Tres días después, Honduras reactiva el escrutinio de las elecciones presidenciales
El CNE hondureño retomó este lunes la actualización del conteo de votos tras una pausa técnica que generó críticas, incertidumbre y acusaciones de injerencia. Así avanza el cierre de uno de los procesos más tensos en el país vecino.
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Agencias
Publicado el 08 de diciembre de 2025
Honduras retomó el escrutinio tras 72 horas de parálisis que elevaron tensiones y sospechas. El CNE actualizó los datos y confirmó la ventaja mínima de Nasry “Tito” Asfura sobre Salvador Nasralla, mientras Libre denunció injerencia externa y pidió movilización. La pausa técnica, poco explicada, alimentó dudas en un clima ya polarizado. Con el 87.96% de actas procesadas, el país exige transparencia para evitar protestas y fortalecer la confianza. Vos seguís pendiente de un proceso que definirá la presidencia desde 2026, mientras avanzan impugnaciones, verificaciones y el escrutinio final en los próximos días de incertidumbre y ajuste institucional para Honduras entera.
El ambiente político de Honduras arrancó la semana con un poco más de claridad, aunque no menos tensión. Tras casi 72 horas de parálisis técnica, el Consejo Nacional Electoral (CNE) volvió a actualizar este lunes el escrutinio de las elecciones generales celebradas el 30 de noviembre.
La falta de movimiento en el sistema, desde el viernes, había encendido alarmas entre partidos políticos, observadores internacionales y organizaciones ciudadanas, que exigían al organismo electoral celeridad y transparencia.
La reanudación del conteo confirmó que el candidato del Partido Nacional, el conservador Nasry “Tito” Asfura, mantiene una ventaja estrecha sobre su principal contrincante, Salvador Nasralla, del Partido Liberal.
De acuerdo con la plataforma del CNE, con el 87.96 % de actas procesadas, Asfura acumula 1,132,429 votos, mientras que Nasralla registra 1,112,610. La diferencia, aunque reducida, ha sido constante desde la noche de los comicios.
En tercera posición sigue la aspirante Rixi Moncada, del partido Libertad y Refundación (Libre), con 543,756 papeletas. Su postura ante la pausa del fin de semana marcó uno de los momentos más tensos del proceso: Moncada anunció que su partido no reconoce los resultados, alegando “injerencia y coacción” del presidente estadounidense Donald Trump a favor de Asfura. Esto sumó presión al conteo y llamó a sus bases a movilizarse.

¿Qué pasó con el conteo y por qué se detuvo?
La ausencia de actualizaciones desde la tarde del viernes desató sospechas en sectores que siguen con lupa el proceso electoral. El CNE explicó que el sistema enfrentó “problemas técnicos”, aunque no detalló el alcance ni la naturaleza de las fallas. El domingo, la consejera presidenta Ana Paola Hall anunció que el escrutinio “se reiniciaría de inmediato”, pero el tablero digital volvió a moverse hasta la mañana del lunes.
Durante el fin de semana, las misiones de observación, partidos políticos y organizaciones de sociedad civil demandaron explicaciones más claras y un proceso de comunicación más permanente.
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La falta de actualización en un contexto tan polarizado alimentó teorías de fraude, presiones externas y pugnas internas entre los partidos, tensiones que históricamente han marcado los procesos electorales hondureños
Con el escrutinio en pausa, Libre acusó a Washington, y específicamente al presidente Trump, de interferir en la elección. Según Moncada, se enviaron mensajes masivos advirtiendo que votar por ella podría afectar el envío de remesas, una afirmación que aumentó el malestar entre sus seguidores.

Asfura y Nasralla, por su parte, han optado por pedir tranquilidad. Ambos insisten en que sus propias actas les dan ventaja, pero han evitado declararse ganadores. La disputa, en este punto, se concentra en el cierre final del escrutinio y en la confianza que la ciudadanía tenga en el proceso.
Analistas locales señalan que la cercanía entre Asfura y Nasralla vuelve más delicada cada actualización del sistema. En un país marcado por crisis políticas recientes, cualquier retraso o error en la comunicación del CNE puede derivar en protestas, reclamos y una sensación generalizada de desconfianza.
El resultado de esta elección definirá quién gobernará Honduras durante los próximos cuatro años, a partir del 27 de enero de 2026, fecha en que termina el mandato de Xiomara Castro. La mandataria, primera mujer en llegar al Ejecutivo hondureño, ha gobernado bajo un entorno de polarización y fuertes expectativas de cambio. Su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, sigue siendo una figura influyente como asesor y líder de Libre.
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¿Qué sigue ahora?
El CNE tiene 30 días desde la fecha de votación para presentar los resultados definitivos. Esto significa que el país aún podría atravesar días de escrutinio, impugnaciones y verificaciones antes de conocer al próximo presidente.
Mientras tanto, los partidos mantienen a sus equipos jurídicos activos, los observadores internacionales siguen de cerca el proceso y la ciudadanía espera que el conteo avance sin más interrupciones.
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