La otra cara de la maternidad

Cinco días antes del día de la madre de este año, CNN en Español compartió un video llamado “La depresión posparto les costó la vida a esta mujer y su bebé” en su canal de YouTube. En este, se cuenta la historia de una mujer llamada Pranaiya Oulapathorn y su batalla contra la depresión posparto que, lastimosamente, no pudo vencer. Pranaiya se suicidó y le quitó la vida a su hijo. Es una historia terrible, pero revela la importancia de evidenciar un trastorno que afecta a alrededor del 44.4 % de las madres en su etapa posparto en nuestro país.

Víctor Navarro, psiquiatra del Hospital Clínico de Barcelona, explica que las mujeres en las primeras dos semanas después del parto pueden sufrir de tristeza, dolores de cabeza e insomnio. Estas sensaciones son totalmente normales para cualquier madre; cuando deja de ser normal es cuando supera ese periodo y se puede diagnosticar la depresión posparto, caracterizada por una muy elevada ansiedad y una mayor depresión. En esta situación, las posibilidades de que la madre cometa suicidio son altas. Sienten un rechazo hacia su hijo, pero es poco probable que sea agresiva con él.

Aunque este sea uno de los momentos más duros que puede venir con la experiencia de ser mamá, en El Salvador hay muy poca información sobre este trastorno. Es difícil saber que muchas mujeres lo estén sufriendo justo ahora y que no sepan la razón por la cual sienten rechazo hacia sus propios hijos; que estén tristes y ansiosas sin ninguna razón aparente.

“Debería ser” uno de los momentos más felices de sus vidas. Parece ser que no es una de las prioridades o simplemente hemos decidido no hablar sobre lo que podemos pasar en situaciones como esta. Es irónico pensar que, en El Salvador, la tasa de natalidad es de 2.02 hijos por mujer, según el Banco Mundial en 2019, y aún así no se hablen temas como este.

Hay que mencionar que no hay muchas fuentes de información sobre este tema en nuestro país, hasta en 2021, que la doctora Andrea Villacampo de la Universidad Evangélica de El Salvador realizó un estudio: “Relación entre riesgo y factores asociados a depresión postparto del puerperio inmediato de mujeres con bajo riesgo obstétrico”.

En él, se explica cómo se hizo el estudio en mujeres con bajo riesgo obstétrico en el Hospital Zacamil en el año 2019. Se encontró una prevalencia de riesgo a depresión posparto en el 44.4% de mujeres del estudio. También, se declara que hay diversos determinantes para que una madre sufra de esta patología, que pueden ser sociales y psicológicos.
En los determinantes sociales sobre si la madre puede padecer depresión posparto destacaron algunos que son comunes en nuestra sociedad, como la violencia intrafamiliar, el estado civil de las madres, su educación y trabajos inestables. También, como determinantes psicológicos se encontró que la culpa está fuertemente asociada con esta enfermedad, igual que las redes de apoyo de la madre.

Esto es una muestra de la importancia de la planificación familiar y como el entorno afecta a las mujeres que serán madres. Es importante mencionar que al menos 1 de cada 10 mujeres desarrolla una enfermedad de salud mental durante el embarazo y parto, según la Maternal Mental Health Alliance. No es nada raro y les pasa a miles de salvadoreñas.
La idea generalizada de que las mujeres serán felices siendo madres y lo que más desean debería ser la maternidad es perjudicial. Crea un estigma sobre nuestros derechos obstétricos y básicos de una mujer, sobre lo que significa tener una vida sexual planificada y plena, y la libertad de hacer lo que queremos con nuestros cuerpos.

Es vital que más organizaciones hablen y creen conciencia en nosotros sobre la maternidad y sus efectos, para que más mujeres puedan ser totalmente honestas y francas sobre cómo en un momento de la vida que se ve tan maravilloso, también puede haber malos ratos y cómo superarlos. Puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de una madre.