No encuentran qué hacer con él. En 2019, el Real Madrid pagó al Eintracht Frankfurt 60 millones de euros, unos 73 millones de dólares al cambio actual, por la perla del equipo, el delantero serbio Luka Jovic, de quien se esperaba se convirtiera, con el tiempo, en la pareja ideal de Karim Benzema, e, incluso, en su sustituto.
Nada más lejos de la realidad. El desencanto ha sido grande. Apenas juega, se pasa lesionando, y muchas veces de maneras insólitas, como con caídas en su casa.
Ahora, el club blanco planea su salida, pero nada menos que a préstamo y al mismo equipo al que le pagó tanta plata. Y es que, ya que prácticamente no ha jugado, pues no es fácil vender o siquiera prestar a un jugador así, que no ha sido visto en la cancha.
Por ello, el Madrid confía en ahorrarse algunos dólares de su salario y otorgarlo a préstamo, con la esperanza que retome en su antiguo club algo del nivel que le vieron y que les llevó a comprarlo, para revalorizarlo en el mercado y luego deshacerse de él por un mejor precio, que permita que la pérdida no sea total.
Por ahora, se trabaja en una cesión de seis meses, es decir, lo que resta de campaña. Con 22 años, la versión oficial es que no pretenden deshacerse de él pase lo que pase, pero lo cierto es que no cuenta para nada para el DT Zinedine Zidane, y, cuando ha contado, ha sido muy poco por sus extraños problemas.
“Luka Jovic está a punto de llegar a nuestro club hasta el próximo verano. Todavía restan algunos detalles, como el chequeo médico, pero si todo está bien, volverá con nosotros pronto”, dijo el equipo teutón.