Alianza y Águila necesitan un milagro en Copa Centroamericana
Alianza y Águila llegan con mínima esperanza de avanzar a cuartos de la Copa Centroamericana, requieren vencer a Plaza Amador y Real Estelí, respectivamente.
Este miércoles inicia el tramo decisivo para dos gigantes del fútbol salvadoreño: Alianza FC y Club Deportivo Águila. Gigantes que, ya en el entorno internacional reciente, han tenido muchos problemas. Ambos clubes enfrentan "finales" anticipadas en la Copa Centroamericana: los albos visitan a Plaza Amador (Panamá), mientras que los emplumados llegan a casa del Real Estelí (Nicaragua).
El panorama es hostil: las opciones de clasificar son escasas, casi milagrosas, pero el impulso anímico está intacto tras sendas victorias en la Liga local.
En el torneo doméstico, el ánimo blanco no podría estar mejor. Alianza venció 2‑0 al FAS, rival histórico y siempre riguroso, mientras que Águila se impuso 1‑0 al Zacatecoluca. Estos triunfos representan mucho más que tres puntos: son combustible para la esperanza, generando confianza en aficiones y planteles para afrontar la jornada decisiva en el torneo regional.
El desafío albo: una visita sin margen de error en la Copa
Alianza está situado en el Grupo A de la Copa Centroamericana, que tiene al Plaza Amador en primer lugar con nueve unidades, Liga Deportiva Alajuelense con seis puntos en segundo lugar; y los albos acompañan al Antigua de Guatemala en el tercer puesto, con cuatro puntos, aunque los albos tienen peor diferencia de gol.

En último lugar está el ya eliminado Managua nicaragüense, sin puntos. Ahora, ante Plaza Amador, no hay espacio para la duda: sin un triunfo, el elefante quedaría fuera de combate.
Históricamente, no existen enfrentamientos recientes entre Alianza y Plaza Amador, lo cual añade incertidumbre al duelo. Esta falta de antecedentes puede jugar a favor o en contra, dependiendo de cómo se adapte el equipo albo al contexto panameño. El duelo será a las 7 p.m. en el estadio Rommel Fernández.
El éxito en la liga local, la victoria ante FAS, ha levantado el ánimo, incluso la llegada del holandés-salvadoreño Enrico Dueñas el equipo, aunque no juegue este partido, ha dado esperanzas a los aficionados blancos. Pero el panorama no es alentador, los albos tienen que golear al Plaza Amador y esperar que Antigua y Alajuelense empaten para poder clasificar, algo muy difícil, aunque no imposible.
Águila, obligado al heroísmo ante Real Estelí
Águila afronta uno de los choques más tóxicos de esta etapa: recibe en casa a Real Estelí, históricamente un rival que le complica el paso. En la edición anterior de la Copa Centroamericana, Águila fue eliminado precisamente por Estelí en cuartos de final, resultado que fue 2‑1 global a favor de los nicaragüenses.

La complicación: en caso de empate, Águila queda fuera. Solo una victoria lo clasifica, y de forma contundente. Incluso, un triunfo por un solo gol puede que no le alcance. Tiene que esperar que el hondureño Olimpia pierda por muchos goles ante el Xelajú chapín. Un empate de Olimpia, deja fuera a los aguiluchos del torneo regional.
El cuadro emplumado llega con buena forma a nivel doméstico: una reciente victoria 1‑0 ante Zacatecoluca que reflejó solidez defensiva y capacidad ofensiva. El técnico argentino Daniel Messina buscará sacar adelante esta misión, que en la previa parece muy, muy difícil.
El choque será en el estadio Independencia, casa del Tren del Norte (pasto sintético), a las 8 p.m.
El contexto regional y la necesidad del milagro
Ni Alianza ni Águila partían entre los favoritos en la Copa. Alianza con apenas una victoria en el torneo y en la parte baja de su grupo, y vienen de una fea derrota ante el Alajuelense en el Cuscatlán, mientras que Águila con también solo una derrota y un empate, vienen de empatar en un juego brusco ante el Olimpia, también en el Cuscatlán. La jornada decisiva del miércoles pinta como un suspenso regional.
Para Alianza, vencer en Panamá representa un punto de inflexión que reviviría sus opciones; para Águila, la victoria —casi un grito esperanzador en medio del desierto competitivo— puede significar su boleto a cuartos y permanecer con vida.
El tiempo apremia. Lo que parecía lejano, hoy es cuestión de 90 minutos más una pizca de fe. Si ambos equipos llegan con la motivación de los últimos triunfos en liga, ¿será suficiente? ¿Podrán convertir la fe en hechos en la cancha? Solo el miércoles, bajo la presión mayor y el calor de sus hinchadas, lo sabremos.
