Cinco instrumentos ancestrales que aún resuenan en El Salvador
Pezuñas, barro, cañas y cuero dan vida a los sonidos que nuestros ancestros usaban para celebrar, sanar y conectarse con la tierra.
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Redacción elsalvador.com
Publicado el 23 de agosto de 2025
La música ancestral salvadoreña es una expresión viva de identidad y memoria. El maestro Israel Elías Bojorge, considerado el último guardián de esta tradición, ha dedicado su vida a rescatar instrumentos indígenas como la pezuña de venado, el ayacaxtle (maraca), los pitos de caña, las flautas de barro y el tamborón. Estos instrumentos no solo eran usados en rituales y celebraciones, sino que conectaban a las personas con la naturaleza y su cultura. Bojorge advierte sobre la pérdida de identidad ante la modernización y llama a equilibrar el progreso con la preservación de la cultura popular tradicional.
La música tradicional salvadoreña es más que ritmo y melodía: es memoria viva. Los instrumentos ancestral guarda una historia tejida con raíces profundas en la identidad del país. Así lo demuestra el músico y profesor Israel Elías Bojorge (La Unión, 1954), considerado el último guardián de la música ancestral salvadoreña, quien ha dedicado su vida a rescatar y restaurar esos sonidos que marcaron el pulso de nuestros pueblos.

Gracias a su trabajo, hoy descubrimos que muchos de estos instrumentos no solo siguen sonando, sino que también siguen conectando generaciones con aquellos sonidos de los pueblos indígenas originarios del país.
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A continuación, te presentamos cinco de los instrumentos más emblemáticos utilizados por nuestros antepasados, según el maestro Bojorge.
- Pezuña de venado
Hecha con pezuñas secas agrupadas en racimos, esta pieza genera un sonido rítmico que recuerda al de maracas o cascabeles. Era utilizada en rituales o celebraciones y, según Bojorge, produce “un movimiento extraño, raro y bonito”, como si su vibración hablara directamente con la naturaleza y el cosmos.

- Ayacaxtle o maraca
Popularmente conocidas como maracas, estas calabazas secas rellenas de semillas o piedritas han marcado el compás de incontables danzas tradicionales. Más que acompañar, su ritmo guía. Son símbolo de alegría y celebración en muchas culturas originarias de América.

- Pitos de caña
Elaborados con cañas huecas, estos pitos varían en tamaño y tono, creando una paleta de sonidos que enriquecen la música tradicional. Para el maestro Bojorge, cada nota que emiten forma parte de una “música hecha movimiento”, donde todo sonido tiene un propósito dentro del relato sonoro.

- Pitos de barro (flautas de barro)
Moldeadas artesanalmente en forma de animales o figuras geométricas, estas flautas se soplan para producir melodías dulces y profundas. Aunque muchos las llaman ocarinas, Bojorge insiste en usar el nombre tradicional: flautas de barro. Para él, los nombres también son parte del rescate cultural.

- Tamborón
Este gran tambor de madera con parche de cuero es uno de los pilares de la música popular tradicional. Su resonancia grave acompaña bailes, rituales y fiestas en muchas comunidades. Su presencia marca no solo el ritmo, sino también el corazón de la celebración.

Durante una plática reciente en 2024 con El Diario de Hoy, el maestro Bojorge expresó que "los jóvenes de ahora visten a la moda de París; usan celulares constantemente y hasta la forma de decir gracias ya es 'ok', ya no son ellos. Todo lo están imitando".
Bojorge expresó que es importante generar un equilibrio entre la modernización y la cultura popular tradicional de los pueblos, todo con la meta de tener una identidad propia; así como lo han logrado países como China.
"La cultura popular tradicional protege el medio ambiente, la medicina tradicional, el pensamiento psicológico de la época, protege todo (…) mientras que la modernización lo que hace es ir invisibilizando e ir opacando la cultura de los pueblos. Domina tu cultura, destruye tu cultura y dominará a un pueblo borrándole su memoria", expresó Bojorge.
Los instrumentos que nuestros ancestros crearon no solo eran medios para hacer música, sino formas de sentir, contar y trascender. Gracias a artistas como Israel Elías Bojorge, estos sonidos siguen vivos, vibrando en el presente y recordándonos que hay herencias que no deben olvidarse… solo escucharse.
Con reporte de EL Diario de Hoy.
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