El Real Madrid ganó 5-3 al Fenerbahçe y sumó su primera victoria de la pretemporada con una actuación de guante blanco de Karim Benzema, autor de tres goles que eclipsaron los desajustes defensivos del conjunto madridista.
Tras otro día aciago de pretemporada, con la única buena noticia de Keylor Navas, el Real Madrid, sólo 24 horas después de perder frente al Tottenham 0-1 su tercer encuentro del verano, tenía la oportunidad de redimirse.
El rival, a priori, era propicio para levantar la moral de un grupo que, por ahora, no ha tenido muy buenas noticias. Entre lesiones, derrotas y humillaciones como la del Atlético de Madrid, el cuadro blanco no hacía más que sumar disgustos.
Zidane hizo una pequeña revolución en su once inicial. Sentó en el banquillo a Luka Modric, a Dani Carvajal, a Lucas Vázquez, a Rodrigo Goes y a Sergio Ramos. Al césped saltaron Álvaro Odriozola, Vinícius Junior, Fede Valverde, Isco Alarcón y Nacho Fernández. Los cambios, en un principio, no surtieron efecto. De nuevo, el Real Madrid salió dormido al partido y el Fenerbahçe, durante los primeros diez minutos, mostró algunas de las carencias blancas de esta pretemporada.
Sobre todo en defensa, donde los hombres de Zidane no acaban de encontrar consistencia. El técnico francés tendrá que hacer muchos reajustes en lo que resta de pretemporada si no quiere sufrir sustos a lo largo del curso. En esta ocasión, la coordinación entre los centrales y Odriozola no fue nada buena. Y, por el lado del lateral, llegaron los dos goles turcos.
El primero, a los siete minutos, obra de Garry Rodrigues. El jugador caboverdiano cogió la espalda a Odriozola, disparó desde fuera del área y sorprendió a Keylor Navas, que tapado por Marcelo no pudo evitar el primer tanto.
Justo después, el portero costarricense sí mostró el nivel frente al Tottenham después de evitar el segundo con una buena parada tras un cabezazo a bocajarro de Vedat Muriqi y con una estirada a un disparo lejano de Ozan Tufan.
Keylor evitó un 0-3 que habría sido tremendo para sus compañeros, que reaccionaron gracias a Benzema. El francés se echó el equipo a la espalda y, junto a algunos detalles de Isco, fue de los pocos que se salvaron en una primera parte irregular por los agujeros defensivos.