Santa Ana 19oC   87% H San Salvador 23oC   94% H San Miguel 23oC   94% H Surf City 23oC   94% H
  mapa
EDH

Temporada de Navidad Conciertos en El Salvador Festivales Turismo en El Salvador Noticias

Banner versión desktop Banner versión móvil
Lago Suchitlán está siendo afectado por la lechuga de agua

Lago de Suchitlán en riesgo ambiental por plaga de lechuga acuática

El Lago Suchitlán, vital para la biodiversidad, energía y cultura salvadoreña, enfrenta un nuevo reto ambiental: la proliferación de lechuga acuática.

Avatar del autor

Por AFP/ Juan Martínez
Publicado el 15 de agosto de 2025

 

TU RESUMEN

El Lago Suchitlán, ubicado entre Chalatenango, Cuscatlán y Cabañas, es un recurso vital para la biodiversidad, la generación de energía y el turismo en El Salvador. Sin embargo, enfrenta una crisis ambiental por la proliferación de la lechuga de agua (Pistia stratiotes), que cubre gran parte de su superficie. Esta planta, aunque purifica el agua, al expandirse excesivamente reduce el oxígeno y amenaza la pesca artesanal, el turismo y la economía local. Autoridades y comunidades trabajan en su extracción, pero la solución requiere también reducir el exceso de nutrientes que alimentan su crecimiento. Conservar el lago es preservar vida, cultura y sustento.

El lago Suchitlán es un destino turístico conocido en El Salvador, valorado por su entorno natural y su aporte a la economía local. Sin embargo, actualmente enfrenta un problema ambiental: la proliferación de la lechuga acuática , una planta flotante que ha cubierto gran parte de su superficie.

Para hacer frente a esta situación, instituciones públicas y comunidades locales trabajan en su extracción, aunque se prevé que el proceso tomará varios meses.

Ubicado en la zona norte del país, el lago se extiende entre los departamentos de Chalatenango, Cuscatlán y Cabañas, el manto de agua está pasando por un reto para la pesca artesanal, el turismo y el comercio local, aunque comunidades y autoridades ya buscan alternativas para superarlo.

Un pato cormorán se posa en el lago Suchitlán, cubierto por una especie de planta acuática (Pistia stratiotes) en Suchitoto, El Salvador. /AFP

Este lago artificial fue creado entre 1973 y 1976 como parte del proyecto de la central hidroeléctrica Cerrón Grande, y desde entonces ha jugado un papel fundamental en la generación de energía, la conservación de la biodiversidad y el abastecimiento de agua en varias zonas del centro del país.

En 2005 fue declarado sitio Ramsar por su importancia ecológica, y actualmente está rodeado por más de 30 pequeñas islas que se extienden hasta los límites de San Salvador. Su riqueza no se limita al paisaje: el lago es hogar de aves migratorias, reptiles, peces y otras especies que dependen de este ecosistema.

Además, representa una fuente vital de sustento para pescadores, guías turísticos y pequeños negocios locales. Por eso, su conservación debe ser una prioridad, especialmente ante retos como el avance de especies invasoras como la conocida “lechuga de agua”, que pone en riesgo el equilibrio de este valioso entorno.

Te puede interesar: Concurso nacional de Minecraft: jóvenes diseñarán ciudades, huertos y escuelas

La lechuga de agua: aliada natural o amenaza en exceso

En las últimas semanas, el Lago Suchitlán ha sido cubierto por una densa capa de la planta Pistia stratiotes, comúnmente llamada lechuga de agua o repollito de agua.

Esta especie flotante, de la familia Araceae, crece en cuerpos de agua dulce y tiene propiedades beneficiosas, como la purificación del agua y la creación de microhábitats para organismos acuáticos. No obstante, su expansión descontrolada puede alterar el ecosistema.

Según el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (CENTA) y la Universidad de El Salvador, la Pistia stratiotes se reproduce velozmente en ambientes cálidos con nutrientes elevados, como los que puede generar el agua proveniente de la Central Hidroeléctrica Cerrón Grande.

La lechuga acuática verde claro (Pistia stratiotes), que se alimenta de la contaminación química, ha cubierto el lago Suchitlán en El Salvador. /AFP.

Cuando cubre totalmente un lago, impide el paso de la luz solar, reduce el oxígeno disuelto en el agua y provoca la muerte de peces, afectando directamente a las especies y a las comunidades que dependen de la pesca artesanal.

Este fenómeno ya había ocurrido en 2019 con otra planta acuática, la ninfa, pero según pescadores locales, la cobertura actual de lechuga es sin precedentes.

Impacto local: una alerta ambiental con rostro humano

Florentino García, pescador y guía turístico en la zona, explicó que el crecimiento de la lechuga ha forzado a paralizar las actividades pesqueras por más de un mes.

“Es una planta buena, purifica y da sombra, pero tanta cantidad afecta la imagen del lago y la vida del pescado”, señaló. Además, mencionó que los restaurantes y hoteles de Suchitoto han visto una baja del 10 % en la afluencia turística desde que el fenómeno se intensificó.

Sin embargo, más que enfocarse en la pérdida económica, García insiste en la necesidad de proteger el lago de forma sostenible. “Esto nos recuerda que el lago no es solo para pasear o pescar, también es vida y sustento para muchos”, concluye.

Actualmente, trabajadores de diversas instituciones públicas se encuentran extrayendo la planta, pero se espera que este proceso tome varios meses.

Esta vista aérea muestra a empleados del gobierno trabajando para retirar plantas acuáticas (Pistia stratiotes) del lago Suchitlán en Suchitoto. /AFP

Una oportunidad para aprender y actuar

Aunque el crecimiento de la lechuga de agua genera incomodidad visual y operativa, también nos obliga a reflexionar sobre el equilibrio natural del lago.

El Suchitlán actúa como un filtro ecológico que recibe las aguas de varios ríos y zonas agrícolas. La alta carga de nutrientes producto del uso excesivo de fertilizantes, aguas residuales sin tratar y sedimentos facilita el desarrollo acelerado de plantas flotantes, por eso es importante tomar consciencia de la importancia de cuidar dichos recursos.

Por eso, especialistas como el biólogo Walter Mejía del MARN (Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales) señalan que “la solución no es solo extraer las plantas, sino reducir el ingreso de nutrientes al lago desde su cuenca. Es un trabajo integral que debe involucrar a comunidades, instituciones y sector privado”.

Cuidar el Suchitlán es cuidarnos a todos

Este lago, que representa uno de los recursos hídricos y turísticos más importantes del país, necesita atención continua, no solo cuando hay una crisis. Preservar el Suchitlán implica cambiar prácticas agrícolas, mejorar la gestión de aguas residuales y mantener limpias sus orillas.

Como país, es momento de valorar lo que tenemos y actuar con responsabilidad. La belleza del lago no está solo en sus vistas panorámicas o en los paseos en lancha. Está en su capacidad de sostener vidas, de contar historias y de ser un símbolo de resiliencia salvadoreña.

💡
¿Qué deseas ver ahora?