De la Selecta a entrenar reos en Mariona: la vida en la cárcel de Daniel Sagastizado

Ha estado en la cárcel desde 2008, pero desde el año pasado entrena a los privados de libertad en el penal, donde ya formó una selección. El exjugador de FAS y Limeño, entre otros, narra sus errores y su fe en salir adelante.

En el centro penal La Esperanza, reclusos han formado la selección de centros penitenciarios, dirigida por el exjugador profesional Daniel Sagastizado. Video: Oscar Portillo.

Por Carlos López Vides - Twitter: @Celvides

2019-10-14 5:50:54

“Soy un privado de libertad más en la vida, dirigiendo a unos privados de libertad con buena actitud y entusiasmo. Soy monitor de deportes”, explica Daniel Sagastizado. Pero no es tan cierto. No es uno más.

El exfutbolista es el único, entre los casi 5,000 reos en el Penal La Esperanza, en Mariona, que estuvo en la Selección. Es el único que jugó fútbol en Primera y que salió campeón tres veces, con FAS. Y está ahí, preso, porque en 2008, cuando con 37 años tenía dos de haberse retirado del fútbol, tomó malas decisiones.

Según información de la Dirección de Centros Penales, el exfutbolista está en la cárcel por dos delitos: extorsión y acoso sexual a menor incapaz. Su condena terminaría en dos años.

Pero la persona que entró a la cárcel en 2008 ya no es la misma. Lo dice el mismo Daniel: “Uno tiene que aceptar su error. Por muy grande que pueda ser una persona en el fútbol, negocio o empresa, todos estamos expuestos a una equivocación en la vida”.

Sagastizado muestra a sus jugadores cómo hacer toques de primera intención, dentro de los muros del penal. / Foto EDH Yessica Hompanera

Tras vivir gran parte de su condena, la vida de Sagastizado dio un giro a inicios de 2018, cuando Centros Penales decidió organizar Juegos Penitenciarios para que los reos tuvieran oportunidades de practicar deportes entre ellos, como parte de su rehabilitación.

Ahí, en medio de los casi 39 mil privados de libertad que guardan prisión en El Salvador (imaginen el Cusca lleno a tope), levantó la mano el ex seleccionado para organizar y dirigir un programa deportivo, parte del sistema “Yo Cambio”, que busca facilitar la reincorporación de los reos a la vida en sociedad.

Sagastizado, a la derecha (de amarillo), posa junto al equipo de privados de libertad en el Penal La Esperanza, en Mariona. Foto EDH / Yessica Hompanera

Dicho programa inició en el Gobierno del FMLN y la nueva administración le dará continuidad, según confirmó a El Diario de Hoy el director de Centros Penales, Osiris Luna.

– “Si yo sé una carrera, ¿por qué no se la voy a enseñar a un joven? Sabiendo mis capacidades y habilidades, no puedo desperdiciar mi tiempo. Voy a aprovecharlo, ganarme una oportunidad y demostrarles que sí se puede”.

Ahora, es el director de dos selecciones: la del penal La Esperanza y la de todos Centros Penales.

Con su experiencia en el fútbol, y con el apoyo externo de personas como Douglas Vidal Jiménez (presidente de la Asociación de Entrenadores de Fútbol de El Salvador, AEFES), quien le prestó bibliografía, Sagastizado montó un sistema de identificación de talento dentro del Penal La Esperanza.

“De unos 5 mil privados de libertad (en Mariona), salen -explica- los 18 a 20 mejores” que forman a la selección del penal, que entrena al menos dos veces por semana bajo su tutela, y quienes tienen un beneficio que ya quisieran los miles de reos que no están en la selección: salen a jugar partidos amistosos contra equipos de afuera, como pasó hace pocos meses contra Marte Soyapango y la reserva del Santa Tecla, entre al menos 11 juegos que han sostenido en lugares como Usulután, Nejapa, “Mágico” González o Soyapango.

Daniel tiene 48 años, pero no pierde su habilidad con la pelota, como la muestra en esta imagen. Sus jugadores lo aplaudieron después de una serie de técnicas. / Foto EDH Yessica Hompanera

Daniel afirma que en los jugadores que entrena hay talento como para integrarse a equipos profesionales del país, cuando sean libres: “Hay muchos jugadores que tienen buen oficio, que si se hubieran cuidado antes de llegar a este lugar estuvieran en un equipo grande, tienen capacidad y habilidades para poder estar en un equipo grande”.

Entrar a la selección de Mariona no es solo cuestión de talento. Sagastizado les demanda excelente comportamiento dentro del penal, y responsabilidad absoluta a la hora de salir a los partidos afuera de los muros de la cárcel. “Ningún interno ha cometido un error, están compenetrados a lo que vamos, a mostrar nuestra disciplina”.

En su equipo hay personas que cometieron delitos como tráfico ilícito de drogas, homicidios, violaciones, estafas, extorsiones, etc. Todos reconocen el fútbol como una opción para regresar a la vida en libertad, y le muestran respeto absoluto al entrenador, quien no incluye en su equipo a pandilleros, pues no quiere abrir espacios para indisciplina en su grupo.

Fachada del Penal La Esperanza, en Mariona. Ahí ha permanecido Sagastizado desde 2012. / Foto EDH – Yessica Hompanera

¿Y cómo se ve en cinco años? Responde que quiere trabajar en el fútbol como entrenador, identificar talentos para selecciones del país; y que se ve en Houston, trabajando en una escuela de fútbol junto a exjugadores y amigos que le dio el fútbol, como Víctor Velásquez, Williams Reyes y Alejandro Bentos, quienes jugaron con él en FAS.

Pero, para ser entrenador y trabajar con niños y jóvenes, Sagastizado debe recuperar la confianza de la sociedad. El expediente de su condena refleja que fue denunciado por 3 niñas de tocamiento en el centro escolar El Ciprés, Conchagua (9 a 12 años sus edades), hecho ocurrido el 30 de mayo de 2006,donde el exjugador llegó para hacerles pruebas físicas y se hizo pasar por un monitor de entidades deportivas.

Además, en 2008 extorsionó a una persona con 3,000 dólares bajo amenazas de muerte, según la Fiscalía.
Fue detenido el 9 de enero de 2008. Estuvo en el penal de Jucuapa y arribó a La Esperanza, en Mariona, el 26 de enero de 2012.

Sagastizado conversa con los periodistas Carlos Vides y Óscar Portillo, en el Penal La Esperanza. / Foto EDH Yessica Hompanera

“Estoy aquí por estafa y extorsión. (Lo del acoso a menores) eso ya quedó superado”, responde Daniel, y sobre lo ocurrido con las niñas da su versión: “Ante los ojos de Dios lo digo… hay cosas que me sorprenden en la vida. A veces la envidia existe en el mundo. Solo porque me vieron llegar y pensaron que tal vez les quise quitar alguna oportunidad en su trabajo, inventaron cosas que no eran lo correcto. Siempre levanté mi cara en alto con responsabilidad, y di mi cara y dije ‘nunca hice eso’. No sé por qué razón lo hicieron” el levantarle falsos testimonios, sostiene.

La libertad, para Daniel, está a 2 años. Tiene 11 en prisión. En el horizonte, el fútbol es su opción de vida. ¿Cómo convencer a la sociedad de que ya está rehabilitado? ¿Qué decirle al dueño de un equipo, o a una mamá o papá de familia?

“Tengo muchos programas de rehabilitación, y esos diplomas me van servir para mostrarlo a los jóvenes, o a un presidente de un club, para que puedan ver mi trayectoria, mi trabajo y mi rehabilitación. Ningún vicio. El ejemplo de mis hijos habla por mí, están en el extranjero (los 4 y su esposa viven en Houston). Si yo no hubiera sido un padre ejemplar, mis hijos estuvieran mal. Hay muchos equipos que han confiado en mi persona en el pasado, en el presente quiero demostrarles (…) que cada huella que voy dejando tengo que ver siempre hacia adelante, porque ya hacia atrás no puedo regresar. Esa es mi meta”, explica.

El hombre que pasó de la gloria en el fútbol a una celda y convivir con 2,500 reos en su sector de Mariona solo pide para él lo mismo que para sus jugadores: una oportunidad.

Su carrera futbolística

Cuando tenía 13 años, Daniel jugaba en una cancha de la familia García Prieto, en San Miguel. Llegó a ligas medias como delantero, en el Calzado Chamba, “y con 17 años metí 46 goles en el torneo”, dice hoy. Pasó al Liberal de Quelepa, Liga B, y marcó 27 goles. En 1991, lo vio el DT Óscar Emigdio Benítez y lo fichó para Atlético Marte.

“Sentí más confianza al ser un equipo grande. Conocí a jugadores como Carlos Castro Borja, Ricardo Guevara Mora, Iraheta Sanabria, Marcial Turcios, Jorge Joaquín Salazar, entre otros. Había un equipo de primer nivel”, rememora.

Daniel tenía pelo largo en su etapa con Dragón. Aquí, ejecuta una barrida con todo. / Foto EDH Archivo

Dragón, que peleaba por ascender, lo fichó y así Sagastizado formó parte del ascenso del escupefuego a Primera, para la temporada 1994-95. Jugó 5 años ahí.

El exjugador, al centro, celebra un gol de Balboa, en 2000. / Foto EDH Archivo

Ya no como delantero sino como un jugador defensivo fuerte y de respeto, Balboa le abrió las puertas en 2000, “y ahí llegó el éxito para mí, peleando entre los 4 mejores del torneo con el benjamín y dejando fuera al favorito, a FAS. Le fuimos a empatar 1-1 al Quiteño”, explica. Lo vio el entonces presidente tigrillo, Reynaldo Valle, y lo contrató.

Festejo de un gol de FAS. Desde la Izq.: Alejandro Bentos, Gilberto Murgas y Sagastizado. / Foto EDH Archivo

En Santa Ana, Sagastizado formó parte de la última época de gloria de FAS, cuando ganó cinco títulos entre 2002 y 2005. En tres de esas finales de campeonato, Daniel estuvo en la cancha para FAS.

Daniel junto al brasileño Nildeson Silva de Mello, “Nenei”, durante un alegre entreno de FAS. / Foto EDH Archivo
Abrazo con Ernesto Góchez, cuando jugaron juntos en FAS. Góchez es ahora parte del cuerpo técnico de Carlos de los Cobos, en la Selección Mayor. / Foto EDH Archivo

Su nivel de fútbol le llevó a la Selección. Lo convocó Milovan D’Joric para 1997, y se mantuvo hasta 2002 en el equipo nacional. Al pedirle su mejor momento con la Azul, no habla de su gol a San Cristóbal y Nieves en 2000, sino cuando se enfrentó al tico Paulo Wanchope el 28 de marzo de 1999, en el Estadio Nacional de San José, partido que terminó 4-0 a favor de los ticos.

Entreno con la Selección en 2002. Desde la Izq.: Sagastizado, el técnico Carlos Humberto “Imacasa” Recinos, Marvin Benítez y Deris Ariel Umanzor. / Foto EDH Archivo

Después, una lesión lo afectó en 2005. Jugó 6 meses para 11 Municipal en 2006 y “ya tenía oferta de Limeño. Ahí termina mi carrera en el fútbol, descendiendo en aquella era de Caballero, Garcete, Cristian Santamaría, jugadores de primer nivel que vinieron al país, pero no alcanzó”, narra.

Perfil 

Nombre: Daniel Sagastizado Velásquez
Data: 10 de abril de 1971, San Miguel
Edad: 48 años
Estado Civil: casado.
Hijos: José Nolberto (27 años), Ronaldo de Jesús (24), Jennifer Lisseth (24) y Daniel (13). Viven en Houston, EE. UU., junto a la esposa de Daniel.
Trayectoria: Entre 1993 y 2006, jugó en Atlético Marte, Dragón, Atlético Balboa, FAS, 11 Municipal y Municipal Limeño.
Palmarés: Cinco títulos de campeón nacional con FAS: Clausura 2002, Apertura 2002, Apertura 2003, Apertura 2004 y Clausura 2005. Jugó en 3 de esas finales.
Selección: Defendió los colores del país entre 1997 y 2002, incluidas eliminatorias al Mundial. Anotó un gol a San Cristóbal y Nieves, el 8 de octubre de 2000, hacia Corea-Japón 2002. La Selecta ganó 2-1 ese partido, de visita en la isla caribeña.