Dos olas salvajes, dos tesoros: surfistas de élite descubren joyas ocultas en la costa de El Salvador
Una expedición de alto voltaje llevó a Kai Lenny y su equipo a descubrir las olas “Chupacabra” y “Bullsharks”. Así vivieron esta aventura inolvidable.
La misión era clara: encontrar olas vírgenes, desafiantes y poderosas en la costa pacífica de El Salvador. Y lo que comenzó como un viaje de exploración aérea en helicóptero terminó en una de las mayores sorpresas para algunos de los surfistas más reconocidos del mundo. Kai Lenny, leyenda hawaiana del surf de olas grandes, lo resumió mejor que nadie: “Cuando escuché El Salvador y buscar nuevas olas, eran dos de mis cosas favoritas juntas. Lo solté todo para venirme a este viaje”.

Lenny lideró esta expedición junto a su hermano Ridge; el amante de las olas gigantes español, Natxo González; así como el surfista local Ezequiel y la estadounidense Angelina. Todos quedaron sorprendidos ante el poder de las olas que descubrieron en El Salvador.
Una ola que te persigue: “La Chupacabra”
Desde el aire, Ridge Lenny fue el primero en notar algo. Había analizado Google Earth durante días, buscando bancos de arena, entradas de río y formaciones posibles. “Creo que esta es. Esta es la buena”, le dijo a su hermano Kai mientras sobrevolaban una zona remota del litoral.
Toda el detalle de esta expedición está disponible en este video subido el 17 de octubre pasado en el canal de YouTube de Red Bull, que patrocinó la aventura.
Según el detalle del mapa que observa Natxo, se trata de olas impactantes que se forman en un banco de arena, a la salida de la bocana del Río Lempa, justo entre La Paz y San Vicente, cerca de la zona conocida como La Colorada. Aquí un mapa de referencia.

Ya antes Red Bull y el mismo Kai Lenny habían dado a conocer detalles de lo que hallaron en esta expedición.
Lo que encontraron fue una ola que rompía bajo el nivel del mar, con una fuerza bruta que parecía salida de una película. “Tuvimos que usar toda nuestra experiencia en olas grandes y hasta jet skis para hacer rescates. No era nada suave”, dijo Kai. La describió como una ola con “labio grueso, loca, que definitivamente te asusta”.
Natxo González, surfista vasco experto en condiciones extremas, no podía creer lo que veía: “Ni siquiera podíamos ver la ola porque estaba bajo el nivel del mar. El labio era grueso, gorgoteante, salvaje”. Ridge, por su parte, tuvo que saltar en el momento exacto de un cierre para no ser azotado contra la arena.

El nombre surgió casi solo: La Chupacabra. Durante el viaje, los hermanos Lenny bromeaban cada vez que veían un animal callejero, y al enfrentarse con esta ola feroz, dijeron al unísono: “¡Es una Chupacabra!”. Kai lo explicó mejor: “Es misteriosa, pesada y puede eliminarte. Tiene dientes”.
Bullsharks: la izquierda perfecta al final del mundo
Pero la expedición no terminó ahí. El siguiente objetivo era una izquierda poderosa de la que algunos locales apenas habían oído hablar. Ezequiel, surfista salvadoreño y conocedor del lugar, fue clave. “Sin él, nunca habríamos llegado. Vive justo frente a la desembocadura del río y fue el primero en surfear esa ola”, comentó Natxo.
El spot estaba tan lejos que apenas se podía ver desde la costa. La sesión comenzó con olas suaves, pero de pronto, todo cambió. “Vimos una serie de olas que no podíamos creer. ¡Eran tubos perfectos en medio de la nada!”, dijo Kai emocionado.
Angelina, la surfista estadounidense que acompañaba al grupo, se metió en un tubo gigante que terminó destruyendo su tabla. “La ola se duplicó y cayó justo encima de mí. Pero fue perfecto. Fue una visión increíble. Quiero volver”, afirmó sonriente. Ezequiel también quedó impactado: “Nunca había surfeado la derecha. Me dejó sin palabras”.
La bautizaron como Bullsharks, por la presencia de un enorme río cercano (muy posiblemente el Río Lempa) y la decisión de usar jet skis para evitar el riesgo de tiburones toro. Kai lo dijo claro: “Este pueblo no tenía ni idea de que justo frente a su río había una ola de clase mundial. Estoy emocionado por volver”.
El Salvador en el radar global del surf
Lo vivido por este grupo de surfistas de alto perfil demuestra algo claro: El Salvador guarda secretos naturales impresionantes, listos para ser descubiertos por quienes se atrevan a explorar. “Jamás pensé que El Salvador tuviera olas así. Tenía otra imagen en mi mente. Ahora lo veo con otros ojos”, confesó Kai.
Para Ridge, fue la primera vez que vio una ola en Google Earth, la localizó y la surfeó. “Ha sido mi sueño desde pequeño”, contó. Y para todos ellos, esta experiencia no fue solo un viaje de surf, sino un descubrimiento mágico que dejó claro que El Salvador tiene un lugar especial en el mapa mundial del surf.
