Un cambio de política deportiva bajo el gobierno de Bukele

Se cumplen 6 años del gobierno de Nayib Bukele y de su hermano Yamil al mando del Instituto Nacional de los Deportes (INDES), nombrado bajo el argumento de trabajar ad honorem para bajarle a las críticas por saltarse la ley de colocar a un familiar en una entidad estatal. Yamil ha sido una de las caras más visibles y celebradas por el gobierno, relacionada incluso con el turismo en el tema del surf, involucrada en el fútbol, y criticada, de forma negativa y también positiva, por los cambios.

Estas líneas no buscan generar una opinión ni a favor ni en contra, sino dar un panorama muy general, y acaso demasiado ambicioso para resumir, en pocas líneas, los cambios realizados y las implicaciones que ha tenido para que el lector decida cómo evaluar la gestión.

A nivel macro hay  un cambio de política deportiva, mucho más participativa y en línea directa a los intereses de propaganda política (qué gobierno no lo ha hecho en el deporte, podrán señalar algunos. Piense en los Juegos Olímpicos en cada ciudad que los realizan y cómo los gobiernos sacan pecho de ello), además de tener línea directa con el presidente.

El cambio más importante ha radicado en romper con la idea que traía el FMLN, más social, masificadora si se quiere (no entraremos en detalles de analizar qué es mejor), para apostarle al deporte elite. Esto no ha implicado, sin embargo, que no existan programas sociales (tiene varios el INDES), pero la cara visible ha sido la de promover resultados internacionales con atletas destacados. El INDES se metió con las federaciones  (no les gustó a estas) para evaluar qué montos se les daba versus cómo se invertía y los resultados. Y luego creó un programa de becas y un sistema que incentiva a los atletas a creer que, si llegan a la cima, se puede vivir del deporte. Ejemplos, Marcelo Arévalo (tenis) o Ivonne Nóchez (patinaje).

Pese a esta otra política, ha habido masificación. Lo más visible, La Liga Nacional (fútbol), pero además, con el programa LaLiga Valores y Oportunidades. Sin embargo, el recorte del FODES a las municipalidades significó un golpe para el fútbol en Segunda, Tercera y fútbol aficionado, a tal grado que varios equipos desaparecieron. Y un dato no menor, INDES insiste en que cada federación es la encargada de masificar. 

Por otra parte, la injerencia de INDES en un primer momento en FESFUT llevó a un amago de FIFA con desafiliar a ESA con el nombramiento de una Comisión de Regularización. Posteriores acercamientos con la federación han permitido, entre otras cosas, la llegada a la Selecta de un DT de más calibre (y billetes $), "Bolillo" Gómez, pero también más herramientas, como todo el aparataje físico y humano de INDES que apoya a FESFUT con fisioterapia, piscinas (El Polvorín), etc., en una alianza nunca vista en esa dimensión entre fútbol y gobierno. Incluso, hasta se acabó la batalla eterna entre INDES y COES.

¿Hasta donde puede llegar la ayuda y qué tan válido es? Juzgue usted. Algunos críticos lo ven como una oportunidad populista de aumentar la imagen si se lograse, por ejemplo, una clasificación al Mundial en fútbol. Otros, como una oportunidad para trabajar de la mano por un deporte muy golpeado y que no sale del hoyo.  Para INDES, el fin justifica los medios, si se clasifica, todos van a celebrar.

Roberto Hernández, veterano del tiro con arco, cree que "ha habido un cambio para bien, el rumbo anterior era de masificación, pero ahora el enfoque es en la elite. Creo que hay cosas por mejorar todavía...". Lo que más alegra al tirador es "la apertura a recibir observaciones, me consultan qué modificar, nos escuchan, y es algo que definitivamente agradecemos", y dio un dato: "antes estaba Jorge Hernández, Rigoberto Hernández y yo en la elite, luego solo yo. Ahora ya es el doble de antes, tenemos 7 a nivel de competir en Copas del Mundo, y existe la posibilidad de aumentar".

Roberto Avelar, jefe de Deportes de Canal 21, cree que "ha sido buena la gestión deportiva, sobre todo porque con los C.A. y Caribe mejoraron montón la infraestructura en el país. El único punto que no fue acertada la decisión en su momento con la Comisión Normalizadora de la FESFUT, pero comprendieron rápido y la retiraron. Ha habido un cambio claro de política, acá se apuesta a los atletas elite, y recuperaron mucho terreno perdido en ciertas disciplinas".

Para Avelar, lo del fútbol en particular "va en la misma línea, antes (otros gobiernos) dividían más los fondos (FODES-Alcaldías-Equipos de fútbol), y cada quien administraba; muchos equipos de Segunda y Tercera han desaparecido porque los fondos no llegan. Pero por otro lado, crearon (ahora) la Liga Nacional, que me parece un buen proyecto porque obliga a cada departamento a hacer un semillero". Y concluye con que " a nivel más global, federativo, creo que es bueno que el gobierno apoye, aunque debe ser claro que no debe ser el que decida el futuro, sino las autoridades de cada federación".

Guillermo Hernández, comentarista deportivo en radio YSKL y profesor, dijo que el INDES de Bukele "busca premiar el esfuerzo de atletas con becas e incentivos económicos de acuerdo a resultados. Si bien no han sido muchos los que han sobresalido en el plano internacional, esa política... puede influir en más atletas a futuro". 

Y concluyó con que "sigue en deuda la masificación del deporte en las escuelas, el trabajo con los estudiantiles se ha visto disminuido en gran manera, sobre todo fuera de la capital. Los resultados a nivel de Centroamérica en Juegos Estudiantiles no han sido los mejores en relación a épocas anteriores".

Transversal a todo esto, la política de endeudamiento para financiar muchos de estos proyectos ha seguido la línea del gobierno. Eso sí, si Marcelo gana de nuevo Roland Garros, o si la Selecta clasifica, todo mundo celebrará. ¿A qué costos, con qué injerencias? Solo el tiempo lo dirá.

En cuanto a acceso a la prensa, este ha existido, y aunque siempre han mostrado balances y presupuestos para las obras, hay algunas dudas respecto a la ejecución y rendición de cuentas, podría mejorar mucho su imagen con un poco más de transparencia con el manejo de los dineros en las grandes obras.