Las lecciones que deja la elección de Filipinas

Las elecciones son procedimientos para la escogencia de representantes ante distintas instancias. Constituyen un desafío no solo político, sino también logístico.

Los partidos políticos, las autoridades gubernamentales, los funcionarios electorales, las fuerzas de seguridad y los representantes de la sociedad civil deben articular acciones en conjunto mucho antes del día de la elección para que todo se complete de manera satisfactoria. Durante la jornada de votación la maquinaria electoral se pone en marcha respaldada por un complejo trabajo logístico que tiene como finalidad permitir que millones de ciudadanos se expresen por la vía electoral. Es una tarea altamente exigente.

Ahora imaginemos lo que significa en un país como Filipinas, un archipiélago habitado por más de 100 millones de personas y compuesto por más de 7 mil islas, algunas de ellas sin energía eléctrica constante, y otras de difícil acceso (solo con avionetas o helicópteros).

En la reciente elección filipina cerca de 68 millones de personas estaban habilitadas para votar. Se eligieron más de 18 mil cargos y se presentaron casi 50 mil candidaturas. Elementos que hacen de las elecciones filipinas una hazaña de gran envergadura —aún más en un contexto pandémico—. No obstante, la elección del pasado 27 de mayo fue la más rápida, ordenada y pacífica, alcanzando incluso una participación histórica de 83 %.

Tan sólo media hora después del cierre de la elección, la comisión electoral (COMELEC) había recibido el 20% de los resultados, y en dos horas ya se habían publicado más del 50% . Esto fue posible gracias a la automatización electoral, que desde 2010 es una realidad en el país. Para esta elección más de 107 mil Máquinas de Conteo de votos (VCM, en inglés) fueron desplegadas en 37 mil centros de votación para la lectura automatizada de las boletas. La tecnología permitió también la transmisión, consolidación, y publicación de los resultados de manera oportuna.

Para la medianoche cerca de 90 mil máquinas habían transmitido los resultados: un incremento de más del 20 % con respecto a las elecciones de 2019.

Antes de la automatización electoral los resultados en Filipinas eran anunciados hasta 6 semanas después de la jornada electoral, lo que, entre otros efectos, generaba desconfianza en el organismo y graves incidentes de violencia. Desde la implementación de la tecnología, estos incidentes han disminuido de manera importante. De acuerdo con el titular de la COMELEC, los comicios de este año fueron los menos violentos en años.

Pero Filipinas no es un caso aislado de automatización electoral en contextos de alta complejidad logística. No es casualidad que tanto Brasil, con casi 150 millones de electores, o  India, con más de 180 millones de votantes, hayan automatizado la emisión del voto. En el caso del país suramericano, gracias a la urna electrónica los resultados se conocen la misma noche de la jornada electoral.

Filipinas, que tiene 12 años automatizando sus elecciones, sirve de referente para otros países de la región. Por ejemplo, Indonesia, con 190 millones de votantes, aún experimenta procesos electorales cargados de violencia. En las elecciones de 2019 se registró un gran número de muertos y heridos. Al ser un proceso netamente manual, la labor de los trabajadores electorales se prolongó hasta por 19 horas, dejando un saldo de 272 personas fallecidas por agotamiento y casi 2 mil con afectaciones de salud. Este país puede ver en Filipinas un modelo a seguir para modernizar sus elecciones. De hecho, el presidente de la comisión electoral de Indonesia, que formó parte de una misión de observadores en Filipinas, alabó la rapidez en el conteo de los votos y reconoció la importancia de ofrecer resultados rápidos para evitar la conflictividad social.

En contextos polarizados o con antecedentes de incidentes violentos, la tecnología ya sea en la emisión y/o en el conteo de los votos puede contribuir a brindar tranquilidad al electorado y las fuerzas políticas, ofreciendo resultados rápidos y auditables.

Director de Desarrollo Institucional
Transparencia Electoral