Panamá termino de sepultar las esperanzas de El Salvador de cualquier posibilidad real de asistir al tercer mundial de futbol de su historia al derrotarlo dos goles a uno en un partido en que el conjunto cuscatleco se puso por delante en el marcador a los once segundos con gol de Jairo Henríquez cuando aún no se había disipado por completo el humo producto de los juegos pirotécnicos que se lanzaron en el Rommel Fernandez posterior a las sagradas notas del Himno Nacional del país anfitrión.
No sé si el humo contribuyo y nublo la visión de los jugadores y del arquero del conjunto canalero pero el gol tempranero del volante salvadoreño aguo la fiesta que había montado la afición panameña quienes esperaban que su equipo saliera con todo a presionar al cuadro dirigido por Hugo Perez pero para sorpresa de propios y extraños fue el equipo salvadoreño el que se adelantó en el marcador.
Pero al igual que contra Costa Rica, la selecta no supo resistir, se le vino encima una marea de camisetas rojas que los presionaban en todos los sectores de la cancha y empezaron a crearle problemas al equipo salvadoreño que de no ser por las oportunas intervenciones de Mario Gonzalez le hubieran dado vuelta al marcador fácilmente e irse al descanso con mas de un gol de ventaja. Para el segundo tiempo paso lo que se esperaba, Panamá (que últimamente viene remontando marcadores) le dio vuelta al partido en 2 minutos, gracias a las facilidades que le ofreció el cuadro cuscatleco y se llevo el partido con merecimiento y se mete de lleno en la pelea por un boleto directo a Qatar.
La Selección de El Salvador ve alejarse cada vez más su sueño de ir a al mundial a medida va avanzando la Octagonal y se aferra a lo que tiene para aspirar a algo todavía, da la pelea con lo poco que tiene, que no le alcanza es otra cosa, y aunque matemáticamente aún podría meterse por lo menos al repechaje, ya no depende de sí mismo para lograrlo. Ahora se va a la pausa de diciembre donde tendrá dos amistosos ante Chile y Ecuador que le servirán para evaluar y preparar lo que se viene en las siguientes ventanas eliminatorias de 2022.
Dicen que la oración es poderosa y cuando se hace con sinceridad de corazón y además de eso se agrega la fe y el trabajo duro se obtienen milagros que cambian la vida. El Salvador lo necesita para lograr ese sueño tan anhelado que hace 39 años no se consigue, ese sueño llamado Qatar.
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