El muro fronterizo será pintado de negro por orden de Donald Trump

La frontera entre Estados Unidos y México, particularmente en regiones como Nuevo México, Arizona y Texas, alcanza temperaturas extremas durante gran parte del año. Aprovechando este factor, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció que todo el muro será pintado de negro con el objetivo de “hacer aún más difícil que la gente lo escale”.

“Es alto, lo que lo hace muy, muy difícil de escalar, casi imposible. También se hunde profundamente en el suelo, lo que haría muy difícil, si no imposible, cavar por debajo. Y hoy también vamos a pintarlo de negro”, declaró Noem durante una visita oficial a Santa Teresa, Nuevo México, el martes 19 de agosto de 2025, según declaraciones recogidas por The Washington Post y CNN.

Según la funcionaria, la orden provino directamente del presidente Trump, quien considera que el calor acumulado por el metal pintado de negro incrementará el nivel de dificultad para cualquier intento de cruce no autorizado. Durante la presentación, incluso tomó un rodillo y participó en la aplicación de pintura.

Te puede interesar: Temor y resistencia entre salvadoreños en Los Ángeles frente a redadas de Trump

Más allá del color: razones técnicas y simbólicas

El director de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, Mike Banks, quien acompañó a Noem en el evento, indicó que la pintura también servirá para prevenir la oxidación del muro, una estructura metálica de gran envergadura construida en segmentos desde el primer mandato de Trump.

La idea no es nueva, en 2020, contratos federales obtenidos por The Washington Post, revelaron que Trump ya había considerado pintar el muro de negro, lo cual habría elevado los costos en unos 500 millones de dólares. En aquel momento, la propuesta fue descartada por razones presupuestarias y logísticas.

Inversión millonaria en medio de cifras migratorias históricas

El anuncio de esta medida coincide con una caída histórica en los cruces irregulares. Datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) reportaron que en julio de 2025 se registraron solo 4,601 detenciones en la frontera suroeste, una caída del 92 % respecto a los más de 6,000 arrestos diarios del mismo mes en 2024, bajo la administración de Joe Biden.

El muro fronterizo actualmente supera los 1,200 kilómetros construidos. La nueva fase de ampliación y mantenimiento se financiará con más de 46,000 millones de dólares asignados a través de la reforma fiscal aprobada por el Congreso en julio de 2025. Durante su discurso, Noem aseguró que la construcción avanza a un ritmo de aproximadamente 800 metros diarios, aunque no detalló el costo específico del proceso de pintura.

¿Qué implica esta medida para los migrantes?

Si bien algunos expertos consideran que la pintura negra puede elevar considerablemente la temperatura del metal, su impacto real como barrera física es debatido. En declaraciones pasadas, miembros de organizaciones como la American Immigration Council han cuestionado la eficacia de estas estrategias simbólicas, argumentando que no atacan las causas estructurales de la migración forzada.

Sin embargo, el gesto refuerza el enfoque de disuasión que caracteriza la política migratoria republicana. Las recientes acciones incluyen deportaciones aceleradas, detenciones masivas y acuerdos con gobiernos centroamericanos para contener a migrantes en tránsito.

Una medida con eco político e implicaciones regionales

Pintar el muro puede parecer una decisión superficial, pero en el contexto político estadounidense, tiene una carga simbólica importante. Refuerza la narrativa de fortaleza y control territorial promovida por Trump desde su primera campaña presidencial.

Por su parte, México ha mantenido una postura diplomática ambigua. Aunque ha expresado su desacuerdo con la expansión del muro, ha cooperado activamente en detener caravanas migrantes y aplicar políticas de contención en su frontera sur.

En cuanto a la región centroamericana, particularmente El Salvador, donde miles de personas aún consideran migrar por motivos económicos o de seguridad, el anuncio podría tener un efecto disuasivo. A la vez, reafirma la necesidad de fortalecer programas de desarrollo local que reduzcan la migración forzada.

Te puede interesar: Llegan primeros salvadoreños deportados de Estados Unidos bajo engaños y de forma exprés

¿Disuasión térmica o mensaje político?

Para la diáspora salvadoreña, especialmente en ciudades fronterizas como El Paso, Laredo o San Diego, esta noticia resuena como un recordatorio del clima político actual en Estados Unidos. Aunque los cruces han bajado, el enfoque del Gobierno no ha cambiado: mostrar fuerza y cerrar puertas.

Pintar el muro de negro no solo busca recalentar el metal, sino también avivar el mensaje de que ingresar sin autorización es cada vez más difícil. A nivel práctico, puede disuadir a algunos, pero sobre todo, reafirma un proyecto ideológico que ve la migración no como un fenómeno humano, sino como un problema a contener.