El Real Madrid llegó con esperanzas de puntuar en El Sadar como recompensa tras un duro viaje hecho de Madrid a Pamplona. Los merengues se trasladaron con las precacuciones pertinentes y bajo mucha nieve en el camino.
Siendo francos el duelo estuvo a punto de suspenderse, sin embargo, hay que reconocer la labor del Osasuna para mantener la cancha en las mejores condiciones posibles. La tecnología y la excelente planificación permitió que el conjunto navarro tuviese en óptimas condiciones el césped, pese a las condiciones gélidas adversas.
Sin Rodrygo y sin Dani Carvajal el Madrid llegó a El Sadar con optimismo y confianza en el oficio propio. Sergio Ramos como titular, Casemiro como aduana y Benzema finalizando las jugadas. Nada puede salir mal, pensaron.
Pero el Osasuna se defendió con uñas y dientes en un juego sin luz y sin mayores emociones.
Sergio Herrera bajo palos y tres de los cuatro en la retaguardia: Vidal, Hernández y García, estuvieron imperiales para desarmar el plan ofensivo del Real Madrid. Arrasate plantó una muralla que nadie pudo vulnerar.
Para el Madrid el mejor jugador fue Casemiro, siempre barriendo de una toda insinuación navarra cerca de sus linderos. Nacho Vidal, por su parte, fue el valuarte para los rojillos.
Un 0-0 que supo a victoria para el Osasuna, librando una batalla notable desde la penúltima posición. La victoria le hubiese sacado de la zona de descenso, pero el empate ante uno de los mejor posicionados le supo a gloria.
Real Madrid (37) quedó a un punto del líder, el Atlético (38), con tres partidos más que los colchoneros.