La isla Espíritu Santo sigue a la espera de sus detenidos bajo el régimen
De los 25 capturados en la isla Espiritu Santo al inicio del estado de excepción, solamente ocho han logrado salir libres, los demás ya cumplieron tres años detenidos. Sus familiares se han organizado para recolectar los arraigos necesarios para demostrar su inocencia.

Para llegar a la isla Espíritu Santo, en Usulután, se aborda una lancha desde Puerto El Triunfo. En la entrada hay una caseta de seguridad donde los visitantes son registrados y deben dejar su DUI. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Para transportarse por la isla, los lugareños han creado motocicletas parecidas a un mototaxi, con espacio para un grupo de hasta seis personas. Foto EDH/ Francisco Rubio 
La gran mayoría de los lugareños se dedica a pescar, a hacer viajes en lancha, trabajos de construcción o a trabajar en la cooperativa del lugar. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Esta cooperativa es una de las mayores fuentes de empleo en la isla, donde las personas hacen trabajos varios, desde cuidar ganado hasta procesar los cocos, que son característicos de la isla. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Yanira Hernández nunca pensó que el régimen de excepción llegaría a la isla, ya que en este pedazo de tierra alejado de las ciudades, no ha habido presencia de pandillas, según aseguran los lugareños. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Su hijo, Saúl Blanco, un reconocido ex mundialista de fútbol playa, fue detenido en 2022 junto con 25 hombres más de la isla. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Luego de figurar en dos mundiales con la selección playera, Saúl Blanco regresó a la isla para trabajar en la cooperativa junto con su padrastro, quien es el encargado de reparar los tractores y demás vehículos del lugar. Foto EDH/ Francisco Rubio 
La presencia de militares y policías en la isla hace que el ambiente se vuelva tenso, ya que el lugar siempre se ha mostrado como seguro, sin la necesidad de los agentes. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Las detenciones arbitrarias han traído, además de preocupación por la falta de información, problemas económicos a las familias, ya que han tenido que recurrir a abogados, pagar paquetes, viajar hasta los distintos penales, haciendo que incurran en gastos que antes no tenían. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Yanira Hérnandez ha tenido que vender vacas, actualmente se dedica a vender queso para poder recolectar dinero para la compra del paquete carcelario más un depósito que hace a la tienda penitenciaria, con la intención de que al menos le den "un juguito" a su hijo. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Tras las capturas de padres, hijos, hermanos y esposos de la isla, las mujeres se han unido para mantenerse informadas y buscar ayuda para lograr la libertad de sus familiares. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Daisy Yanira Campos Pineda ha sufrido de dos derrames cerebrales en los tres años que ha tenido a su hijo detenido. Sus bajos ingresos económicos no le permiten costear los cuidados médicos. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Daisy Yanira Campos trabaja en la pesca, y de esa labor logra obtener ingresos para la alimentación y el cuidado de una menor de edad que está a su cargo. Foto EDH/ Francisco Rubio 
María Magdalena Gutiérrez lleva tres años sin tener información sobre su hijo, Kevin Marcelo Chávez Gutiérrez. Tanto sus animos como la fotografía con la que empezó pidiendo su libertad están desgastados por la falta de información y la poca claridad judicial que le dan. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Silvia Carolina Martínez recuerda muy bien el día que llegaron a detener a su esposo a casa. El sargento Angel Montesino, señalado por mentir ante la Fiscalía, fue quien dio la orden de apresarlo junto con otros siete hombres. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Idalia Esmeralda Mijango Vásquez y su suegra Ana María Mejía llevan más de tres años pidiendo la liberación de su familiar, a pesar de contar con múltiples arraigos, no ha sido dado en libertad. Foto EDH/ Francisco Rubio 
El régimen de excepción ha llevado a la isla un clima de incertidumbre. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Esta es la cancha de fútbol playa donde Saúl Blanco, exmundialista de la Selección Playera, entrenaba a jóvenes y niños. Después de su detención, el lugar ha quedado en el abandono. Foto EDH/ Francisco Rubio

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