Expresa que para ella el taekwondo es un medio de seguridad, porque dice que en nuestro país y en todo el mundo la mujer es vista como un ser vulnerable y que puede ser atacada muy fácilmente de forma física y verbal. “ Para mí, la disciplina de este arte me da confianza y he aprendido a vencer el miedo sin exponerme”, expresa firmemente.

Viajar en el transporte público ya no es un problema, ahora dice que está física y mentalmente preparada.
Foto EDH/ Mauricio Cáceres

Lo que le da más seguridad son los consejos de su maestro Carlos Alegría, cinta negra tercer dan y director de la escuela de Taekwondo Warrior, quien le dice que la mejor defensa personal es evitar cualquier dificultad que ponga en riesgo sus vidas, pero hay momentos en que hay que defenderse.

Recuerda Blanca que cuando viajaba en la ruta 116, por San Rafael Cedros, “se subieron unos sujetos con cuchillos en mano y empezaron a pedirnos nuestras pertenencias. Pero de repente dentro de la unidad viajaba también un policía de civil, quien repelió el asalto y les disparó a los asaltantes. A esos y muchos peligros me expongo no solo yo, sino muchas mujeres, una queda en medio de todo ese relajo y al escuchar disparos a veces uno no halla qué hacer”, comenta.

Ella, más allá de que su edad llega ya a los 55 años, invita a las mujeres mayores a que se animen hacer deporte, el que les guste, y mejor si es para aprender a defenderse y así estar en forma, con la moral alta para que cualquier delincuente no las humille ni le tengan miedo.

“Eso sí, el maestro nos ha dicho que si un delincuente le saca un arma a uno, hay que pegar la carrera mejor y ponerse a salvo”, dice bromeando.

El deporte le ha servido para sentir más confianza en ella misma por la distancia que recorre desde Santa Tecla hasta San Vicente para llegar a su trabajo.
Foto EDH/ Mauricio Cáceres

Por su parte, el profesor Alegría explica que este arte principalmente ayuda de gran manera a la salud de las personas, sean jóvenes o mayores, porque se logra resistencia, tonificación de los músculos, elasticidad para movimientos dinámicos y ayudan a la vida diaria.

“Los grandes beneficios del taekwondo son psicológicos, lo que es sumamente importante porque mediante las clases las personas se desestresan; y el otro es el aprendizaje de defensa personal, por la situación que vivimos hoy en día en nuestro país, y este arte nos enseña también a reaccionar con técnicas con las que podemos repeler un ataque”, manifiesta Alegría.

Finalmente dice que también los alumnos como Blanca y más personas mayores pueden llegar a inscribirse y ser parte del equipo Warrior, porque este arte hace que las personas se preparen física y mentalmente para saber controlar cualquier situación que ponga en riesgo sus vidas, además de traer muchos beneficios de salud.