Trump plantea pena de muerte en Washington como medida contra el crimen
El presidente Trump anunció que buscará imponer la pena de muerte en la capital federal, pese a que fue abolida hace más de cuatro décadas.
Por
AFP
Publicado el 26 de agosto de 2025
Trump planteó aplicar la pena de muerte en Washington como parte de una ofensiva contra el crimen. El expresidente busca endurecer las sanciones para delitos graves, argumentando que medidas más estrictas disuadirán a los criminales y reforzarán la seguridad ciudadana. La propuesta ha generado debate entre legisladores y expertos en justicia, quienes cuestionan su viabilidad y legalidad en el contexto del sistema judicial estadounidense. Organizaciones de derechos humanos también han expresado preocupación por el impacto de esta medida en la población y su alineación con estándares internacionales sobre la pena capital. El tema promete mantenerse en la agenda política.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que impulsará la pena de muerte para los casos de asesinato en Washington D.C., como parte de lo que describió como una estrategia para frenar el aumento de la criminalidad en la capital.
“Si alguien mata a alguien en la capital, Washington D.C., vamos a buscar la pena de muerte. Y es una medida preventiva muy fuerte y todos los que lo han escuchado están de acuerdo”, afirmó el mandatario durante una reunión de gabinete.
El anuncio ocurre pocas semanas después de que el gobierno federal asumiera un control directo sobre la seguridad de la ciudad. Trump desplegó a la Guardia Nacional y tomó mando del Departamento de Policía Metropolitana, en un movimiento que generó debate sobre los límites de la autonomía local.
Washington abolió la pena capital en 1981, pero su estatus especial como distrito, sin ser un estado y bajo la supervisión del Congreso, abre la puerta para que el Ejecutivo imponga medidas excepcionales.

Seguridad y política en tensión
La decisión de Trump se da en un contexto marcado por la preocupación pública sobre la violencia y el aumento de personas sin hogar en la capital. El lunes, el presidente destacó que la ciudad había registrado varios días consecutivos sin homicidios, atribuyendo el resultado a las medidas de seguridad aplicadas.
Al mismo tiempo, adelantó que estudia extender políticas similares a otras ciudades gobernadas por demócratas, como Chicago, Nueva York y Baltimore, que enfrentan retos de criminalidad persistente.
El despliegue de la Guardia Nacional en Washington incluyó, desde el pasado domingo, la autorización para que sus miembros porten armas de fuego, lo que refuerza el carácter de la intervención federal.

Reacciones y contexto más amplio
Aunque el presidente sostiene que su estrategia es “embellecer” la capital y hacerla más segura, sectores críticos ven en la medida un ejemplo de centralización del poder y un desafío a la larga lucha de los residentes de Washington por obtener mayor autogobierno.
La capital estadounidense alberga instituciones clave como la Casa Blanca, el Capitolio y la Corte Suprema, y suele ser escenario de debates sobre seguridad, gobernanza y derechos civiles.
Para analistas, el plan de Trump pone de relieve la tensión histórica entre la autonomía local y el control federal, un tema que podría tener repercusiones políticas en otras ciudades con gobiernos opositores.
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