Remesas a El Salvador podrían superar los $10 mil millones en 2025 con alza de 18%

Las remesas enviadas a El Salvador cerrarían el 2025 superando los $10,000 millones, impulsadas por un crecimiento estimado de 17.9%, según el reciente informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre los flujos de dinero hacia América Latina y el Caribe. Esta cifra supone un impulso clave para la economía salvadoreña y para los hogares que dependen de esos recursos.

Crecimiento récord en Centroamérica y el caso de El Salvador

Según el informe del BID, las remesas hacia América Latina y el Caribe alcanzarían en 2025 aproximadamente $174,400 millones, con un crecimiento interanual de cerca del 7.2%.
Dentro de esa cifra, Centroamérica destacaría con flujos de aproximadamente $55,395 millones y una expansión estimada del 20.4 % para el cierre del año.

El Salvador estaría recibiendo el 18 % de ese total centroamericano, lo que concuerda con la proyección de que sus remesas sobrepasen los $10,000 millones.

Si se toma $55,395 millones como base para Centroamérica, el 18% representa unos $9,971 millones, lo cual ajustado hacia arriba da cuenta del citado “superar” los $10,000 millones.

Guatemala seguirá siendo el mayor receptor de remesas en Centroamérica con una estimación de $25,857 millones y un crecimiento del 20.2 %, seguido por Honduras con $11,983 millones y un aumento del 26%. Nicaragua, por su parte, alcanzaría los $6,199 millones, equivalente a un alza del 18.2 % respecto a 2024.

Costa Rica, Panamá y Belice reportarán cifras menores. Costa Rica recibiría $705 millones (+8.4 %), Panamá $477 millones (+2%) y Belice $173 millones (+4.5 %).

Factores impulsores y perspectivas

El aumento de remesas en El Salvador y la región responde, entre otros factores, al comportamiento de los migrantes salvadoreños en Estados Unidos que, frente a un entorno más restrictivo, incrementan los envíos para apoyar a sus familias.

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Según el BID, en Centroamérica los flujos de remesas han crecido por encima de los ingresos promedios en los hogares, lo que fortalece su papel como un recurso económico estable y predecible.

A nivel práctico, los negocios orientados al mercado doméstico pueden beneficiarse de este dinamismo, ya que más remesas implican mayor poder adquisitivo. Asimismo, las empresas fintech y de servicios financieros encuentran en este crecimiento un espacio para innovar en herramientas de envío, ahorro e inversión conectadas con la diáspora.

Las cifras del BID también muestran que, si bien el crecimiento es generalizado en la región, existe una marcada diferencia entre los países con flujos migratorios intensos como los del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) y aquellos con menor volumen de migración internacional.