Muchas veces el deporte es visto como un privilegio de pocos o visto con menosprecio con frases como “No vamos a vivir del deporte” pero poco a poco a nivel mundial, debido a los beneficios del deporte, se ha logrado ver a este como un derecho humano que va formando notoriedad, por ejemplo, retomando los aportes de la UNESCO del 2013 y 2015 donde establece que la actividad física y el deporte son vistos como patrimonio inmaterial de la humanidad y expresión de diversidad cultural, además de considerar el juego y la recreación, también se incorpora los deportes organizados, informales, competitivos, tradicionales e indígenas.
De igual forma se reconocen los beneficios y el potencial que la práctica de actividad física y deporte tienen para el desarrollo individual y social, los cuales han sido reconocidos por distintas instancias internacionales, tales como Carta Europea de Deporte; la Carta de Toronto para la promoción de la Educación Física; y, la Carta Internacional de la Educación Física, Actividad Física y el Deporte.
Entre los beneficios a nivel individual, destacan la promoción de la salud y el bienestar, la inclusión e integración social, el aprendizaje de competencias para la vida, el establecimiento de pautas para el desarrollo de un estilo de vida saludable, el empoderamiento y la promoción de valores, tales como la responsabilidad, solidaridad, honestidad, trabajo en equipo, entre otros. La actividad física y el deporte se reconocen como derechos humanos, ya que ambos son parte esencial de la formación integral del ser humano, durante todo el ciclo de la vida, ya que, contribuyen al desarrollo armónico de niños, niñas y jóvenes, adultos y tercera edad.
Que la constitución de la República de El Salvador en su artículo 1 inciso 3 establece que “es obligación del Estado asegurar a los habitantes La Salud, la Educación y la Cultura; por lo tanto la actividad deportiva es un factor de vital importancia que contribuye a su cumplimiento.
Que la Ley General de los Deportes, Decreto 469 en los considerandos III y IV establece: “III. Que la actividad deportiva tiene un rol esencial para mejorar la calidad de vida de la población, principalmente en relación con la salud física y mental de las personas; en consecuencia, es obligación y finalidad primordial del Estado, su conservación fomento, difusión. IV. Que la actividad física y el deporte, constituyen factores a través de los cuales se desarrollan tanto las facultades físicas como mentales, por lo que es deber del Estado el fomento y el apoyo de los mismos, por constituir factores esenciales del proceso educativo y de la integración social, haciendo énfasis en la masificación del deporte, el voluntariado y la adecuación protección a deportistas y atletas.
Y que en su artículo 3 le otorga al deporte “Se declara de interés social y de utilidad pública la organización, promoción y desarrollo del deporte en todo el territorio nacional. El Órgano Ejecutivo está obligado a garantizar a los habitantes de la República el derecho fundamental de acceder al deporte, la actividad física y a la enseñanza de la educación física. Para hacer efectivo el goce de derechos, el deporte y la educación física serán objeto de atención, estímulo y apoyo de parte del Estado”
Ya es hora que nuestras autoridades le den al deporte la importancia debida, ya que este gobierno tiene un gran reto y oportunidad de dar un salto adelante en este campo.
Un evento importante que puede y debe servir como factor de cambio para el deporte en nuestro país, es la realización de los XII Juegos Deportivos Centroamericanos que se celebrarán en la ciudad de Santa Tecla, en el año 2021 cuyo objetivo y legado es el desarrollo deportivo nacional, es decir, en más y mejor infraestructura, equipamiento y material deportivo, crecimiento del nivel deportivo nacional de nuestros atletas, actualización y capacitaciones a entrenadores nacionales, entre otros.