Último adiós a Ricardo Poma: familia, fe y legado

Entre cánticos y reflexión, familiares, amigos y colaboradores despidieron este martes por la mañana al empresario salvadoreño Ricardo Poma, en una misa de cuerpo presente. El acto litúrgico en Montelena fue un espacio de oración y gratitud por una vida dedicada a servir, transformar y amar profundamente a los suyos y al país.

Durante la homilía, Monseñor Rogelio Esquivel recordó a Poma como un hombre de profunda fe, entrega y visión, cuyas acciones trascendieron más allá de los negocios.

“El recuerdo que nos deja Ricardo no solamente seguirá vivo y ejemplar, su recuerdo podrá ayudarnos y motivarnos a vivir la vida con esa proyección de bien, de éxitos compartidos en la construcción de una sociedad digna”, reflexionó.

También evocó al apóstol Juan para destacar el amor como esencia de la vida eterna.

“Yo soy testigo que él amó, de que él perdonó, de que él sirvió, de que él abrió su corazón, esa es nuestra fe”, afirmó Esquivel, agradeciendo el legado del líder empresarial a la iglesia, a su familia y al país.

Un legado que trasciende generaciones

Fernando Poma, hijo del empresario, dirigió unas emotivas palabras en nombre de sus hermanos Alberto, Andrés y Alicia, resaltando el amor incondicional, la generosidad y la presencia constante de su padre.

“Ahí estabas tú, pendiente, acompañándome y ayudándome en ese momento, siempre te preocupaste profundamente por nosotros… Nunca dudaste en poner a la familia por delante de tus propios intereses y fuiste generoso en todo el sentido de la palabra".

Fernando poma, durante la celebración de vida de su padre, don ricardo poma

Fernando recordó momentos sencillos y llenos de valor, como desayunos en familia y juegos con sus hermanos durante años difíciles, como una muestra del carácter amoroso y paciente de su padre. También relató los años de enfermedad como una oportunidad para aprender sobre lo esencial.

“Tú mismo fuiste ejemplo de eso de dar amor, de dar conexión y de enfocarte en lo esencial… De ti aprendimos muchísimo”, valoró.

Ricardo Poma fue recordado como un hombre brillante, apasionado y hábil en diversas áreas.

“Eras un hombre que parecía ser bueno en todo lo que hacías… lo que tocabas, lo hacías bien”, dijo su hijo, reconociendo no solo su capacidad empresarial, sino su liderazgo humano.

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Fe vivida y compartida: el mensaje espiritual

Durante su predicación, Monseñor Rogelio Esquivel subrayó que la fe de Ricardo Poma no fue solo un principio espiritual, sino una práctica cotidiana que transformó vidas.

“Afirmo dar testimonio que la entrega de fe de Ricardo Poma no fue vacía, sino de vida”, expresó con solemnidad.

El sacerdote también destacó que el empresario dejó huellas imborrables en múltiples dimensiones de la vida nacional: “Ricardo, mi amigo, el Dios de la vida te conceda el premio del siervo fiel y prudente y nosotros, tu familia, tus amigos y tus colaboradores, te agradecemos delante de Dios el ejemplo que dejas”.

Durante las peticiones, la comunidad presente oró no solo por el alma de Ricardo, sino también por su familia, sus colaboradores y todas las personas tocadas por su liderazgo. La intención colectiva fue clara: que el legado de Poma continúe inspirando actos de bien y solidaridad.

Una vida al servicio de El Salvador

Al frente de Grupo Poma, don Ricardo lideró una expansión regional en sectores clave como hotelería, automóviles, bienes raíces, finanzas e industria. Pero su legado más profundo está en lo social. Fundó la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), el Teatro Luis Poma, y lideró programas de becas y salud a través de Fundación Poma y FUSAL, beneficiando a miles de familias salvadoreñas.

Durante la misa se elevó una petición para que su familia, sus amigos, sus colaboradores y todas las personas que tocó con su vida encuentren consuelo en su ejemplo y continúen proyectando su legado de solidaridad y visión transformadora.

Una despedida abierta, pero íntima

La familia Poma ofreció la ceremonia como un espacio abierto para quienes quisieran acompañarlos en el adiós, transmitiendo también la misa en vivo para permitir una conexión más amplia. A la vez, solicitaron respeto a la privacidad del momento.

“Ricardo, mi amigo, el Dios de la vida te conceda el premio del siervo fiel y prudente… te agradecemos delante de Dios el ejemplo que dejas para esta patria amada de El Salvador”, expresó Monseñor Esquivel al cerrar la homilía.