25 preguntas a Ramón Fagoaga, exmundialista salvadoreño: “Si volviera a jugar, con el VAR me meterían preso”

Mundialista de España 1982, referente en selección y en aquel Atlético Marte múltiple campeón nacional. Caudillo, amado y odiado por muchos, sobre todo cuando les tocaba enfrentarlo

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Ramón Fagoaga, exfutbolista salvadoreño. Foto EDH / Archivo

Por Wilfredo Hernández | Twitter: @wilhernandez68

2019-12-19 5:35:45

Detrás de esa figura recia, seria, imponente, está la persona afable, sincera y cariñosa con los suyos. Porque aquel jugador duro, “chuco” para algunos, era, en realidad, el amigo, el caudillo, el líder irredento que volvía por sus compañeros.

Ahora, ya en “el tercer tiempo”, como él lo define, Ramón Alfredo Fagoaga Romero (San Miguel, 1952) evoca sus recuerdos y vivencias en el fútbol nacional, y las compartió con Cancha a la par de un buen par de tazas de café.

1. ¿Quién es Ramón Fagoaga?

Soy administrador de empresas, estudié psicología, maestría en finanzas, administración deportiva, soy entrenador Clase A; tengo una familia desde hace más de 40 años, tres hijas profesionales que ya son parte del área productiva de nuestro país y dos preciosos nietos, Diego y María Natalia; pero, sobre todo, soy un milagro de Dios, imaginate que soy asmático, pie plano, bizco y con todas esas limitantes jugué fútbol, decime si no soy un milagro de Dios.

2. Hablemos de fútbol, ¿de verdad nuestro fútbol ha tocado fondo, cómo lo ve usted?

Sí, hemos tocado fondo. El problema es que muchas veces no lo queremos reconocer que hemos tocado fondo, y cuando no lo queremos reconocer por cuestiones de interés personal, entonces es fácil que no presentemos una forma de cómo salir de ese fondo en el que estamos. No es fácil, hay que trabajar en muchos aspectos para poder salir de esto.

3. ¿Pero entonces, cómo salir?

Yo lo veo desde el punto de vista administrativo, financiero y organizativo y además deportivo. Todas las áreas van ligadas. Primero, debe haber una elección del consejo directivo de la Fesfut que sea transparente, creíble, y que no hayan convenios entre ellos para que se sigan dando ruedas de caballitos y que sigan los mismos trabajando en el fútbol.

Porque ya se vio que todos los que han estado en el fútbol, no entienden el fútbol y ese es el problema. En la parte deportiva, creo que hay que trabajar más a mediano y largo plazo, el problema es que no lo queremos hacer. Todos dicen que trabajemos las bases, pero los equipos de la Liga Mayor no trabajan las bases. Podemos masificar, pero un niño, un joven, la aspiración que tiene es jugar en el equipo de sus amores, y eso lo da la formación en ese mismo equipo de sus amores, que no la hay.

4. ¿Cómo era el fútbol en su tiempo?

Era más artesanal, más en el barrio. Nosotros nos formábamos en la calle y en los predios baldíos. Tuvimos la suerte de encontrarnos con mecenas, como don Víctor Manuel Piche, en el Pipiles, donde nos formamos en las infantiles, después se nos dio la oportunidad de conocer a José Luis Siu, Isaías Choto, Hernán Carrasco, quienes me dieron las bases fundamentales para entender el fútbol, pero no sólo eso, sino también fuera del campo de juego.

Marvin Monterroza de El Salvador, en el partido ante Santa Lucía. Foto/Matías De la Croix / Concacaf / AFP

5. ¿Entonces, el fútbol salvadoreño ha evolucionado, retrasado o se ha estancado?

En unas hemos retrocedido y en otras nos hemos estancado. Hay factores que nos han ayudado, nos ha globalizado, como la tecnología, pero no la utilizamos completamente acá. El fútbol como tal, personalmente, todos dicen que ha cambiado, realmente no veo el cambio tan marcado, si no es por la tecnología, porque las bases de competencia son parecidas. Para mí la esencia del fútbol no ha cambiado.

6. ¿Entonces, si no ha cambiado mucho, por qué sufrimos tanto con equipos con los que tradicionalmente no lo hacíamos?

Porque ellos han crecido. Todo el Caribe tuvo un crecimiento confiado en factores como raza, contextura física, etc. Y ellos sí han sabido utilizar la tecnología de mejor manera, entonces eso ha permitido que ellos crezcan. Ellos nos han alcanzado.

7. Cambiemos de tema, ¿quién lo metió en esto del fútbol?

Mi papá. Me decía, cuando yo tenía cinco años, ‘vos vas a jugar en el Marte y en la Selección’ y las dos cosas se le dieron. Yo comencé de delantero y nunca había marcado, solo atacaba, era goleador, pero cuando llego a Marte, venía de Dragón, había como siete delanteros y don Hernán solo jugaba con dos, entonces me dijo que no tenía lugar para jugar, pero insistí y me quedé. Un día, contra la U, me mete a marcar a Lito Robles, una vez se me fue, de ahí ya no. Ahí comencé a jugar de volante de contención. Y después llegué a central porque se lesionó Luis Rivas, que además era el capitán de la Selección y a quien también sustituí en esa posición en la Selecta, en una semana me convierto en zaguero central y ahí me quedé, además de que tenía fama de chuco.

8. ¿Y cómo tomaba que lo consideraran un jugador chuco?

Yo siempre supe interpretar mi papel y estoy orgulloso de eso. No me molesta nada, es más, si volviera a jugar volvería a ser igual, nada más que con el VAR me meterían preso. A mí se ayudó mucho la tecnología (risas).

9. ¿Jugó otros deportes, además del fútbol?

Practiqué el taekwondo y el basquetbol, pero ahí me sacaban porque golpeaba mucho.

10. ¿Entonces pegaba en todos los deportes?

Sí, en todos los deportes.

De izquierda a derecha: Cerna, Carlos Cañadas, Manuel Cañadas y Fagoaga en un homenaje. Foto EDH / Archivo

11. ¿Y quién le enseñó a pegar, o ya lo traía en la sangre?

A mí me enseñaron a pegar unos argentinos que vinieron a jugar acá. Nos enseñaron a pegar en la parte débil del adversario o el ángulo adonde los árbitros no tenían la visión. Más los nacionales. Yo comencé jugando a la par de dos indios, con el Indio Anaya, de lateral derecho; y con el Indio Vásquez, por izquierda, y los dos sucios para jugar y también me enseñaron a pegar, aunque yo les preguntaba que si se valía, y ellos me decían que sí.

12. Dijo Carlos “Papo” Castro Borja que usted era quien recibía a los novatos en Atlético Marte ¿cómo los recibía y qué les decía?

Les hacía conciencia a qué equipo iban. Marte, por ejemplo, es un equipo diferente, hay que entenderlo. Quien juega en Marte aprende a jugar en contra de todo, por eso es que un jugador de Marte rinde en una selección. En la del 70 eran Marte, en el 82 eran Marte la mayoría de los titulares. Mirá, en esa época a los militares no los querían, entonces iban en contra de nosotros. Nosotros jugábamos con 100 aficionados nuestros y miles contrarios, siempre. Jugábamos contra la afición, contra el árbitro y contra el adversario, todo eso nos hacía fuertes. Entonces al jugador de Marte le decíamos ‘mirá, venís a un equipo en el que tenés que aprender a jugar’.

13. ¿Qué recuerda de su debut en la Selección?

Fue un 24 de julio de 1986. Yo sustituía a Luis Rivas, que se lesionó en la previa y Raúl Magaña me llegó a buscar a mi casa para darme el puesto. Yo siempre he sido nervioso y siempre tuve miedo escénico hasta que me retiré. Primero aquella cosa de pensar y ver en el camerino a todos los jugadores a quienes yo admiraba, para mí era algo inimaginable y además jugar contra el campeón del mundo y a estadio lleno. Un agradecimiento a Paco Jovel, a Tomás Pineda por la confianza que me dieron ese día, a mis compañeros, a Raúl Magaña. En ese partido yo iba adelante de Paco y nos complementamos bien, claro yo se los daba medio muertos, pero él con esa calidad que tenía especial no le pasaba nada.

14. Sin embargo, en la placa conmemorativa de ese partido en el estadio Cuscatlán no aparece su nombre

Siempre les digo eso, que es una ingratitud, pero ya vi la placa y se ve que es cara y por eso no la cambian. Es que eso lo mandan a hacer con mucho tiempo de anticipación y entonces no se había lesionado Luis Rivas y ese es el nombre que sale.

Foto de referencia sobre amaños en el fútbol.

15. ¿Qué piensa de los amaños en la Selección?

Detesto eso, yo te digo, para mí es lo único que yo no les puedo perdonar. Mirá, yo le puedo fallar, me pueden decir sucio, chuco, todo lo que quieran, lo que no me pueden decir es que yo le fallé a la Selección o a mi país, eso para mí es imperdonable. De verdad, cualquier cosa, lo que quieran, eso no lo perdono. Es que le estamos fallando a la Patria, a nuestra gente. Es que nuestra gente entre lo que más quiere está la selección de fútbol y que le fallemos a nuestra gente, es pecado.

16. Algunos dicen que prefieren ni pensar en su reacción si eso hubiera pasado en su época. ¿Qué hubiera hecho usted?

No creo que hubiera sucedido en mi época porque solo con mencionar que alguien dijera ‘mirá, vamos a vender un partido’ yo lo saco y de mala manera. Seguro nos hubiéramos peleado, creo que hubiéramos armado un buen desmadre y lo hacemos público y yo lo hubiera señalado y me hubiera dado con él en la madre, sea quien fuese.

18. ¿Por qué no jugó en el extranjero usted?

Yo tuve contrato con el Jerez de España, yo fui el segundo que arregló, después de Jorge González, pero yo fui el más castigado de la selección. Fui castigado porque yo era líder y cuando tú eres el líder…

Todo lo que pasó en España me lo achacaron a mí e hice cosas como por ejemplo tapé la marca Adidas de la camisa, porque me ofrecieron dinero para mostrar eso, pero solo a los que estábamos en el campo, a los de la banca no, entonces yo opté por hacer eso como protesta porque nos tenían que pagar a todos o a ninguno.

Eso afectó a la Federación, por eso y otras situaciones el castigado fui yo y no mandaron mi transferencia, entonces tuve que venir para mover transferencias de mis otros compañeros (Norberto Huezo, Jaime Rodríguez, Jorge González), pero la mía no logré que me la dieran. Solo me quedó el contrato firmado y lo puedo mostrar a quien no me crea. Fue triste porque fue una situación bien egoísta conmigo, no se si con razón o no.

19. Hablando del Mágico, ¿Cómo era marcar a Jorge González?

Jorge jugaba más por las bandas, pero cuando se enfrentaba conmigo, que yo me acuerde, nunca me pasó. Pero había un motivo, yo le hablaba, cuando estábamos uno a uno, él sabía lo que le iba a hacer, yo le hablaba no con buenas intenciones, le decía cosas que le haría y él sabía que se las iba a hacer.

Recuerdo un partido entre FAS y Marte, él estaba frente a mí, estadio lleno, el estadio esperando qué me iba a hacer, claro Jorge es un genio, yo le dije ‘me intentás pasar vos solo, te mato’, pero con todos los improperios que te podás imaginar, él se me queda viendo, agarra la pelota, me la tira y me dice ‘ma, esto no es lucha libre’, y yo salí jugando. A mí me quiso llevar al FAS don Armando Monedero, pero para que no le quebrara a Jorge y él lo quería vender, o sea, no era porque era bueno… (risas).

20. Mucho se habla de los técnicos de las selecciones y entre ellos sobresale Milovan D’Joric ¿Fue el serbio en mejor técnico de la selección?

No creo. El mejor técnico de todos fue don Hernán Carrasco. También Juan Quartarone, Raúl Magaña. Lo que pasa es que aquí la gente se equivoca, la gente dice Milovan porque los trataba mal. Yo no entiendo porqué mucha gente habla de eso, incluso jugadores, si Milovan hubiera estado en la época de nosotros, yo no lo hubiera aguantado, seguro. Él tenía una disciplina, que no es malo, es buenísimo, ahora el maltrato no lo acompaño y él lo hacía. Yo aceptaba la responsabilidad y el trabajo duro, pero la falta de respeto no; y él era muy irrespetuoso.

Brayan Gil, delantero de FAS, entró en el 11 ideal de la fase regular.

21. ¿Qué piensa de las nacionalizaciones de jugadores?

Si son necesarias está bien. Nosotros tuvimos en 1977 dos, Albert Fay y Alcides Piccioni. La correcta era la de Fay, la otra no. Si es necesario, sí. Yo lo que no entiendo es cómo un político puede estar saliendo en la foto y diciendo ‘vamos a nacionalizar’, si eso es tristeza para nosotros. Con Brayan Gil yo no me opongo y ojalá que sirva. Hay que hacer un análisis técnico si realmente con ellos el equipo va a progresar.

Con Gil ¿vamos a tener gol? a lo mejor sí. El problema es que cargarle a un muchacho de 18 años de edad toda esa responsabilidad es bien complicado y en lugar de ganar cuando tenga más años, lo podemos echar a perder. Debemos pensar bien si nos conviene nacionalizar o no. Yo me pregunto ¿si tan buenos son, porqué no los llaman de su país?

22. ¿Usted trabajó un tiempo en la Fesfut, y luego renunció, por qué?

Trabajé en el 2001 solo para la Comisión Normalizadora, duró un año. Luego en 2006 estábamos trabajando bien, comenzamos con fútbol playa, fútbol femenino, fútbol sala y teníamos cuatro selecciones, más la mayor, concentradas en el albergue y en la Villa Olímpica, los muchachos estudiaban y los fines de semana se iban para sus casas, yo creo que fue un trabajo muy bonito y muy bueno. Lo que pasó fue algo que no me gustó, fue una orden que yo recibí que no me pareció y que no se asumiera la responsabilidad y que me la pasaran a mí cuando yo no era el responsable, entonces mis compañeros de selección pensaron que yo les había fallado y a mí me dio pena y tristeza y renuncié.

23. ¿Qué piensa de los directivos en general?

Hay buenos y no tan buenos. El problema que tienen los directivos es que muchas veces ellos quieren hacer lo que ellos creen o dicen y tal vez no tienen el conocimiento para hacerlo, porque muchas veces pueden tener la educación formal, ser licenciado o ingeniero, pero la parte deportiva es diferente, entonces ellos muchas veces no se dejan asesorar, o se dejan asesorar por gente que les sigue la corriente porque quieren mantener un puesto, o igual no sabe. Entonces el que está arriba quiere demostrarle a todo el mundo que él es el que manda.

Junto a Manuel Cañadas hicieron dos ediciones del libro “Corazón Futbolero”. Foto EDH / Menly Cortez

24. ¿Qué le dejó el fútbol?

Una gran felicidad. Primero ser fan de la selección, un agradecimiento a toda esa afición linda que siempre tuvimos y a todo lo que le llamamos fútbol. Si no es por el fútbol no se cómo hubiera salido en la vida porque yo vengo de una situación con mucha escasez, yo anduve descalzo hasta los 12 años y era porque yo era “patudo”, entonces yo solo tenía para un par de zapatos al año, porque rápido lo dejaba y no había para otro. Pero vivía en un hogar lindo, con mucho amor. Y el fútbol me abrió las puertas y me dio la oportunidad de crecer como ser humano.

25. ¿Cómo le llegó esa su faceta de escritor?

Yo en mis ratos libres escribo. Yo tengo bastantes cosas que las he escrito en mis ratos libres, muchas cosas. Lo que pasa es que no lo he publicado. En eso estaba cuando Meme Cañadas saca su segundo libro. Meme es un escritor de raza, para mí el mejor escritor deportivo del país. Entonces me da la oportunidad de que yo sea coautor de Corazón Futbolero II y que ponga unas líneas ahí, que le agradezco profundamente. Un día voy a sacar mis memorias, que aunque no sean leídas por nadie tengo muchas cosas que contar.