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Saúl Blanco, el exmundialista atrapado en las cárceles del régimen

El futbolista de playa fue capturado en 2022, cuando recién iniciaba el régimen de excepción. El entrenador Rudis Gallo lo describe como alguien calmado y respetuoso. Como Blanco, otros 16 habitantes de la isla El Espíritu Santo, en Usulután, continúan en prisión.

Por Javier Urbina
Publicado el 14 de julio de 2025


Pocos recordarán el primer partido de una selección de fútbol playa en un mundial. Otros muy pocos recordarán el resultado. El Salvador fue derrotado 8 a 2 por Portugal. Pero hay algo que difícilmente será olvidado: Saúl Blanco Hernández fue el primer salvadoreño en anotar para la selección nacional en una justa mundialista. 

Fue en Marsella, Francia, en el 2008, cuando Blanco entró a la historia con su gol. Pero nadie se iba a imaginar que 14 años después de esa hazaña, las autoridades de su país tomarían la decisión de capturarlo. 

Blanco Hernández, de 40 años, fue capturado el 31 de mayo de 2022, bajo el régimen de excepción, que suspendió garantías constitucionales desde marzo de ese año. Luego de transcurridos tres años, el futbolista aún permanece detenido en el Centro Penal La Esperanza, conocido como Mariona. 

La captura del exmundialista ocurrió en la isla El Espíritu Santo, del distrito de Puerto El Triunfo, Usulután. El régimen de excepción entró en ese lugar el 13 de mayo, cuando las autoridades realizaron las primeras detenciones. 

Presencia de agentes de seguridad en la isla El Espíritu Santo. Foto EDH/ Francisco Rubio

Yanira Hernández, madre del deportista, describió que al momento de la captura su hijo se encontraba postrado por una enfermedad, una trombosis por la que los médicos le habían recomendado reposo absoluto. Al interrogarlo, los militares le dijeron a Blanco que lo llevarían a la capitanía para hacerle unas preguntas, pero ya no regresó. 

Durante todo el tiempo en prisión, al futbolista le han realizado únicamente dos audiencias. La primera, que es donde los jueces deciden enviar a prisión a los imputados mientras duran las investigaciones; y una segunda, la indagatoria, solicitada por la defensa particular de Blanco. En esta, los procesados pueden dar su testimonio sobre los hechos acusados por la Fiscalía. A él, como a miles más de detenidos en régimen de excepción, lo acusan de agrupaciones ilícitas. 

La reforma al artículo 345 del Código Penal establece penas desde 20 a 30 años por el hecho de pertenecer a alguna de las agrupaciones, asociaciones u organizaciones mencionadas en el artículo 1 de la Ley de Proscripción de Maras, Pandillas, Agrupaciones, Asociaciones y Organizaciones de Naturaleza Criminal.

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La familia de Blanco asegura que él "está limpio" y que todo lo descrito por el futbolista coincide con lo que está plasmado en los documentos de la Fiscalía y la Policía Nacional Civil (PNC), específicamente con lo que tiene que ver con la narración de los hechos al momento de su captura. 

Yanira Hernández, madre de Saúl, ex mundialista con la selecta playera. Foto EDH/ Francisco Rubio

Sin embargo, algo no coincidió con el relato de los testigos. La que vio todo y estuvo en la vivienda al momento de la detención fue su compañera de vida. Los militares llegaron aproximadamente a las 3:00 de la tarde a la casa de ambos. 

"Los militares y policías entraron a la isla ese día como que venían a traer a unos grandes delincuentes", narró Yanira. 

Al llegar a la vivienda de su hijo, los policías y militares preguntaron inmediatamente por "Chucky", querían saber de Blanco. Sus conocidos y los que lo vieron jugar le dieron ese sobrenombre. Su mamá asegura que es por la forma en la que se desenvolvía en las canchas. 

La forma en la que las autoridades preguntaron por el futbolista incomodó a su esposa, quien recriminó a los policías y les dijo que no conocía a ninguna persona con ese apodo. "Cuando ella oyó que la autoridad llamó a su esposo con ese sobrenombre se alteró y dijo que no se llamaba así, sino que Saúl. Entonces el policía dijo: está enojadita y ella dijo que a él no lo conocía y no iba a llamarlo con sobrenombre y él se llama Saúl Blanco", dijo Yanira. 

Pero la compañera de vida del futbolista omitió mencionar ese altercado en su declaración: "La muchacha no sé porqué no dijo que no le había gustado que le dijeran el sobrenombre a mi hijo, porque mi hijo como él era bien bueno para jugar, se movía rápido con el balón, de sobrenombre le pusieron Chucky que se movía rápido y no es porque él era pandillero sino porque se movía rápido. Fue famoso mi hijo porque se movía rápido", mencionó la madre del jugador. 

"El testimonio que dio mi hijo pegó con el de la autoridad, pero como ella no dijo eso, así es que fue lo único que no coincidió. Yo digo que con el testimonio de ella, mi hijo ya estuviera fuera", añadió la madre del futbolista. 

Blanco se retiró del fútbol playa luego de su última participación en el mundial de 2009. Participó en los mundiales de Marsella y solamente asistió a dos mundiales. Luego, jugó para otros equipos de fútbol 11. A partir de este año se dedicó de lleno a su trabajo en la cooperativa El Jobal, con el cuido de ganado. 

Él trabajaba en el establo de la cooperativa y tenía la función de "campista". "Se subía a un caballo y andaba viendo las novillas cuando el toro las agarraba, cuando una vaca iba a entrar a celo, cuando una vaca iba a parir, él a eso se dedicaba, llevaba control de cuantas novillas estaban cargadas y cuáles eran los animales que estaban en venta. Trabajaba de lunes a domingo, ¿Cómo mi hijo iba a tener tiempo para andarse reuniendo como me lo han acusado?", cuestionó la madre de Saúl. 

El futbolista creció sin la figura de su padre biológico, pues este fue asesinado hace 30 años producto de un asalto en la cooperativa. Él era parte de la junta directiva y murió producto de un ataque armado. 

Blanco cursó hasta noveno grado, debido a que en la escuela de la isla no imparten bachillerato. Si los jóvenes quieren seguir estudiando deben hacerlo en el pueblo de Puerto El Triunfo y por la situación de pandillas, no continuó, ya que constantemente eran acosados por los delincuentes. 

"Al ver que allá si había pandillas, allá a los de la isla los pandilleros siempre los humillaban, los maltrataban y ellos buscaban hasta quererlos golpear", mencionó Yanira, para explicar porqué Saúl no siguió sus estudios. 

Blanco intentó formar a niños y jóvenes de la isla. Los entrenaba en la cancha de fútbol playa que construyeron en el parque recreativo del lugar. Actualmente, este se encuentra abandonado y las mallas metálicas alrededor del terreno cedieron y la cancha desapareció. 

Más gastos

Yanira Hernández, madre de Saúl, exmundialista con la selecta playera, muestra el recibo del depósito a la tienda penitenciaria. Foto EDH/ Francisco Rubio

Yanira resiente que los gastos para cubrir todo lo necesario para su hijo poco a poco han ido aumentando. Al inicio, solamente tenía que pagar el paquete en el centro penal. Luego, este ha ido incrementando y en el último año le han ofrecido pagar una cantidad para la tienda penitenciaria. 

Ahora cada mes debe apartar o ahorrar un aproximado de $200, la mitad para el paquete y el resto lo deposita en centros penales. "El paquete cuesta aproximadamente $100 y depositamos $100 para que ellos se tomen un fresco adentro, nosotros no sabemos si les dan algo, pero nos sentimos bien de depositarles algo porque sabemos que con un fresco que se tomen dentro les va a sustentar", narró la madre del futbolista. 

Además, otro de los gastos en los que ha incurrido es en el pago de abogado particular. Describe que para cancelar la mitad han tenido que vender tres vacas y poco a poco va ahorrando para cancelar todo, aunque no tenga la certeza de que su hijo será liberado. 

"La familia para poder pagar los servicios tuvo que vender tres vacas, una vaca que dejó mi hijo y otras dos que teníamos, la tuvimos que vender para pagarle a la abogada. Pero donde miramos que los abogados no pueden hacer nada, aunque digan que ya van a salir, pero es mentira. Mi hijo tiene tres años, ya di la mitad pero hasta la fecha mi hijo no ha salido", lamentó. 

El Centro de Intercambio y Solidaridad (CIS) es una de las organizaciones que por años ha apoyado a los habitantes de esta isla. Al enterarse que las autoridades empezaron a capturar a lancheros, pescadores y agricultores no dudaron en ayudarlos. 

Hasta la fecha, policías y militares han capturado a 25 personas de la isla. De estos, 17 aún continúan detenidos; siete han salido con medidas y solo uno fue absuelto de todos los cargos. 

"Decidimos acompañarlos porque hemos trabajado con la isla de 1998, y nunca ha habido presencia de pandillas, nunca hemos encontrado una mancha en una pared, nunca hemos sentido inseguridad. Hay seguridad privada de la cooperativa y también hay un puesto de la policía, en la isla nunca había habido una captura", dijo Leslie Schuld, directora del CIS. 

Agrega que desde 1998 han apoyado a la comunidad con diferentes programas y desde 2011 brindan becas a jóvenes de la isla, primero para bachillerato y luego para la universidad. Uno de los lancheros de la organización también fue detenido. 

"Nuestro lanchero José Samuel Pérez Perdomo fue privado de libertad, su hermana me habló cuando fue capturado y asignamos un abogado. Luego mencionaron que cinco de la isla fueron capturados el mismo día, entonces la gente dijo que no eran pandilleros, que han nacido en la isla, que ha vivido por años ahí y no tienen vínculos con pandillas", afirmó Schuld. 

Yanira Hernández al menos tiene un consuelo; en la última diligencia le confirmaron que su hijo está vivo. Siente tranquilidad al saber que en la audiencia indagatoria Saúl "salió bien librado". 

"Nombre profe,  el equipo está bueno, así déjelo"

Cancha donde Saúl entrenaba niños de la isla El Espíritu Santo. Foto EDH/ Francisco Rubio

Rudis González Gallo ha sido el entrenador de la Selección de Fútbol Playa desde el 2008. En ese año, logró la clasificación al primer mundial y desde esa fecha ha llevado al país en seis ocasiones a una justa internacional. 

Gallo conoció a Saúl Blanco en 2008 en una visoria realizada en la isla El Espíritu Santo. Junto al cuerpo técnico decidieron convocar al futbolista para las eliminatorias y posteriormente lo llevaron al mundial en Francia. 

Blanco tenía 23 años cuando fue convocado por González Gallo y este lo describe como alguien "calmado, quieto y que no le gustaba el relajo". En la selección también le decían "Chucky", pero siempre obedeció el reglamento de la Selección, recuerda su entrenador. 

Rudis Gallo recordó una anécdota de Blanco. Ocurrió en el mundial de Dubái, Emiratos Árabes Unidos, en 2009. La Selección de El Salvador jugaba contra España. Relata que el partido estaba "apretado" y le dijo que iba a entrar de cambio.  "Le dije: Saúl ponete las pilas, movete que vas a entrar. Nombre profe me dijo, el equipo está bueno, así déjelo. Esa anécdota siempre la recordamos, porque él dijo que estaba bueno el equipo y que no lo tocáramos, estaba perro el partido", describió Gallo. 

El seleccionador relata que Blanco estuvo bajo sus órdenes solamente un año y medio. Resalta que durante este tiempo el futbolista mostró un buen comportamiento. "Era un chamaco como cualquier otro, tenía su estilo que era bien calmado. Las bromas no le gustaban mucho , era bastante respetuoso y las indicaciones de disciplina de la Selección las aceptaba siempre", mencionó. 

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