Lizandro Claros, de ser deportado a ser llamado a la Selecta mayor

“Cuando me deportaron venía sin metas, sin sueños”, cuenta el defensa de Firpo, seleccionado sub 23 y uno de los nuevos llamados al combinado absoluto de El Salvador.

descripción de la imagen
Recientemente, Lizandro Claros participó con la Selección Preolímpica, donde compartió con el ahora seleccionador mayor, Hugo Pérez. Foto cortesía La Selecta

Por Franklin Ponce - Twitter: @_FP11

2021-05-08 11:31:13

En el 2017, Lizandro Claros estaba por ingresar a la Universidad de Carolina del Norte, en EE.UU., cuando fue deportado a El Salvador donde un poco después encontró una nueva oportunidad de vida, en el fútbol. “Cuando me deportaron venía sin metas, sin sueños”, señala. Apareció en la Primera División con el Independiente de San Vicente y luego fue promovido al Firpo, con la adquisición de la categoría de los vicentinos.

Ahora, el jugador es una de las novedades dentro de la convocatoria de la Selección mayor, luego de que también fuera tomado en cuenta por el técnico Hugo Pérez, en el Preolímpico de la Concacaf.

“Nunca le he reprochado a Dios por todo lo que he pasado. Siempre he confiado que él me guía de la mano por el camino correcto y ahorita sin duda alguna es Dios que me está dando todas estas nuevas oportunidades", expresó el jugador, emocionado al recibir su primer llamado al combinado absoluto de El Salvador.

"La verdad es que me siento más que emocionado, ilusionado por esta nueva oportunidad. Es un sueño cumplido ahora poder pelear un puesto para la Selección mayor, que es lo que todo futbolista salvadoreño sueña", apuntó el zaguero taurino.

El defensa quiere aprovechar la participación en esta prenómina, "primero para seguir creciendo como jugador y luego tratar de estar en el grupo para los partidos de eliminatoria", que se disputarán en junio, ante Islas Vírgenes Estadounidenses y Antigua y Barbuda.

El jugador reconoció que esta noticia lo tomó por sorpresa: "No me esperaba este llamado. Ahora (el viernes) durante la práctica me dijeron que me habían convocado y pensé que era broma. Cuando volví del preolímpico había tenido muy pocos minutos pero Dios sabe cómo lleva sus cosas, nunca dejé de dar el 200% en cada entreno, tratando de tener la mejor actitud aunque no jugara y gracias a Dios ahora estoy jugando", mencionó.

el zaguero procedente de Jucuapa quiere seguir viviendo su sueño como jugador profesional, del que tiene grandes expectativas: "Toda ilusión y meta del jugador salvadoreño es poder salir a jugar a otro país. Y primero Dios con mucho trabajo podré lograr esa meta que me he propuesto que es salir a jugar fuera de El Salvador", detalló, esperando que se pueda solventar su situación migratoria, para volver a ver a su familia que está en Estados Unidos.