¿Por qué el Barcelona sigue sin poder volver al Camp Nou?
El club catalán aún no recibe autorización para volver a su estadio el Camp Nou ya remodelado, lo que prolonga su mudanza y complica la recuperación de ingresos.
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Juan Martínez / Agencias
Publicado el 24 de septiembre de 2025
El FC Barcelona aún no ha podido regresar al Camp Nou, cerrado en mayo de 2023 para su remodelación. Aunque el club había fijado varias fechas de reapertura —noviembre de 2024, primavera de 2025 y agosto de este año— ninguna se cumplió. El Ayuntamiento de Barcelona negó el permiso incluso con un aforo reducido de 27.000 personas, alegando problemas de seguridad en las vías de evacuación. Las obras han sufrido inundaciones, quejas vecinales y aumento en costos de materiales. Estos retrasos afectan las finanzas del club, que depende de préstamos y acuerdos de patrocinio condicionados al uso del estadio.
Cuando el FC Barcelona cerró las puertas del Camp Nou en mayo de 2023, lo hizo con la expectativa de volver un año y medio después a un estadio completamente renovado. Sin embargo, 16 meses después de la fecha marcada en el calendario, el equipo sigue sin poder jugar en su histórico recinto, alargando la espera de su regreso.
La primera fecha señalada fue noviembre de 2024, coincidiendo con el 125 aniversario de la institución. Esa opción no se cumplió, como tampoco lo hicieron los plazos posteriores de la primavera de 2025 ni el de agosto de este mismo año, cuando se esperaba disputar el tradicional trofeo Joan Gamper.
En busca de margen adicional, el club obtuvo permiso para jugar los tres primeros encuentros de la liga como visitante, con la idea de reabrir el estadio a mediados de septiembre. No obstante, tampoco fue posible.
Tras dos temporadas jugando en el estadio olímpico de Montjuïc, el equipo se trasladó al Johan Cruyff para disputar sus primeros compromisos como local.

Prioridad en la seguridad
El club había fijado su mira en el partido de liga contra la Real Sociedad como ocasión para inaugurar el renovado estadio. Sin embargo, el Ayuntamiento de Barcelona anunció que aún no podía otorgar el permiso, incluso con la capacidad reducida a 27,000 espectadores.
“Este Ayuntamiento debe garantizar la seguridad de todos los que quieran ir al estadio; esta es la prioridad”, explicó la primera teniente de alcalde, Laia Bonet. Por su parte, el cuerpo de bomberos indicó que todavía existen problemas con las vías de evacuación, lo que impide conceder la autorización.
Con capacidad para apenas 6,000 espectadores, este recinto suele acoger partidos de categorías inferiores, muy lejos de la magnitud del Camp Nou.
Contratiempos en la construcción del Camp Nou
Desde el inicio de los trabajos, el proyecto de remodelación se ha enfrentado a distintos obstáculos. Dos vestuarios tuvieron que ser reconstruidos en dos ocasiones a causa de inundaciones. Además, las quejas vecinales llevaron a imponer limitaciones horarias por contaminación acústica y lumínica. A ello se sumó el incremento en los precios de materiales, motivado en parte por la invasión rusa a Ucrania.
Durante una visita de obras organizada por el club a medios internacionales, entre ellos la AFP, se constató que dos terceras partes de las gradas ya están reconstruidas.
Faltan por completarse las del anillo superior. Se instalaron nuevos asientos, más amplios, además de la nueva iluminación, un área de estacionamiento y un césped en condiciones de juego.
Aun así, varios espacios clave no están terminados. El vestuario del primer equipo no ha sido finalizado, mientras que los destinados a los rivales sí están listos, aunque aún no cuentan con pintura y dejan a la vista tuberías en los techos.
La cubierta del estadio, en tanto, no será instalada hasta el verano de 2027, lo que supone que la obra completa quedaría terminada, como pronto, un año después de la fecha inicial.

Repercusiones económicas
Los retrasos en la reapertura tienen consecuencias directas en el plano financiero. El Camp Nou es una de las principales fuentes de ingresos de la entidad, tanto en la faceta deportiva como en la turística.
Según la prensa española, el club ha recurrido a préstamos para financiar las obras y atender sus compromisos económicos. A partir de diciembre debe empezar a devolver los intereses del crédito de 1,450 millones de euros contraído con Goldman Sachs, estimados en unos 45 millones de euros anuales.
El acuerdo por la explotación de palcos VIP, valorado en 100 millones de euros durante 20 años con inversores del Golfo, aún no se ha contabilizado en las cuentas de la institución debido a que el estadio no está operativo.
Lo mismo ocurre con el contrato de patrocinio con Spotify. La compañía, que firmó un acuerdo en 2022 para vincular su nombre al estadio y a la camiseta del primer equipo, paga actualmente 5 millones de euros anuales mientras el Camp Nou no pueda albergar el 90% de su aforo.
La cifra pactada originalmente era de 20 millones por temporada.

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Un nuevo objetivo en el horizonte para el Camp Nou
Ante las sucesivas postergaciones, el club ha señalado un nuevo plazo: el partido de liga frente al Girona, previsto para el 18 de octubre. La intención es poder disputar ese encuentro en el renovado estadio, aunque sea con una capacidad parcial equivalente a una cuarta parte de los 105,000 espectadores que tendrá cuando esté finalizado.
Hasta entonces, la reapertura del Camp Nou sigue pendiente de la resolución de las observaciones técnicas y de los permisos necesarios para garantizar la seguridad de los aficionados.
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