Las causas…

Tomás de Aquino en la Summa Theologiae utilizó el argumento "causa causarum" para explicar y demostrar la existencia de Dios, a través de las famosas cinco vías; su retórica medieval y escolástica se basaba en las causas secundarias (la multiplicidad de causas y sus efectos), en la causa primera (que es lo divino) y en la causa de las causas (la matriz que origina todo desde lo trascendente). En síntesis, cuando sucede algo, existe un disparador.

Todo fenómeno social tiene una o varias causas. Los fenómenos sociales son eventos o patrones de comportamiento que ocurren dentro de una sociedad y son el resultado de la interacción de diversos factores, tanto individuales como colectivos, que pueden ser de naturaleza cultural, económica, política, histórica, entre otras. 

Los fenómenos sociales no suelen surgir de una única causa, sino de la combinación de múltiples factores que interactúan entre sí. Estas causas pueden ser desde las acciones individuales de las personas hasta las estructuras sociales más amplias, como las instituciones o las normas culturales. 

La esencia de los fenómenos sociales radica en la interacción humana en un contexto determinado. La forma en que las personas se relacionan entre sí y cómo se comportan colectivamente es lo que da origen a estos fenómenos, y detrás de todo están los sistemas ideológicos, axiológicos y cosmovisiones.

Los fenómenos sociales pueden ser tanto causa como efecto del cambio social. Un fenómeno puede surgir como respuesta a un cambio en las condiciones sociales, pero a su vez, puede generar nuevas dinámicas y transformaciones en la sociedad.

En sociología, la teoría de las causas explora cómo los fenómenos sociales son el resultado de una combinación de factores, tanto individuales como estructurales, que interactúan entre sí. Se busca entender por qué ocurren ciertos eventos y comportamientos, analizando las causas que los originan. Por ejemplo, tanto el fenómeno de la migración como el de las pandillas poseen un correlato explicativo.

La teoría de las causas en sociología se centra en identificar y explicar las relaciones causales entre diferentes fenómenos sociales. Esto implica analizar cómo los cambios en una variable pueden influir en otra y cómo estas relaciones contribuyen a la configuración de la sociedad. 

Existen causas individuales, causas estructurales, interacción entre causas, modelos causales; y también se cuentan con enfoques teóricos explicativos: el Funcionalismo estructural; la Teoría del conflicto; el Interaccionismo simbólico; entre otros.

Todo lo anterior es una antesala para que hablemos del fenómeno de las pandillas, a raíz de la reciente captura de un grupo de estudiantes, acusados de rearmar una nueva estructura pandilleril.

El Plan Control Territorial y sus herramientas coercitivas –Estado de excepción, CECOT, cercos militares, etcétera- se centraron en lo represivo descuidando lo preventivo. Pero, además, las políticas compensatorias de oportunidades para los jóvenes de barrios desfavorecidos fueron muy débiles, por ejemplo, los Cubos, programas de becas o deportivos y culturales.

Las investigaciones sobre el fenómeno de las pandillas nos revelaron que la escolaridad promedio de un pandillero es de 7º grado; esto significa que la deserción escolar en tercer ciclo de educación básica es clave -7º, 8º y 9º-; si no se resuelve el problema de la deserción escolar el gobierno enfrentará, cada cierto tiempo, un conato pandilleril con diversos formatos o expresiones.

Estos jóvenes de tejido social débil, con familias fracturadas por la migración, generalmente sin figura paterna y en entornos hostiles, siempre buscarán pertenecer a algo que les fortalezca la identidad, en una edad compleja: la adolescencia. 

Las pandillas, los grupos delictivos diversos, las mafias, el narcomenudeo, etcétera, aparecen en la sociedad como válvulas de escape negativas, y si no hay alternativas formativas, culturales, deportivas, estos jóvenes tomarán el atajo más fácil y práctico.

La matrícula escolar, desde los años 90, se cae en tercer ciclo; de cada 10 estudiantes que llegan a 6º grado, solo 4 logran avanzar a bachillerato, sólo 2 ingresan a la universidad y sólo 1 se gradúa. En efecto, solo 1 de cada 10 estudiantes tienen pronóstico de éxito.

¿Dónde se van los 6 estudiantes que perdemos…?; al menos, a tres posibilidades: a) Subempleo o economía informal; b) Migración; y c) criminalidad. Los jóvenes que no logran llegar a la educación media quedan condenados de por vida al salario mínimo, y esto además afecta a la productividad del país. 

Con una escolaridad de 7.3 grados (Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples 2024) no seremos productivos ni competitivos, y tampoco podremos atraer inversión extranjera de buena calidad, ya que no disponemos de suficientes ingenieros. Además, las TIR educativas del país son negativas.

Resolver el problema de la deserción escolar en tercer ciclo tendría beneficios significativos en seguridad y en economía. Esta es la principal causa que se debe tratar para lograr un mejor país. Se necesita una política educativa verdaderamente eficaz y contundente. En archivo de la Comisión de Cultura y Educación, hace unos años, propusimos una "Ley especial de política educativa de largo plazo", también publicamos un artículo en la revista del Instituto Centroamericano de Administración Pública (ICAP) en San José, Costa Rica, sobre esta propuesta:

https://ojs.icap.ac.cr/index.php/RCAP/article/download/41/78/188

Al final, todo siguió igual; lo educativo no se lleva bien con lo electoral…, y se mantienen los mismos problemas, sin resolver las verdaderas causas que nos tienen amarrados al tercer mundo; los políticos suelen preferir el maquillaje…

Disclaimer: Somos responsables de lo que escribimos, no de lo que el lector puede interpretar. A través de este material no apoyamos pandillas, criminales, políticos, grupos terroristas, yihadistas, partidos políticos, sectas ni equipos de fútbol… Las ideas vertidas en este material son de carácter académico o periodístico y no forman parte de un movimiento opositor. Nos disculpamos por las posibles e involuntarias erratas cometidas, sean estas relacionadas con lo educativo, lo científico o lo editorial. A los nuevos críticos: Paren de sufrir.  

Director Editorial / oscar.picardo@altamiranomedia.com