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Niños migrantes reciben atención y cuidado en la estancia de Tapachula.

Nueva estancia infantil en frontera sur de México brinda refugio a migrantes

Una estancia en Tapachula ofrece refugio y atención integral por 90 días a niños migrantes de varios países, reduciendo riesgos y dando estabilidad emocional.

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Por EFE
Publicado el 31 de agosto de 2025

 

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En Tapachula, México, una estancia infantil brinda refugio y atención integral a niños migrantes de hasta 300 menores, incluyendo salvadoreños, hondureños y venezolanos. El centro ofrece cuidado seguro por 90 días, con actividades educativas, recreativas y apoyo emocional, mientras las familias gestionan trámites migratorios o laborales. La iniciativa cuenta con respaldo de Unicef, Acnur y autoridades locales, y busca reducir riesgos como violencia, trata de personas o explotación infantil. Para cientos de familias, representa un respiro y un espacio de estabilidad en medio de la incertidumbre migratoria y los cambios en políticas de Estados Unidos.

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En la frontera sur de México, en la ciudad de Tapachula, Chiapas, se habilitó una estancia infantil que busca dar seguridad, cuidado y un entorno protector a niños migrantes que huyen junto a sus familias de la violencia e inseguridad en sus países. El centro puede atender a 300 menores de distintas nacionalidades, entre ellas El Salvador, Honduras, Cuba, Haití, Venezuela y Guatemala, y representa un espacio clave para reducir los riesgos que enfrentan en el tránsito hacia el norte.

La directora de la estancia, Gabriela Rueda Pérez, explicó que este proyecto significa “una esperanza, un refugio, un lugar acogedor que ofrece un entorno seguro y óptimo para los menores mientras las familias pueden realizar sus procesos de solicitud de asilo, migratorios o poder trabajar”.

Los niños pueden asistir desde las nueve de la mañana hasta las cuatro de la tarde, en jornadas que incluyen aprendizaje, recreación y actividades que favorecen su estabilidad emocional.

Un refugio ante riesgos y vulnerabilidades

Los defensores de derechos humanos en Tapachula han advertido que los niños migrantes, acompañados o no, enfrentan peligros mucho más graves que los adultos. Cecilia Izaguirre, activista local, señaló que los pequeños están expuestos a situaciones de violencia, explotación o incluso a la trata de personas.

“Se exponen a un delincuente que (se dedique a la) trata de personas, por la modalidad que quieras, o para el fin que quieras”, indicó Izaguirre. Entre los riesgos, mencionó la utilización de menores para mendicidad forzada, tráfico de órganos o incluso actividades relacionadas con el narcotráfico.

El albergue en Tapachula se plantea como una respuesta a esa realidad, ofreciendo no solo un resguardo temporal, sino también una manera de mantener a los niños en un espacio seguro mientras sus familias buscan regularizar su situación migratoria o acceder a fuentes de empleo en la zona fronteriza.

El albergue protege a los niños de riesgos como violencia y explotación.
La iniciativa ayuda a las familias a gestionar trámites migratorios y laborales mientras los niños están seguros. /Foto archivo

Apoyo educativo y acompañamiento institucional

La iniciativa cuenta con el respaldo de organismos internacionales como Unicef y Acnur, además del gobierno municipal y estatal. Según Mey Lyn Wong Vázquez, secretaria de educación y cultura de Tapachula, la estancia no solo atiende a niños migrantes, sino también a menores mexicanos que viven en un contexto de movilidad.

“A nivel estatal, tenemos solamente esta estancia que apoya a los niños por 90 días en lo que las mamás pueden realizar su trámite de regularización, pero si deciden quedarse en Tapachula los apoyan para inscribirse de manera regular”, explicó.

La funcionaria agregó que, a pocos días de iniciar el ciclo escolar, Tapachula registra una afluencia de alrededor de 2.800 alumnos extranjeros en los distintos niveles educativos, lo que refleja el impacto creciente de la migración en la región.

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Un buen colegio fomenta la creatividad, el juego y el aprendizaje activo.
Menores de distintas nacionalidades, incluidos salvadoreños, participan en jornadas de aprendizaje y recreación. Imagen de referencia. / Shutterstock

Migrantes en incertidumbre

La situación de las familias migrantes en México se da en medio de cambios en las políticas de Estados Unidos. Durante la administración de Donald Trump, se eliminaron programas que habían facilitado la entrada legal a ciertos grupos, como el parole humanitario para ciudadanos de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití, así como el uso de la aplicación CBP-One para solicitar citas de ingreso formal.

Como consecuencia, más de medio millón de personas quedaron en un limbo legal mientras los tribunales determinan la validez de estos programas. A ello se suma la promesa de Trump de acelerar deportaciones y detenciones para expulsar a millones de indocumentados, lo que aumenta la presión sobre comunidades migrantes que buscan alternativas de refugio y seguridad en México y otros países de tránsito.

Un respiro en medio del camino

Para cientos de familias, la estancia infantil en Tapachula es más que un servicio temporal: es la posibilidad de dar a sus hijos un espacio de estabilidad en medio de la incertidumbre. Entre juegos, aprendizaje y acompañamiento emocional, los menores logran un respiro mientras sus padres enfrentan procesos largos y complejos.

Aunque los desafíos de la migración siguen siendo enormes, este tipo de iniciativas ofrecen un punto de luz en la frontera sur de México, donde la niñez migrante puede encontrar, al menos por un tiempo, seguridad y esperanza.

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