Fallece la Dra. Marta Flora Espinosa Altamirano, referente de la química farmacéutica salvadoreña
La científica Marta Flora Espinosa Altamirano falleció a los 99 años. Deja un legado en la formación académica, la ética profesional y la ciencia aplicada a la salud en El Salvador.
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elsalvador.com
Publicado el 05 de noviembre de 2025
La Dra. Marta Flora Espinosa Altamirano, destacada científica salvadoreña en el campo de la química y farmacia, falleció en San Salvador a los 99 años. Fue una de las primeras mujeres graduadas en la Universidad de El Salvador, donde también ejerció como catedrática. Obtuvo una maestría en Tallahassee, Florida, y trabajó en instituciones como el Instituto del Café y la empresa privada. Fue reconocida por su ética profesional, su compromiso con la formación académica y su participación gremial. En 1973 fue declarada Socia Distinguida por la Asociación Femenina de Químicos y Farmacéuticos. Su legado perdura en la ciencia salvadoreña.
La Dra. Marta Flora Espinosa Altamirano, científica salvadoreña con una destacada trayectoria en el campo de la química y farmacia, falleció en San Salvador a los 99 años, según confirmó su familia. Reconocida por su compromiso con la excelencia académica y el desarrollo científico del país, Espinosa Altamirano fue una de las primeras mujeres en graduarse de la carrera de Química y Farmacia en la Universidad de El Salvador.
A lo largo de su vida profesional, contribuyó significativamente a la regulación farmacéutica, la promoción del uso racional de medicamentos y la formación de nuevas generaciones de profesionales en salud, con una visión científica profundamente ética y humanista.

Trayectoria académica y profesional
Nacida el 23 de octubre de 1926, la Dra. Espinosa Altamirano inició sus estudios en la entonces joven Universidad Nacional, donde más tarde también fue catedrática. Posteriormente, cursó una maestría en Tallahassee, Florida, ampliando su formación con una perspectiva internacional.
Durante sus primeros años laborales, se incorporó al Instituto del Café, una institución clave para la economía salvadoreña en la época, donde aplicó sus conocimientos en beneficio del sector cafetalero.
En la empresa privada, se desempeñó durante años como especialista en análisis de suelo, área en la que trabajó hasta su retiro, combinando siempre el rigor técnico con una profunda ética profesional.

Aporte gremial y legado
Fue miembro activo de la Asociación Femenina de Químicos y Farmacéuticos de El Salvador (AFQF), y en 1973 fue declarada Socia Distinguida en ocasión del 25.º aniversario de la entidad. Ese mismo año recibió un Diploma de Honor entregado por la Dra. Lilia Uribe de Lecha, quien destacó su integridad profesional y su capacidad científica:
“Símbolo de auténtica dignidad profesional, invulnerable a privilegios, falsos elogios, luchando siempre a través de su trabajo para realizarse como una profesional íntegra, espiritual y moralmente”, expresó Uribe de Lecha durante la ceremonia.
Espinosa Altamirano también participó en iniciativas de capacitación y divulgación científica, especialmente enfocadas en seguridad farmacológica y control de calidad, colaborando con instituciones académicas y gremiales en distintos momentos de su carrera.
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Una vida dedicada a la ciencia y a la formación de profesionales
Su legado permanece en las generaciones de farmacéuticos que formó, en las instituciones que ayudó a fortalecer y en su ejemplo como mujer científica en un contexto donde el acceso de mujeres a la educación superior era aún limitado.
Marta Flora Espinosa Altamirano es recordada como una referente de la ciencia con propósito, guiada por el respeto a la vida, la ética profesional y la búsqueda constante de soluciones para los desafíos sanitarios del país.
Con reportes de El Diario de Hoy
