Alfa Karina Arrué busca conquistar su quinta cumbre más alta del mundo
La montañista salvadoreña ya está en camino hacia la Pirámide de Carstensz, en Papúa Nueva Guinea, donde intentará alcanzar la quinta de las siete cumbres más altas del planeta y acercarse a su histórico sueño.
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elsalvador.com
Publicado el 13 de octubre de 2025
Alfa Karina Arrué partió hacia Papúa Nueva Guinea para escalar la Pirámide de Carstensz, su quinta cumbre dentro del reto de conquistar las siete montañas más altas del mundo. La salvadoreña, que ya ha ascendido el Everest, Denali, Kilimanjaro y Aconcagua, enfrentará ahora una montaña tropical con un terreno rocoso y una compleja técnica de escalada. Carstensz ha estado cerrada por años debido a conflictos en la zona, lo que hace de esta expedición una oportunidad única. Tras este desafío, a Arrué solo le quedarán el Monte Elbrus y el Monte Vinson para completar su histórico sueño mundialista.
Alfa Karina Arrué vuelve a desafiar los límites de la altura y la resistencia. La montañista salvadoreña partió rumbo a Papúa Nueva Guinea para enfrentar uno de los retos más complejos de su carrera: escalar la Pirámide de Carstensz (Puncak Jaya), considerada la montaña más alta de Oceanía, con 4,884 metros sobre el nivel del mar.
Este ascenso representa la quinta cumbre dentro de su ambicioso proyecto de completar las Siete Cumbres del Mundo, el desafío más prestigioso del alpinismo internacional.
De Alaska a Oceanía: un nuevo desafío
Arrué ya suma cuatro de las siete cumbres: el Aconcagua en Argentina, el Everest en Asia (considerado el techo del mundo), el Monte Denali en Alaska y el Kilimanjaro en África. Su última conquista fue precisamente Denali, en junio, a 6,194 metros de altura. Sin embargo, esta nueva aventura será completamente diferente.
“La técnica aquí es a pura roca. Ya no llevas crampones ni piolets, sino que escalás con las manos y las botas. Es otro tipo de fuerza y concentración”, explicó Alfa Karina antes de iniciar su travesía.
La montañista destacó que, a diferencia de los retos anteriores —caracterizados por el frío extremo y la nieve—, en Carstensz deberá adaptarse a un entorno tropical y lluvioso, lo que exige un dominio absoluto de la escalada en roca.

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Una montaña con historia y riesgos
El ascenso al Carstensz no solo es exigente por su técnica, sino también por las condiciones de la región. La montaña ha permanecido cerrada durante largos periodos en los últimos tres años debido a conflictos y reportes de violencia en la zona. “Este es un momento clave para hacer cumbre, porque nunca se sabe cuándo volverá a cerrarse el acceso”, señaló Arrué.
Además, el trayecto hasta la base implica adentrarse en territorios selváticos y zonas donde aún habitan tribus con costumbres aisladas del mundo moderno. Pese a esos riesgos, Alfa Karina mantiene la calma y la determinación que la han llevado a convertirse en un referente del deporte salvadoreño.
Una ruta larga y exigente
El itinerario comenzó en Los Ángeles, desde donde tomó vuelo hacia Jakarta, la capital de Indonesia. Posteriormente se trasladará hacia Papúa Nueva Guinea y, desde allí, tomará un vuelo interno hasta Puncak Jaya, el punto base de la montaña.
“Tendremos dos días para aclimatarnos y firmar los permisos. Luego inicia la escalada, que durará entre seis y siete días, dependiendo del clima. Se espera lluvia, así que habrá que ser pacientes”, comentó.

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Superando obstáculos más allá de las montañas
La montañista también habló de los desafíos personales que ha enfrentado fuera del alpinismo. “He sentido el racismo por ser mujer y por venir de El Salvador, pero ya no me quita el sueño. Sé lo que hago, sé lo difícil que es, y muy pocos en el mundo tenemos el valor para hacerlo”, aseguró.
Con cada ascenso, Arrué no solo rompe barreras físicas, sino también simbólicas, inspirando a más salvadoreños a perseguir sus sueños. “Las montañas me han enseñado que los sueños sí se hacen realidad, pero cuesta. Hay que trabajar mucho, ser disciplinado y no perder el enfoque”, reflexionó.
A un paso del sueño completo
Tras la Pirámide de Carstensz, a Alfa Karina le quedarán dos cumbres para completar su hazaña: el Monte Elbrus (Rusia, 5,642 m) y el Monte Vinson (Antártida, 4,892 m). Si logra conseguir los patrocinios necesarios, su objetivo es coronar ambas en 2026.
“Quiero completar las siete cumbres y demostrar que los salvadoreños también podemos llegar a lo más alto, literalmente”, expresó la montañista, quien sigue marcando historia con cada paso.
-Con reporteo de El Diario de Hoy
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