Precios de la cena de Acción de Gracias caen un 25 %, la cifra más baja desde 2019

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este viernes que los precios de la tradicional cena de Acción de Gracias han caído un 25% respecto al año pasado, según datos proporcionados por uno de los supermercados la minorista del país.

El mandatario atribuyó la rebaja a su gestión económica y a una inflación “casi inexistente”, lo que ha despertado interés por los posibles efectos que esta tendencia podría tener sobre países con vínculos económicos y migratorios cercanos, como El Salvador.

Durante un encuentro en la Casa Blanca con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, Trump destacó que “este año será un 25% más barato celebrar el Día de Acción de Gracias que el año pasado con el ‘Adormilado Joe Biden’”. Según el mandatario, la disminución de precios refleja una mejora general en el costo de vida estadounidense. “La inflación es casi inexistente.

Tenemos la inflación en un nivel muy bajo, mientras que, como saben, durante la Administración de Biden se registró la peor inflación en la historia de nuestro país”, dijo.

El Buró de Estadísticas Laborales (BLS) informó en septiembre pasado una inflación interanual del 3%, el último dato disponible antes del cierre temporal del Gobierno federal que suspendió la publicación de nuevos indicadores. Trump consideró esta cifra como una muestra de estabilidad económica, mientras una de las cadenas de supermercado anunció que la cesta de productos para una cena de diez personas tendrá un costo inferior a los $40 dólares, alrededor de un 25% menos que en 2024.

La empresa explicó que la reducción en el precio se debe a una combinación de menores costos en alimentos clave y ajustes en el tamaño del paquete promocional. La cesta actual incluye 24 productos, cinco menos que el año anterior. Entre los artículos eliminados figuran las cebollas, los boniatos, la mezcla para magdalenas, los malvaviscos, la nata montada y la tarta de nueces. Aun así, se mantienen ingredientes tradicionales como el pavo, los arándanos, los panecillos y la calabaza, con el precio del pavo registrado como el más bajo desde 2019.

Relevancia para la comunidad salvadoreña en EE. UU.

Más de 2.5 millones de salvadoreños residen en Estados Unidos, según estimaciones del Pew Research Center, y constituyen una de las comunidades migrantes más activas del país. La mayoría participa en sectores de servicios, construcción y manufactura, con ingresos que se destinan en parte al envío de remesas familiares hacia El Salvador.
La reducción del costo de vida en Estados Unidos podría permitir que estos trabajadores mantengan o aumenten el volumen de dinero remitido, al disponer de mayor capacidad de ahorro y consumo.

Las remesas familiares representan alrededor del 24% del Producto Interno Bruto salvadoreño, de acuerdo con datos del Banco Central de Reserva (BCR), lo que convierte este flujo en un factor determinante para la estabilidad macroeconómica del país.

El economista Luis Membreño ha señalado que los movimientos de inflación en Estados Unidos tienen un impacto directo sobre las finanzas de los hogares salvadoreños en el exterior. “Cuando los precios bajan, los migrantes pueden enviar más dinero sin afectar su calidad de vida. Esto se traduce en un efecto positivo para las familias que dependen de las remesas”, explicó en declaraciones previas.

Durante la temporada de fin de año, las remesas suelen aumentar, impulsadas por los pagos de aguinaldos y por la intención de los migrantes de apoyar a sus familias durante las festividades. Una disminución general en los precios de alimentos y transporte en Estados Unidos podría fortalecer esa tendencia, incrementando los envíos hacia Centroamérica.

Posibles efectos en el comercio y precios internos

El comercio bilateral entre El Salvador y Estados Unidos se caracteriza por una fuerte dependencia en la importación de productos de consumo masivo, materias primas y alimentos procesados. La reducción de precios en el mercado estadounidense podría abaratar el costo de las importaciones salvadoreñas en sectores como la industria alimentaria y el comercio minorista.

Empresarios locales del sector de alimentos y supermercados han indicado que las variaciones de precios en Estados Unidos suelen reflejarse, con cierto rezago, en los mercados de la región. Importadores de productos como cereales, harinas y carnes de ave han afirmado que una disminución sostenida en los costos mayoristas de ese país puede traducirse en precios más estables o competitivos para el consumidor salvadoreño.

El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador, Jorge Hasbún, ha declarado en ocasiones anteriores que “el costo de importación de alimentos y materias primas está vinculado a las tendencias de precios internacionales y a los costos logísticos en Estados Unidos”. Si la tendencia de abaratamiento se mantiene durante el cuarto trimestre del año, las empresas salvadoreñas podrían beneficiarse con menores costos de adquisición y transporte.

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Un contexto económico interconectado

Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial y financiero de El Salvador, con más del 40 % de las exportaciones y una parte significativa de las importaciones. Además, la estabilidad económica norteamericana influye en la percepción de riesgo y en las condiciones de crédito internacional.

Una inflación moderada en Estados Unidos tiende a mantener estables las tasas de interés globales y a reducir la presión sobre el tipo de cambio, factores que también inciden en la economía salvadoreña.

El anuncio de la reducción del 25% en los precios de la cena de Acción de Gracias coincide con un contexto en el que los precios internacionales de los alimentos y la energía han mostrado descensos moderados. Walmart indicó que su iniciativa busca “ayudar a las familias estadounidenses a celebrar sin preocuparse por el costo”, y subrayó que el precio del pavo, símbolo principal de la festividad, es el más bajo en seis años.