En Honduras se ha destapado un problema que podría traer consecuencias, en la medida que las declaraciones del árbitro Omar Leiva trasciendan en la nación centroamericana. El motivo es que este miércoles reveló en un programa radial lo que sucedió hace siete años en una final del fútbol hondureño con nombres y apellidos.
Fue en el programa Panorama Deportivo de Radio Internacional donde el árbitro asistente con participación a nivel centroamericano en torneos juveniles de la UNCAF dijo que fue objeto de intentos de soborno durante su carrera deportiva, donde también involucró a Óscar Velásquez, quien es hoy el presidente de la Comisión Nacional de Arbitraje, mientras él era profesional.
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“Esta decisión no ha sido fácil lo que estoy haciendo. Les pido a los compañeros que respalden algo. Yo me estoy poniendo en riesgo por no aceptar 10 mil dólares en un partido de fútbol, 5 mil para el (ahora) presidente de la Comisión de arbitraje y 5 mil para Omar Leiva y las pruebas aquí están”, dijo en palabras que retoma Diario Deportivo Diez.
Al momento de dar nombres de quién iba a ser el destinatario de los cinco mil dólares que no iban a ser suyos, mencionó a Velásquez. “Me fueron a dejar 10 mil dólares a mi casa. Yo les dije que no podía recibirlo y tuve la valentía de rechazarlo”, indicó.
La denuncia la enfocó hacia dirigentes del Real Sociedad de la ciudad de Tocoa, que había perdido 2-0 en la ida de la final del torneo Apertura 2013 ante Real España y necesitaba el mismo marcador en la vuelta para que la final se fuera a penales. En la cancha eso sucedió, pero el equipo tocoense perdió en la tanda de penales ante los aurinegros. El árbitro principal de ese juego fue Melvin Matamoros.
A siete años de ese evento y según medios hondureños, en momentos que no le fue concedido un partido de despedida del arbitraje en la final del fútbol local, el enlutado afirmó haber tomado la decisión por valentía a sabiendas del riesgo que se corre.
El intento de soborno se dio cuando ellos estaban concentrados y recibió la llamada de un amigo, quien le pasó a otra persona. “les dije; señores, me disculpan, no puedo aceptar estas cosas, solo voy a hacer mi trabajo, soy profesional, no los voy a aceptar pero tampoco les voy a afectar. Me dijeron: Ok, no querés a tu familia y me cortaron la llamada. Esto es grave”, denunció.
Luego de eso sacó a su familia por unos días de su hogar, aunque finalmente dijo que el dinero se lo fue a entregar al amigo que se comunicó con él en la previa de la final y no sabe el resto de la historia, a pesar que Velásquez lo habría llamado en esa semana para pedir su parte del soborno.
“Ya escucharon, esta decisión la tomé yo con mi familia. Sé el riesgo que estoy corriendo y mi familia, no tengan miedo. Hay compañeros que me han llamado, preparadores físicos, excompañeros de Comisión de Arbitraje, árbitros activos. No tengan miedo. Es difícil que llevés prueba y te cierren las puertas”, sentenció.