Niños y jóvenes construyen su futuro con robótica educativa

Las aulas de FUSALMO reciben cada fin de semana a decenas de niñas, niños y jóvenes interesados por el mundo de la robótica y las nuevas tecnologías. 

En cada clase, de manera individual o en equipo, se enfrentan a desafíos que conllevan desde la construcción o programación de un prototipo de robot  hasta la creación de propuestas de solución a problemas reales como el cambio climático o la acumulación de desechos. 

Se trata del programa insignia FUSALMO STEAM Maker Academy, una iniciativa que transforma la vida de jóvenes en situación de vulnerabilidad mediante la educación tecnológica.

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Cada sábado, durante un año, los estudiantes van desarrollando habilidades que los preparan, en el salón de clases, para subir a la siguiente liga, en tanto, a nivel individual los va dotando con las herramientas que necesitan para la construcción de un plan de vida.

"Nuestro objetivo es desarrollar habilidades del siglo XXI: pensamiento crítico, liderazgo, trabajo en equipo y creatividad, todo a través de la robótica educativa", explica Marian Rodríguez, subdirectora de programas de FUSALMO. 

El enfoque no es tradicional, explica, aquí el aprendizaje se da resolviendo retos, programando, aplicando ciencia, matemáticas, arte y tecnología en proyectos con sentido práctico.

STEAM Maker Academy atiende a más de 550 jóvenes en sus tres sedes: Soyapango, San Miguel y Santa Ana. Está diseñado para niños y adolescentes entre los 7 y 17 años. 

A través de ligas como Sueña, Comparte, Transforma y Crea, los participantes progresan según sus habilidades. 

Se trata de un modelo flexible, gratuito y abierto a quienes tengan el deseo de aprender, con requisitos mínimos como el permiso de padres y la disposición de asistir regularmente.

Competición nacional 

Hoy por hoy los niños y jóvenes se preparan el STEAM Maker Challenge, una competición nacional de robótica, organizada por primera vez por FUSALMO, a realizarse el 16 y 17 de agosto en el Multigimnasio Don Bosco, Soyapango.

En la competición participan 240 niños, niñas y jóvenes en tres categorías: 7 a 9 años, 10 a 13 y de 14 a 17 años, en 48 teams, los cuales fueron seleccionados previamente en dos competiciones intersedes. 

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De la tercera categoría (14 a 17 años) saldrá el equipo (de cinco integrantes) que representará a El Salvador en el Field Global Challenge en Panamá, una competencia mundial en la que participan jóvenes de más de 190 países. Anteriormente El Salvador ha participado en siete ediciones.

Stephanie, una joven de 17 años, procedente de Lourdes Colón, participó en ediciones anteriores en Grecia y Singapur, ahora es mentora de nuevas generaciones en Soyapango.

 "Quería estudiar Mercadeo, pero después de las clases FUSALMO cambié de opinión y ahora estudio ingeniería mecatrónica. Este programa transformó mi forma de pensar y mis metas", cuenta con orgullo. 

Como ella, varios jóvenes que han formado parte de las generaciones de FUSALMO han logrado becas en otros países o se han insertado exitosamente en el mercado laboral.

El STEAM Make Challenge contará con la presencia de representantes del Fit Global Challenge, de REV (REV Robotics designs) y XRP (Experiential Robotics Platform), aliados en la tecnología innovadora en la robótica de FUSALMO. 

Ana Chávez, de 14 años, es estudiante de segundo año de bachillerato y forma parte del STEAM Make Academy desde 2023

"La experiencia ha sido bastante buena. Me ha gustado más que todo porque he  aprendido varias cosas que yo no sabía, más que nada sobre programación. El primer año era más para crear piezas un poco menos complejas, ahora  sí, me ha tocado crear algunos carros que funcionan bastante como las máquinas de construcción", explica. 

Sus expectativas para la competición nacional son las más grandes: dar lo mejor y llegar a Panamá.

Educación con impacto

El modelo educativo de FUSALMO se basa en la metodología STEAM que integra la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, lo que permite un desarrollo integral. 

"Los jóvenes dejan de temerle a las matemáticas porque las usan para resolver problemas reales", señala Rodríguez.

Más allá del aprendizaje técnico, el programa fortalece habilidades blandas como la resiliencia, la tolerancia a la frustración y el trabajo colaborativo, fundamentales para el mundo laboral actual. 

Según FUSALMO, un 85% de sus jóvenes se insertan en empleos gracias a las competencias adquiridas.

Mantener un programa de esta envergadura implica una inversión anual estimada de entre 400 mil y 450 mil dólares, explica su vocera. 

FUSALMO logra sostenerlo gracias a alianzas con empresas, cooperación internacional, alquiler de instalaciones y programas de voluntariado. Su  apuesta es clara: ofrecer educación innovadora como herramienta de transformación social.

“Queremos que nuestros jóvenes sueñen, se formen, compitan y regresen a compartir su experiencia. Ese es el verdadero ciclo de cambio”, añade Rodríguez.

24 años transformando vidas

Desde su fundación en 2001, como una iniciativa conjunta entre los gobiernos de El Salvador y España, FUSALMO ha impactado a más de 500,000 niños, niñas y jóvenes en condición de vulnerabilidad, con una oferta integral que combina tecnología, deporte, formación y desarrollo humano.

La preparación no se limita a competencias, explica Ivett Padilla, Directora Ejecutiva de FUSALMO.

 El proceso formativo incluye bootcamps intensivos, entrenadores que fueron antiguos alumnos del programa y una inversión anual que ronda los 450 mil dólares, financiada con apoyo de donantes, empresas y cooperación internacional.

Además, FUSALMO desarrolla programas deportivos, culturales y de inserción laboral, beneficiando también a jóvenes mayores de 18 años y a niñas en riesgo de deserción escolar, con metodologías innovadoras como el modelo de pago por resultados apoyado por el BIDLab del Banco Interamericano de Desarrollo. 

Desde sus tres sedes, FUSALMO atiende a población de todo el país, consolidándose como un referente en educación integral, inclusión y construcción de comunidades más seguras y con oportunidades reales de desarrollo.