Si bien la consecución de LaLiga número 34 del Real Madrid fue una gran alegría para la capital española, no se pudo festejar como de costumbre.
La Fuente de Cibeles está situada en el centro de Madrid. Cada vez que el equipo local campeona, sus aficionados la visitan con el afán de mostrar su alegría por la consecución de un nuevo título, sea este doméstico o internacional. Pero en este año atípico, el festejo también tenía que ser diferente.
Con una cerca de dos metros, la estatua de la fuente era protegida tal cual las joyas de la corona. Un cordón policial en toda la circunferencia de esta lo rodeaba para que los aficionados no entraran, y desde hace dos días, el Real Madrid había pedido que sus aficionados no recurrieran a la Plaza para celebrar. Sí, una nueva presea llega al museo del equipo merengue, pero con un sabor distinto.