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Atecozol.

La Cuyancúat: la leyenda viva que habita en Atecozol, Izalco

En Atecozol, la figura de La Cuyancúat recibe a los visitantes entre vegetación y piscinas naturales, como testigo del legado mitológico salvadoreño.

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Por Marcella Palacios
Publicado el 19 de noviembre de 2025

 

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El Parque Recreativo Atecozol, ubicado en Izalco, Sonsonate, combina naturaleza, historia y tradición. Entre árboles de bálsamo y piscinas naturales, se alza la escultura de La Cuyancúat, obra del artista Valentín Estrada, que representa una leyenda indígena local. Este personaje mitológico es parte de un conjunto de figuras que conectan al visitante con la cosmovisión ancestral. Además, el parque ofrece temazcal, áreas recreativas y espacios culturales. Fundado en 1956, Atecozol mantiene viva la memoria del territorio y brinda una experiencia única para quienes desean redescubrir el legado simbólico y natural del occidente salvadoreño. Ideal para visitas familiares o culturales.

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En el corazón del occidente salvadoreño, el Parque Recreativo Atecozol resguarda mucho más que áreas naturales. Este espacio, ubicado en Izalco, Sonsonate, se ha convertido también en un refugio para las leyendas que forman parte del imaginario ancestral de El Salvador. Entre ellas, destaca la presencia imponente de La Cuyancúat, esculpida en piedra por el artista nacional Valentín Estrada.

Esta figura mítica —cuya historia se ha transmitido por generaciones— forma parte de los vestigios culturales del parque y representa una conexión viva con el pasado indígena. Su presencia no solo decora el paisaje: es símbolo de memoria, identidad y resistencia cultural.

Esculturas, temazcal y naturaleza: un recorrido simbólico

La Cuyancúat esculpida en piedra: una figura legendaria que recibe a los visitantes del Parque Atecozol, en Izalco.
La Cuyancúat esculpida en piedra: una figura legendaria que recibe a los visitantes del Parque Atecozol, en Izalco. / Foto cortesía

Atecozol, cuyo nombre proviene del náhuat y significa “Cuna del Señor de las Aguas”, ofrece a los visitantes un entorno que combina lo natural con lo simbólico. En sus 24 manzanas de extensión, cubiertas por vegetación y árboles de bálsamo, se encuentran diversas esculturas que rinden homenaje a personajes y deidades del mundo mesoamericano.

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Además de La Cuyancúat, el parque cuenta con representaciones como “Atonal, Cacique de Acajutla” y “Tlaloc, dios de las lluvias”, también creadas por Estrada. Estas obras ofrecen un recorrido visual por las raíces indígenas de la región, integrándose con espacios como el temazcal, que conserva prácticas ancestrales relacionadas con la purificación y la espiritualidad.

Naturaleza y cultura al alcance de todos

Escultura de Valentín Estrada que representa a La Cuyancúat, leyenda del imaginario indígena salvadoreño.
Escultura de Valentín Estrada que representa a La Cuyancúat, leyenda del imaginario indígena salvadoreño. / Foto cortesía

Ubicado a solo cinco minutos del parque central de Izalco y a unos 58 kilómetros de San Salvador, Atecozol es un destino accesible para quienes buscan redescubrir el legado cultural en un entorno natural.

El parque cuenta con:

  • Dos piscinas naturales para adultos
  • Cinco piscinas para niños
  • Área de picnic
  • Restaurante
  • Cabañas para alojamiento
  • Cancha de fútbol
  • Cancha de pelota maya
  • Temazcal tradicional

Dirección:
5ª Calle Oriente, final, Izalco, Sonsonate, El Salvador.

Horarios de atención:
De lunes a domingo, de 8:00 a. m. a 4:00 p. m.

Tarifas de ingreso:

  • Visitantes nacionales: $1.50
  • Turistas extranjeros: $3.00

Un parque donde las leyendas siguen hablando

Fundado en 1956 por Raúl Contreras durante la administración del coronel Óscar Osorio, el Parque Recreativo Atecozol ha sido reconocido por su valor natural y cultural. Pero es su dimensión simbólica, expresada en esculturas como la de La Cuyancúat, lo que le da una voz distinta entre los espacios turísticos del país.

Visitar Atecozol es entrar en diálogo con historias que aún susurran desde el bosque, con figuras esculpidas que no solo representan el arte salvadoreño, sino también la memoria de un territorio lleno de espiritualidad.

TAGS:  Izalco | Turismo

CATEGORIA:  Turismo | Cultura viva

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