Fausto Omar “Bocho” Vásquez fue un mediocampista que destacó en la Primera División, por su entrega dentro de la cancha, que ahora imparte como entrenador. Él, además es el protagonista de esta sección de todos los lunes en El Diario de Hoy.
Una mesa, una taza de café y la atenta atención del inquieto “Rex”, el perro raza bóxer del profesor, fueron los elementos que acompañaron una tertulia un tanto emotiva de muchos recuerdos. El “Bocho” fue jugador del Atlante, Atlético Marte, Sonsonate, Limeño, Firpo y Chalatenango. Con todos compartió momentos especiales, pero del que más sintió apego fueron los marcianos.
“Me tocó jugar en un momento donde habían grandes figuras. Por eso me siento un bendecido de haberlo hecho y por todas las cosas que logré y sigo consiguiendo gracias al fútbol”, resume su vida como jugador.
Una de las pioneras de la gimnasia en El Salvador, participó de la primera Selección del país en un evento internacional: Guatemala 1973. Es entrenadora desde hace 45 años y trabaja como voluntaria en Olimpíadas Especiales desde 1980
Fueron casi quince años de carrera, de grandes anécdotas, buenas y malas, de esto último por el mismo mal de siempre: “Decido retirarme porque la gente me silbaba y me hacía reconocer que tenía algunas limitantes. Pasaba de los 30 años. Tenía mi hogar establecido y en los equipos ya había mucho impago. Tuve que conseguir otro empleo, para mantener a mi familia”, confiesa Vásquez.
Pero a pesar de que decidió “colgar los tacos”, del fútbol no se pudo alejar, ya que a partir de ese momento comienza su etapa como entrenador: “Por recomendación de un amigo llegó al Colegio Centroamericano, donde ganó diez títulos colegiales. Luego llego al colegio San Francisco, con quien ganó doce trofeos en esta misma competencia. Sumo 22 títulos, un récord hasta donde sé, nadie ha podido igualar”, apunta.
Al mismo tiempo que entrenó a estos institutos, también figuró como entrenador en la Segunda y Primera División, al lado de Juan Quartarone (Q.D.D.G.): “Era un genio del fútbol. Todo lo que decía se cumplía, por eso le decían ‘Brujo’, aprendí mucho de él”, señala.
Al fútbol, Fausto Omar Vásquez no tiene nada que reprocharle, a pesar de que lamenta no tener la oportunidad de dirigir a una selección juvenil: “Lastimosamente en mi país no se está por condiciones o cualidades. El amiguismo no desaparece. Con ese récord de títulos ganados a nivel colegial nacional, ¿no cree que tengo algún derecho para dirigir a una selección juvenil? Me siento pedagógicamente capaz. Lastimosamente no tengo a un padrino para hacerlo”.
La fe de dirigir a una selección no la pierde, mientras continua con su experiencia como entrenador, de la que también asegura:“no dejo de aprender y disfrutar”.
¿Qué hace?
Actualmente, Fausto Omar Vásquez es entrenador del Racing Júnior de Armenia, de la Segunda División, con quien está siendo protagonista en el inicio del torneo Clausura 2019.
“Con muchas limitantes estamos dando de que hablar en la competencia. Son jugadores con grandes virtudes. En el equipo no tengo ningún extranjero, porque considero que debe de ser mejor que los nacionales. No puedo darme el lujo de tener a un jugador de afuera, para estar en la banca y ganando mejor que un nacional”, enfatiza.
Con el equipo de Armenia, están luchando por el liderato del grupo A, en la Liga de Plata y el torneo anterior fue semifinalista: “Es un sueño estar en la final y por ello, a pesar de las limitantes, tenemos ese objetivo, porque el equipo se lo merece y también toda la gente que nos acompaña”, dijo.
En la segunda División, Vásquez ha sido uno de los entrenadores más destacados, porque antes de llegar a Armenia, estuvo dirigiendo a El Roble, a quien hizo un equipo fuerte.