Santa Ana 19oC   94% H San Salvador 23oC   94% H San Miguel 23oC   94% H Surf City 23oC   94% H
  mapa
EDH

Temporada de Navidad Conciertos en El Salvador Festivales Turismo en El Salvador Noticias

Banner versión desktop Banner versión móvil
Robots industriales podrían transformar la manufactura salvadoreña al aumentar la productividad y atraer inversión extranjera.

El Salvador apuesta por la robótica: la ley pionera que busca transformar la economía

El Salvador, pionero con una Ley de Robótica, busca transformar su economía con innovación tecnológica, inversión extranjera y educación en IA.

Avatar del autor

Por Evelyn Alas
Publicado el 25 de septiembre de 2025

 

TU RESUMEN

El Salvador se convierte en pionero mundial al aprobar una Ley de Robótica que marca un giro en su modelo económico. Con esta normativa, el país centroamericano busca diversificar su economía más allá de las remesas y la maquila, atrayendo inversión extranjera, modernizando sectores clave como la salud y la agricultura, y formando capital humano especializado en tecnología. El desafío no es menor: requiere inversión millonaria, infraestructura digital avanzada y políticas que garanticen equidad social y laboral. Una apuesta ambiciosa que puede definir el futuro económico salvadoreño.

Escuchar este artículo

La Asamblea Legislativa, en el mes de julio del presente año, aprobó la Ley de Robótica, convirtiendo a El Salvador en el primer país del mundo con un marco jurídico específico para esta tecnología emergente. 

Con esta decisión, el país centroamericano busca colocarse en la región y sentar las bases de un proceso de transformación económica que reduzca su histórica dependencia de las remesas y de sectores de bajo valor agregado.

La apuesta implica atraer inversión extranjera, modernizar la producción nacional y formar capital humano altamente capacitado. 

Pero también supone enfrentar desafíos estructurales: una inversión inicial millonaria, la necesidad de actualizar la infraestructura tecnológica y la urgencia de diseñar políticas que eviten que la automatización incremente la desigualdad social.

Diversificación de la economía

Uno de los principales beneficios de esta ley es la posibilidad de diversificar la economía salvadoreña. En la actualidad, buena parte del Producto Interno Bruto (PIB) depende de remesas que envían compatriotas en el extranjero —que superan el 20%— y de actividades tradicionales como la agricultura y la maquila. 

Con el nuevo marco legal, el Gobierno busca abrir espacios a industrias de alto valor agregado, como la automatización industrial, la robótica aplicada a la salud y la agricultura inteligente.

Por ejemplo, en el agro se podrían introducir robots capaces de monitorear cultivos, aplicar riego inteligente y anticipar plagas mediante sensores. Esto permitiría aumentar la productividad, reducir costos y competir en mejores condiciones en los mercados internacionales. 

En la industria, las líneas de ensamblaje automatizadas mejorarían la eficiencia de las maquilas, al tiempo que diversificarían la producción hacia bienes de mayor complejidad tecnológica.

Atracción de inversión extranjera

El Salvador también busca posicionarse como un hub tecnológico en Centroamérica. La existencia de una ley específica, que regula y da seguridad jurídica al uso de robots y sistemas de inteligencia artificial, representa un incentivo para empresas internacionales que buscan expandirse en la región.

En un mundo en el que las compañías de tecnología valoran tanto el entorno regulatorio como la estabilidad macroeconómica, el país puede aprovechar esta ventaja para captar capital fresco. Si logra atraer a multinacionales de robótica o de automatización, se generarían empleos de calidad, transferencia de conocimiento y nuevas cadenas de valor.

Te recomendamos: Conocé las Mascotas Oficiales para el Mundial de 2026

Modernización de sectores clave

La ley abre oportunidades en sectores estratégicos:

  • Salud: Robots quirúrgicos y de rehabilitación pueden mejorar la atención médica, reducir tiempos de espera y ampliar la cobertura en hospitales públicos y privados.
  • Industria: La automatización aumentaría la productividad de las maquilas, transformándolas en centros de manufactura avanzada.
  • Servicios públicos: Robots para limpieza urbana, mantenimiento de infraestructuras y monitoreo ambiental podrían optimizar recursos estatales.

Cada uno de estos avances no solo incrementa la eficiencia, sino que también eleva la competitividad del país frente a sus vecinos de la región.

Educación y capital humano

Un aspecto clave de esta apuesta es la formación de talento. La ley se complementa con programas educativos en inteligencia artificial y robótica, orientados a niños, jóvenes y profesionales. La idea es preparar a las nuevas generaciones para un mercado laboral globalizado, donde las habilidades tecnológicas son cada vez más demandadas.

Formar ingenieros y técnicos locales evitaría depender exclusivamente de consultores extranjeros y abriría la posibilidad de que El Salvador exporte servicios tecnológicos. Además, se generaría un círculo virtuoso en el que la educación alimente la innovación, y la innovación, a su vez, impulse la economía.

Los costos de la transformación

Sin embargo, la modernización no es gratis. Implementar laboratorios de investigación, instalar infraestructura digital avanzada como redes 5G y centros de datos, y sostener programas de capacitación requiere miles de millones de dólares en inversión pública y privada.

Actualmente, El Salvador invierte apenas un 0.2 % de su PIB en investigación y desarrollo, mientras que países como Corea del Sur destinan más del 4.5 %. Para que la apuesta tenga éxito, el país deberá multiplicar su esfuerzo presupuestario y atraer capital extranjero dispuesto a financiar la transición.

Otro desafío es el riesgo de desigualdad social. Si la robótica se concentra en grandes ciudades, como San Salvador o Santa Tecla, las comunidades rurales podrían quedar rezagadas. Para evitarlo, el Gobierno debe asegurar que las innovaciones lleguen también a pequeños agricultores y microempresarios.

Además, existe el temor al desplazamiento laboral. La automatización sustituirá tareas repetitivas en manufactura y servicios, lo que podría dejar sin empleo a miles de trabajadores de baja calificación. La solución está en diseñar políticas de reconversión laboral, que preparen a los empleados para nuevos roles vinculados al manejo, programación y mantenimiento de sistemas robóticos.

La Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó la primera ley del mundo que regula el uso y desarrollo de la robótica.
La Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó la primera ley del mundo que regula el uso y desarrollo de la robótica. / Foto Freepik.

El reto regulatorio y ético

Al ser pionero, El Salvador enfrenta preguntas complejas: ¿quién responde si un robot falla en una cirugía?, ¿cómo proteger los datos que recolectan las máquinas?, ¿qué límites deben existir en el uso de sistemas automatizados en seguridad o vigilancia?

La ley es un primer paso, pero el país necesitará actualizarla constantemente para responder a los dilemas éticos y técnicos que surjan. Sin un marco robusto, existe el riesgo de que la innovación avance más rápido que la regulación, generando incertidumbre tanto para ciudadanos como para inversionistas.

Balance económico

Los economistas coinciden en que el potencial de crecimiento es considerable. Si se implementa correctamente, la robótica podría aportar entre un 2 % y un 3 % adicional al PIB anual en la próxima década.

No obstante, el costo inicial será alto: varios puntos porcentuales del PIB durante los primeros cinco años, destinados a infraestructura, educación y regulación. El riesgo-beneficio está claro: aunque la inversión es costosa y arriesgada, mantener la economía sin diversificación es aún más peligroso en el mediano plazo.

La aprobación de la Ley de Robótica marca un antes y un después en la historia económica de El Salvador. Más allá de ser un gesto simbólico de modernidad, representa un compromiso con un modelo económico basado en la innovación y la tecnología.

El éxito de esta apuesta dependerá de la capacidad de equilibrar beneficios y costos: atraer inversión, formar talento, modernizar sectores productivos y, al mismo tiempo, evitar que la desigualdad y el desempleo se profundicen.

💡
¿Qué deseas ver ahora?