En estos días de Navidad, de festividades, es muy común que algún jugador se relaje. Es lo “normal”, más allá de que algunas ligas siguen en competición.
Sin embargo, hay un jugador que forjó su leyenda a base de disciplina casi militar. Se trata de Cristiano Ronaldo.
Según cuenta un excompañero en el Manchester United, a donde dio el salto a la elite, su disciplina por mantenerse en forma era casi obsesiva, pero eso le ha llevado a romper límites y a seguir estableciendo récords, además de seguir brillando a los 35 años.
Aunque sólo compartieron camerino durante una temporada en los “Diablos Rojos”, la mentalidad ganadora y su ética de trabajo siempre la recuerda Berbatov.
El búlgaro lo definió como un “profesional definitivo”. He sido un tipo afortunado por compartir aquella temporada juntos. Entrenar con él era como una guerra, porque no pensaba en otra cosa que no fuera ganar en todo, incluido los pequeños juegos que organizábamos. Pero eso no era malo, al contrario. Cristiano era un buen chaval que aumentaba la atmósfera de competitividad del equipo”, contó.
“Fuera del campo, era divertido y cariñoso con todos. En las fiestas de Navidad que organizábamos los jugadores nos los pasábamos de maravilla. Pero muy profesional. Jamás le vi beber ni siquiera esos días. Se cuidaba de modo extremo. Llegabas a entrenar y ya estaba en el gimnasio. Luego se quedaba a hacer trabajo extra rematando. Acababa, y se iba a nadar y volvía al gimnasio. Estaba decidido a ser el mejor”, narró.
El búlgaro concluyó que será difícil volver a ver jugadores como Cristiano, o como Messi. “Veremos a otros jugadores en el futuro con ese impulso similar para ganar. Creo que Kylian Mbappé se está acercando al máximo nivel. Tiene un gran futuro por delante. Sin embargo, cuando llegue el momento de que Ronaldo y Lionel Messi cuelguen las botas, nos daremos cuenta aún más de la clase de atletas excepcionales que eran”.