La historia de Niña Blanca: los artes marciales después de los 50
Blanca Estela García de Chávez decidió aprender un arte marcial para estar lista en caso de un asalto, y ser adulta mayor jamás fue un impedimento. Ahora tiene el nivel de cinta azul en el exigente deporte del taekwondo
Blanca Estela García de Chávez tenía 26 años viajando en bus, de madrugada, desde Ciudad Merliot hasta San Vicente, y en ese trayecto y tiempo se encontró con peleas, asesinatos, asaltos y robos en las unidades del transporte público, además de faltas de respeto de los jóvenes a las personas mayores como ella, que supera los 55 años. Hasta que un día, decidió aprender artes marciales, específicamente el taekwondo, y así aprendió a vencer sus miedos.
Todo lo que vivió cuando se trasladaba a su trabajo le motivó para ingresar a la escuela de Taekwondo Warrior, para aprender defensa personal y estar preparada si se diera el caso. Ahora, ella es cinta azul con grado. “Al inicio fui al gimnasio sólo para aprender, pero poco a poco me fui entusiasmando a ir subiendo de cinta y me propuse a disciplinarme y someterme a los exámenes”, dice Blanca, quien aspira a la próxima cinta roja.
Ella es trabajadora social en un juzgado de San Vicente y su labor es de campo, porque tiene que visitar comunidades fuera de la ciudad, algunas de alta peligrosidad, muchas veces a pie y en otras ocasiones en vehículo. Pero ya no tiene temor.
“No hay límite de edad para poder hacer un deporte, lo cual es de beneficioso para nuestra salud y en algún momento sirve para defensa personal. A mí me ha dado seguridad en mí misma y hoy soy mas flexible”, dice Blanqui, como es conocida dentro de la escuela, donde recibe sus clases rodeada de muchos jovencitos.
Expresa que para ella el taekwondo es un medio de seguridad, porque dice que en nuestro país y en todo el mundo la mujer es vista como un ser vulnerable y que puede ser atacada muy fácilmente de forma física y verbal. “ Para mí, la disciplina de este arte me da confianza y he aprendido a vencer el miedo sin exponerme”, expresa firmemente.