Conciertos en vivo, experiencia inolvidable y golpe al bolsillo
Los conciertos han dejado de ser simples actuaciones musicales para convertirse en experiencias culturales completas, que nadie quiere perderse. Estos no están exentos de la inflación económica o el incremento de los precios.
La música en directo es potente, unifica, te saca de la rutina; un concierto bien vivido se queda contigo por siempre. Ante el auge de las plataformas de streaming y a la baja o nula venta de discos, la propuesta de asistir a festivales y, sobre todo, los grandes conciertos, fuera o dentro del país, es un fenómeno que ha ido en aumento, especialmente después de la pandemia.
Este tipo de entretenimiento posee un impacto económico real positivo, porque los conciertos mueven empleo, turismo y la economía local. Antes de entrar, vas a un restaurante, si eres turista te quedas en un hotel, compras en tiendas de la zona y hasta la señora que vende carnita asada afuera del recinto se beneficia.
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Sin embargo, este tipo de actividades no están exentas de la inflación económica o del incremento de los precios. Definitivamente, los costos de las entradas a conciertos en El Salvador han aumentado al comparar 2022 con el 2025.

Después del cierre por varios meses de las salas de espectáculos en todo el mundo debido a la pandemia, en el 2022 el regreso de la música en vivo fue un éxito total. Eso quedó claro con la amplia lista de artistas internacionales que visitaron El Salvador ese año, así como el movimiento musical alrededor del mundo.
El 19 de junio Karol G llegó por primera vez al país, con su gira mundial "Strip Love Tour", en el estadio Cuscatlán. Los precios oscilaron entre $175 y $35 (disponibles en cuatro zonas).
Otro de los espectáculos más esperados fue el "World's Hottest Tour", de Bad Bunny, quien ese 2022 se quedó con el puesto número uno de los artistas que más generaron dinero con sus giras, al obtener un total de $373.5 millones, con 1.8 millones de boletos vendidos en 65 presentaciones.
Las entradas (disponibles en siete zonas) también rondaron entre los $175 y $35. La demanda fue tan alta que los boletos se vendieron en menos de 15 horas, dando paso a disparar precios en la reventa por el triple.
Para el 2024, la "Bichota" volvió, pero esta vez con su "Mañana será bonito tour". Se presentó el 5 de marzo, en el mismo recinto deportivo. Las entradas (disponibles en siete zonas) oscilaban entre los $198 y $34.
Para este 23 de agosto de 2025, Maluma trae su gira "Pretty + Dirty Tour 2025", que tendrá lugar en el estadio nacional Jorge "El Mágico" González. Los precios varían según la localidad (nueve zonas), yendo desde $40 hasta $350.
Por su parte, Guns N' Roses, que se presentará el 4 de octubre, en el "Coloso de Monserrat", cuenta con precios que oscilan entre $45 a $275 (dividido en nueve zonas).
La punta del iceberg
Es de recordar que además de la entrada, los asistentes deben contemplar el cargo por boletería, transporte, parqueo, comidas, bebidas, outfits, hospedaje (si se viene fuera del país anfitrión) y otros gastos que puedan tener, convirtiéndose en una experiencia cada vez más cara.

El alto costo también es tema de conversación en redes sociales, ya que ha sido protagonista de videos virales e irónicos, donde los usuarios empeñan las escrituras de su casa o la de sus padres para poder asistir al espectáculo de su artista favorito.
A todo esto se suma la antelación con la que se pone la venta de las entradas, lo que genera, según expertos en el área psicológica, "ansiedad por miedo a quedarse sin", como el producido por el síndrome FOMO (Fear of Missing Out - "temor a dejar pasar" o "temor a perderse algo").
Otro punto que tampoco se queda fuera es el tiempo que pasaste en línea intentando conseguir una entrada, especialmente cuando se trata de presentaciones de artistas del momento.
Cecile Rap-Veber, directora general del grupo francés Sacem (Sociedad de autores, compositores y editores de música), comentó que existen claves que ayudan a explicar el auge de las giras, especialmente los megaconciertos como los protagonizados por Taylor Swift, Coldplay o el reencuentro de la banda Oasis.

Por un lado, el streaming "no genera tanto dinero como la era del CD", lo que lleva a los artistas a buscar formas de ganar dinero por otros medios.
Sin olvidar "el apetito del público por los conciertos en vivo", el cual sigue en aumento, especialmente después de los años de confinamiento por la pandemia del covid. Esos factores hacen que los fans estén más dispuestos a gastar grandes cantidades.
Hoy en día los grandes shows buscan dar una experiencia única, esto aumentó los costos de producción (transporte aéreo, alojamiento, equipos técnicos, personal, alquiler de local, etc.) debido a la inflación, por ende se ve reflejado en el costo de la entrada.
Compra ahora y paga después
Esta situación también ha dado pie al financiamiento o compras de entradas a plazos, lo cual años atrás era impensable y ahora muestra una transformación de los hábitos de consumo, los cuales se han visto incrementados por la tecnología y el encarecimiento del ocio cultural, según los expertos en educación financiera.
Camilo Martínez, de 28 años, que deseaba disfrutar de la música de su artista favorito, no contaba con el dinero suficiente para asistir, y renunciar a la experiencia no estaba en su lista.
"Es importante revisar los términos y condiciones de cada opción de pago a plazos, incluyendo la tasa de interés (si la hay) y el número de cuotas disponibles, porque de lo contrario te vas a quedar a final de mes contando palitos, como me pasó a mí, y la entrada te sale todavía aún más cara", aconsejó.

También muchos se hacen la pregunta: ¿Vale la pena endeudarse por un concierto?
Vanessa Martínez, de 32 años, quien en varias ocasiones ha disfrutado de shows haciendo uso de este proceso, afirmó que lo importante es estar consciente del gasto que se hace y priorizar.
"Es bueno hacer una lista de los conciertos a los que quiero asistir, en caso de saber la fecha. Si puedo ahorrar, ahorro, lo pongo en mi presupuesto mensual como si fuera una factura más. Y si compro con mi tarjeta de crédito, hago los pagos correspondientes para no generar intereses", comentó. "Eso sí, si no puedo ir, lo asumo y no pasa nada. No se puede ir a todo", agregó.
Además, busca alternativas para entretenerse, como reunirse con sus amigas y armar una fiesta con los éxitos del artista, en caso que no pueda asistir.
Matt Grimes, un experto en la industria musical de la Universidad de Birmingham, resumió que los seguidores se deben plantear la elección de "¿voy a… Miami a ver Shakira o quizás organizó unas vacaciones de una semana que me van a costar mucho menos?".

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