Crecen riesgos digitales y El Salvador reporta 2.5 millones de ataques de phishing
Kaspersky alertó que El Salvador registró 2.5 millones de ataques de phishing en un año, una amenaza creciente que exige mayor cautela al comprar en línea.
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Karla Rodas
Publicado el 02 de diciembre de 2025
El Salvador registró 2.5 millones de ataques de phishing en un año, según Kaspersky, dentro de un panorama regional que supera los 1.2 mil millones de intentos. La amenaza crece con el auge del comercio digital y el uso de ofertas falsas, alertas de pago y sitios que imitan tiendas reales. En América Latina, 29% de usuarios afectados perdió entre 100 y 500 dólares, y uno de cada tres ha sufrido fraude con cuentas o tarjetas. Expertos advierten que la prevención inicia con verificar enlaces, proteger datos y comprar desde dispositivos seguros para evitar caer en estafas cada vez más sofisticadas.
El Salvador registró 2.5 millones de ataques de phishing en el último año, según el Panorama de Amenazas para América Latina de Kaspersky, una cifra que refleja la magnitud del problema en la región y subraya la urgencia de fortalecer la seguridad digital.
El informe revela que América Latina experimentó más de 1.2 mil millones de intentos de estafa, un promedio de 3.5 millones diarios, impulsados por el auge del comercio en línea. Este panorama preocupa especialmente a los usuarios que buscan ofertas, ya que los ciberdelincuentes aprovechan la temporada de compras para desplegar engaños que apuntan a datos personales, información bancaria y dinero.
Para lectores salvadoreños y centroamericanos, la radiografía regional permite entender mejor dónde se ubica cada país en este desafío. Costa Rica encabeza la lista en Centroamérica y el Caribe con 7.9 millones de ataques, seguida de Guatemala con 6.4 millones, Panamá con 6.3 millones y República Dominicana con 4 millones. El Salvador aparece con 2.5 millones, lo que equivale a un promedio de 7 mil intentos diarios.
Pero, ¿qué es phishing?
El phishing es una forma de engaño digital en la que delincuentes se hacen pasar por empresas, bancos o personas confiables para robar datos como contraseñas, números de tarjeta o información personal.
Generalmente llega por correo electrónico, mensajes de texto o redes sociales, con enlaces falsos que parecen legítimos. Cuando la víctima hace clic o comparte sus datos, los estafadores los usan para vaciar cuentas, tomar control de perfiles o cometer otros fraudes.
En términos simples: es una trampa en línea que imita algo real para quedarse con tu información.
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Estafas que aprovechan impulsos y ofertas
El phishing sigue siendo una de las tácticas más rentables para los delincuentes digitales. Según la compañía, 29% de los usuarios afectados en América Latina perdió entre 100 y 500 dólares al caer en fraudes durante compras en internet. En el caso de Centroamérica, el porcentaje de víctimas varía: Costa Rica reportó 39%, Guatemala 19% y Panamá 12%.
Detrás de estas cifras hay un patrón que se repite: los estafadores apelan a la urgencia y emoción del comprador. Utilizan ofertas irresistibles, alertas sobre fallas en pagos o mensajes que simulan provenir de tiendas o servicios de entrega. Redes sociales, anuncios pagados y perfiles falsos funcionan como puntos de entrada.
Un estudio citado por Kaspersky indica que 50% de los latinoamericanos ha caído en trampas que explotan estos impulsos. En la región centroamericana, el 54% de los guatemaltecos, 53% de los panameños y 52% de los costarricenses reconoce haber sido víctima de este tipo de fraudes.
Cada clic sin verificación conduce al siguiente riesgo: páginas fraudulentas que imitan con precisión tiendas reales. Diseños, logos y secciones se replican casi a la perfección, mientras pequeños cambios en la dirección web pasan desapercibidos para el usuario común. Según el informe, 60% de los latinoamericanos no logra identificar sitios falsos y ya ha ingresado a uno, lo que facilita el robo de datos.

Cuando el fraude llega al bolsillo
La fase final del phishing suele ser la más dañina: el robo de información personal o financiera. Los usuarios ingresan datos en formularios que parecen legítimos, pero estos terminan en manos de los estafadores. Desde clonación de tarjetas hasta cargos no autorizados o suplantación de identidad, los efectos varían, pero todos generan pérdidas económicas y complicaciones que pueden persistir meses.
En América Latina, uno de cada tres usuarios ha sido víctima de fraude con cuentas o tarjetas bancarias. En Centroamérica, Guatemala presenta un 37%, Costa Rica un 34% y Panamá un 21%. Aunque El Salvador no aparece con un porcentaje específico en esta categoría, los 2.5 millones de ataques registrados muestran un nivel de exposición que vuelve imprescindible mejorar las prácticas de protección digital.
Carolina Mojica, Gerente de Productos para el Consumidor para las regiones Norte y Sur de América Latina en Kaspersky, explicó que “el phishing destaca por ser un modelo de ataque masivo, automatizado y de bajo costo, lo que lo convierte en una herramienta muy rentable para los delincuentes, especialmente en épocas como el Black Friday. Con un solo envío, pueden alcanzar a miles de usuarios y adaptar el engaño a distintas plataformas. Cada descuido puede traducirse en pérdidas económicas y en una menor confianza hacia el comercio digital. La verdadera protección empieza antes de comprar, con precaución y verificación desde el primer clic”.
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Tres pasos para comprar en línea con mayor seguridad
Kaspersky ofrece una guía sencilla que puede ayudar a cualquier persona a reducir riesgos al navegar o comprar en internet:
- Filtrar ofertas antes de abrir enlaces. Se recomienda desconfiar de anuncios o mensajes con descuentos exagerados o presión para comprar de inmediato. Para verificar un sitio se debe revisar que tenga candado en la barra de direcciones y comience con https, que el diseño sea claro y profesional y, en redes sociales, que el vendedor sea real y tenga comentarios creíbles. Si algo parece sospechoso, es mejor buscar la tienda oficial.
- Proteger datos personales y bancarios. Es importante evitar ingresar información financiera en sitios dudosos, usar tarjetas digitales con códigos dinámicos, no compartir contraseñas ni datos por correo o mensaje y activar alertas de compra para detectar movimientos no autorizados.
- Comprar desde dispositivos protegidos. Instalar soluciones de seguridad que detecten enlaces maliciosos, mantener aplicaciones actualizadas y evitar redes públicas al momento de pagar son medidas clave para reducir vulnerabilidades.
Para usuarios salvadoreños y de la diáspora que compran en línea, estas recomendaciones permiten navegar con más tranquilidad y aprovechar las ofertas reales sin exponerse a riesgos innecesarios. Aunque los intentos de phishing continúan creciendo, una combinación de verificación, prudencia y herramientas de protección sigue siendo la mejor defensa ante una amenaza que evoluciona cada día.
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