Carnitas del desvío de San Vicente, tradición, sabor y parada obligada en la Panamericana
Las carnitas del desvío de San Vicente son un ícono del sabor salvadoreño. Carne asada, pinchos, dulces típicos y tradición en plena carretera Panamericana.
Por
Evelyn Alas
Publicado el 03 de diciembre de 2025
En el corazón de la carretera Panamericana, las carnitas del desvío de San Vicente ofrecen una experiencia gastronómica única. Desde pinchos de cerdo a US$10 hasta platos completos por menos de US$6, este punto se ha convertido en parada obligada para viajeros y salvadoreños que buscan autenticidad. Además, hay una gran variedad de dulces típicos como melcochas, enredos y conservas de coco. Es una tradición viva, con sabor a leña y hospitalidad local, que conecta a generaciones y despierta la nostalgia de quienes regresan al país. Ideal para comer rico, apoyar lo local y llevarse un pedacito de El Salvador.
Si andás viajando por la carretera Panamericana rumbo al oriente del país, es muy probable que en algún momento te topés con los llamativos puestos de carnitas del desvío de San Vicente. Ese sabor distintivo —carne asada en vara, tortillas de comal y un ambiente de carretera— se ha convertido en un símbolo gastronómico de El Salvador, ideal para viajeros, paisanos de la diáspora y amantes de la comida local.
Un sabor con historia y método tradicional
Las carnitas que se venden en el desvío de San Vicente se asan en pinchos de hierro colocados sobre fuego de leña o carbón. Esa técnica aporta un sabor ahumado, textura jugosa y un aroma que muchas otras preparaciones no logran igualar.

No siempre se trató simplemente de una parada rápida: en algunos comedores —como el mítico Las Carnitas— la tradición data de décadas atrás. Se dice que ya funcionaba desde la época del general Maximiliano Hernández Martínez.
¿Qué podés encontrar en el plato?
Las opciones varían desde puntos de venta ambulantes hasta restaurantes establecidos. Si comprás directamente de vendedores con pinchos, suelen darte un par de pedazos de carne, tortillas, limón y sal por aproximadamente US$ 2.
También se pueden encontrar pinchos grandes de carne de cerdo a la vara por US$ 10, ideales para compartir entre varias personas o para quienes quieren llevar la experiencia completa a casa.

Si preferís un “plato completo” en comedor —carne de res o cerdo, casamiento (arroz y frijoles), cuajada, chimol, aguacate y tortillas recién hechas— los precios rondan entre US$ 4 a US$ 5.50.
Más allá del sabor, la experiencia invita a sentarse unos minutos, ver el humo de la leña, oler la carne asándose, y conversar con otros comensales. Es una pausa perfecta en un viaje, una reconexión con lo auténtico.
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Dulces típicos y recuerdos del interior
Además de las carnitas, otro atractivo del desvío son los puestos de dulces típicos. Podés encontrar melcochas artesanales, enredos de panela, conservas de coco, dulce de leche, nances en almíbar y una variedad de sabores tradicionales que se han transmitido por generaciones.
Estos productos no solo complementan la comida, sino que también representan una oportunidad para apoyar a pequeños productores locales. Muchos vendedores trabajan en familia, preparando los dulces en casa y manteniendo viva la tradición.

Una tradición abierta al pueblo y a quienes vuelven de lejos
Para muchas familias salvadoreñas —especialmente quienes viven en la diáspora— esta parada significa más que un almuerzo. Es un pedacito de tierra, cultura y sabor que les recuerda sus raíces. Para los nacionales y viajeros, es una forma de vivir la tradición popular sin complicaciones: no importa si llegás en bus, carro o camioneta, muchas veces no tenés que bajarte; los vendedores llegan hasta vos.
Incluso los extranjeros que pasan por allí quedan sorprendidos por la sencillez, autenticidad y sabor —un punto de encuentro entre tradición rural y camino moderno.
¿Por qué vale la pena planear una parada?
- Es una comida económica, accesible, sabrosa y contundente.
- Podés experimentar una tradición culinaria salvadoreña auténtica, lejos de los circuitos turísticos convencionales.
- Hay opciones dulces y saladas, ideales para llevar de recuerdo o regalar.
- Es una parada ideal si estás de viaje hacia el oriente o simplemente querés escaparte un rato del bullicio urbano.
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