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Opinión | El candidato a dirigir la FESFUT
En unos días puede comenzar un nuevo camino el fútbol salvadoreño si la Asamblea así lo decide, o seguir recorriendo los mismos senderos hacia la mediocridad
El primer paso para cambiar el fútbol y modernizarlo en el país ya se dio con la aprobación de los estatutos, pero era el más fácil y nos costó más de dos años y dos comisiones normalizadoras.
Ponerse de acuerdo en el país es de las cosas más difíciles, y en unos días se tomará la decisión de quién dirigirá a la FESFUT. Se debería necesitar un o una líder por sobre todas las cosas, alguien que sepa de fútbol, pero también de manejo administrativo, y que también sepa rodearse de personas capacitadas en otras áreas: leyes, logística y planeación estratégica, marketing deportivo y general, desarrollo deportivo, administración de empresas, etc.
Debería ser alguien que no esté contaminado ya por los vicios que se arrastran en el fútbol nacional, a donde con regalitos y promesas falsas de que ayudarían a su equipo o a su ADFA daban sus votos a cambio los asambleístas.
Esta vez, los estatutos de FIFA han establecido una serie de medidas que, al menos en teoría, exigirán a los miembros votantes ciertos mínimos, y los 40 delegados podrían terminar siendo menos, o no. Es algo que no está claro, pero a los miembros de las ADFAS se les pedirá una serie de requisitos, y dependerá de las personas que ahora conforman el Comité establecer que los cumplan para poder votar.
Tienen demasiado poder aún unas ADFAS que no han cumplido sus funciones finales y principales en años, y lo tendrán todavía para esta elección.
Pero también hay un punto que FIFA no puede manejar, y es a los candidatos, no puede decidir tampoco por los asambleístas y determinar por quién votarán. Al final, dependerá también de estos y sus voluntades votar realmente por alguien diferente. La pregunta del millón, ¿habrá algún valiente y con capacidad para presentar un plan en estos días y para lanzarse al barco de la FESFUT? Por el bien del fútbol, ojalá que sí, pero todo ha sido dirigido o pareciera encaminado a que habrá más de lo mismo en el edificio de la Escalón. ¿Por qué? Porque no se ha trabajado para que la meritocracia sea la que gane estos tipos de puestos en la sociedad salvadoreña. Ojalá me equivoque.